Son las 17 en donde gobiernan. Y otras 23 en las que, basados en los resultados de los comicios legislativos de 2013, estiman que tienen chances de ganar. Los radicales bonaerenses sacan cuentas y se aprestan a reclamarle al PRO vía libre para poner el candidato a intendente en esas comunas.
No parece una negociación sencilla. En algunos de esos distritos el macrismo tiene candidatos que, aseguran, “miden bien” y por consiguiente, no estarían dispuestos a retirarlos fácilmente.
Una aproximación a esa petición que ya llegó a oídos de los negociadores de Macri fue planteada durante la reunión que Ernesto Sanz mantuvo con los intendentes radicales. Allí les dijo que podrán tener la boleta presidencial del jefe de Gobierno porteño para competir con más chances en las Primarias.
Pero en ese encuentro surgió otro dato: que donde tengan exclusividad, los radicales deberán abrir la listas de concejales al macrismo.
Ese sería un esperable mal menor. Hay otras cuestiones que incomodan a la UCR. Por caso, se dice que el macrismo estaría dispuesto a que su principal socio ponga el candidato a intendente en Chascomús si el que anotan es el actual jefe comunal, Juan Gobbi. De lo contrario, plantearía batalla.
Otros casos complejos podrían configurarse, se comenta, en 9 de Julio y Saliquelló, comunas controladas por el radicalismo.
En la primera de ellas gobierna Walter Battistella, quien iría por la reelección. Pero el PRO empuja al concejal Mariano Barroso. En tanto, en la comuna del sudoeste provincial el intendente radical Enrique Cattáneo también buscaría un nuevo mandato, pero el macrismo dice contar con alguien bien posicionado que, incluso, ganó los últimos comicios legislativos: el concejal Juan Miguel Nosetti.
Hay otro caso bajo la lupa: Saladillo. Allí gobierna uno de los intendentes históricos del radicalismo, Carlos Gorosito. El alcalde se viene mostrando junto a la candidata a gobernadora María Eugenia Vidal, pero aún así en el PRO se habla de competencia. Allí el macrismo tiene lanzado al médico Pablo Delía
En estos casos, no se descarta que se termine habilitando interna entre los candidatos radicales y los amarillos del PRO.
CERCANIAS
Donde el macrismo no plantearía pelea es en Tandil. Allí gobierna Miguel Lunghi, otro radical histórico de buena imagen y amplias chances de reelegir.
En otras comunas hay intendentes que ensayaron su propio acercamiento al PRO aún antes de que se confirmara el acuerdo tras la cumbre de Gualeguaychú y, por lo tanto, ya fueron “adoptados” por el macrismo. Uno de los casos notorios es el de Esteban Hernando, alcalde de Daireaux, que se encamina a las Paso sin competencia.
El mismo escenario podría darse en Alvear con Alejandro Cellillo.
En los distritos donde los radicales dicen tener chances pero no gobiernan, la pulseada acaso se resuelva en internas. Algunos hasta hablan de hacer una zaranda previa a través de encuestas para seleccionar el candidato que más mida entre el que proponga la UCR y el que empuje el PRO. (Diario El Día).
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