miércoles, abril 22, 2015

Scioli suma y sigue...

Tras el revés que recibió el kirchnerismo en Mendoza y Santa Fe, intendentes y referentes del PJ emprendieron el operativo supervivencia: buscan encolumnarse detrás de Scioli y bloquear las exigencias de la Casa Rosada. Se profundiza la debacle de Massa

Finalmente, ayer, se confirmó que Miguel del Sel superó al Frente Progresista por escaso margen y le posibilitó ganar las elecciones primarias para gobernador de la provincia de Santa Fe. Escrutadas el 100 por ciento de las mesas, el candidato de Mauricio Macri logró 481.278 sufragios, el Frente Progresista 475.785 (335.808 del socialista Miguel Lifschitz y 139.977 del radical Mario Barletta) y el peronista Omar Perotti a 327.126 votos. Así, el humorista logró un 0,3 por ciento más que la suma de los candidatos del frente integrado por socialistas y radicales, que actualmente son gobierno en la provincia de la bota.

En tanto, en Mendoza, el escrutinio ratificó el triunfo del radical Alfredo Cornejo, cuya candidatura a gobernador alcanzó el aval del 44,91% de los votos, mientras que los tres candidatos del Frente para la Victoria cosecharon el 40,36% de los sufragios. Ante este panorama cabe preguntarse: ¿quiénes son los verdaderos ganadores y perdedores de la contienda a nivel nacional?

El gran derrotado, una vez más, fue el líder del Frente Renovador y candidato presidencial, Sergio Massa, quien quedó en cuarto lugar en Santa Fe, mientras que en Mendoza ni siquiera tuvo candidato propio. Intentó colgarse del traje de Cornejo a último momento, pero ya era demasiado tarde. Ante este panorama, dentro de su propio espacio ayer comenzaron escucharse voces que le piden que desista de su postulación al sillón de Rivadavia y compita por la gobernación. “Es hora de que Massa piense en la provincia de Buenos Aires. Es hora de pensar en grande y no de egoísmos”, dijo el intendente de Malvinas Argentinas, el justicialista Jesús Cariglino al portal Urgente 24. Voces similares podrían empezar a escucharse en los próximos días, especialmente de jefes comunales que tienen como prioridad no perder sus feudos en las próximas elecciones.

Ahora bien, ¿quiénes fueron los principales ganadores? Mauricio Macri, que apoyó a Cornejo en Mendoza y logró que un candidato de su riñón como del Sel fuese la gran sorpresa, fue quien se llevó los laureles. Sumó importantes porotos, pero la realidad es más compleja. Ocurre que el jefe de gobierno porteño aún está lejos de superar a Daniel Scioli en intención de votos. Una encuesta de la consultora Aresco, presidida por Julio Aurelio da cuenta de esta situación: en Mendoza, por ejemplo, Scioli aventaja a Macri por 37,5% a 35,6%, seguidos por Massa con un 13,6% y Jorge Altamira con 7,3%. Ahora bien, si Massa se termina bajando, se especula que la mayoría de los votos de su espacio que son de origen peronista terminarían favoreciendo a Scioli, con lo cual podría ampliar su ventaja. A su vez, la diferencia entre el bonaerense y el porteño, en el Conurbano, que es la madre de todas las batallas, mostraría una diferencia aún mayor.

Asimismo, en distintos ámbitos políticos, afirman que si no fuese por la intervención de Scioli en la campaña de Santa Fe y Mendoza, la derrota del Frente para la Victoria hubiese sido mucho peor. De hecho, tanto el santafesino Omar Perotti -logró superar el 20% que daban las encuestas previas- como Adolfo Bermejo -se impuso en la interna del oficialismo sacándole amplia ventaja al candidato de La Cámpora, Guillermo Carmona- no dudaron en hacer campaña con el gobernador bonaerense, mal que le pese a la Casa Rosada. Es más, fue tal el involucramiento del bonaerense que puso a disposición de Mendoza un financiamiento del Bapro por 150 millones de pesos para evitar que la provincia cuyana sufra un crack económico en medio del proceso electoral.

La debacle en las urnas del kirchnerismo puro reduce el margen de acción de la Casa Rosada, que no tendrá otra opción que apoyar la candidatura presidencial de Scioli. La paliza para la Casa Rosada fue tal que Cristina Kirchner optó por esconder la cabeza como un avestruz, refugiándose en la ciudad de Granada (España), donde se encuentra de visita turística, como escala previa a la visita oficial que iniciará mañana a Rusia.  Ayer, a través de su cuenta de twitter, CFK sólo difundió la versión en inglés de la polémica denuncia que hizo por la supuesta complicidad. Ni siquiera escribió una frase por la jornada electoral del fin de semana. Eso sí: mandó a dirigentes de La Cámpora a intentar hacerse oír a la reunión el PJ bonaerense, que preside el intendente de La Matanza y precandidato a gobernador, Fernando Espinoza.  La reunión fue convocada para debatir sobre estrategias políticas, y los camporistas, que pretendían empezar a imponer candidaturas, pero se encontraron con una pared. Lo único que se llevaron fue una tibia declaración de apoyo  al gobierno de Cristina. Eso sí, la mayoría de los jefes comunales habrían dejado en claro que no estarían dispuestos a aceptar alocados experimentos electorales. Predomina, en ellos, la necesidad de supervivencia y eso implica no poner palos en la rueda a Scioli.

Los sciolistas, por su parte, no se mantuvieron al margen. Y por eso, en la mesa principal del cónclave partidario, ubicaron al jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y a la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez. También estuvo Gabriel Mariotto que pasó de ser un ultra K a un ferviente defensor del proyecto sciolista. No sería el único: el libro de pases sigue abierto.   (DiarioHoy.net).

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