(Nova). Repetir la estrategia electoral en un escenario político que suele ser tan dinámico como fluctuante puede resultar más que peligroso para quien desee tomar por ese camino. Sin embargo, Sergio Massa, embebido en el triunfo de 2013 y confiado en poseer el don de estadista, desoyó los consejos de varios integrantes de su mesa chica que ya desde el año pasado venían solicitándole mayor exposición y apuestas fuertes para no perder terreno en la carrera presidencial.
Un claro ejemplo de ello es el diálogo que el tigrense mantuvo con un racimo de dirigentes de su espacio en la segunda mitad de 2014 durante una actividad en la ciudad de Magdalena.
Uno de los participantes de esa charla confió a NOVA que en ese contexto, almuerzo de por medio, los comensales le deslizaron al líder del Frente Renovador sus preocupaciones ante el estancamiento que comenzaba a registrar en algunas encuestas y que, para mantenerse en alza, era necesario acelerar en la gestión de nuevos desembarcos de intendentes al espacio, reforzar los lazos políticos en el interior del país y, también se decía por aquel entonces, terminar de rubricar lo que se veía como un inminente pase de Martín Insaurralde (algo que finalmente no se concretó).
“No hay que acabar en seco”
La misma fuente, comentó que Massa escuchaba las intervenciones con una serena displicencia y que, una vez finalizadas todas las opiniones, sólo se limitó a marcar la estrategia utilizando una metáfora un tanto soez: “Muchachos, no hay que acabar en seco”. Así, dejó en claro que el camino era reiterar la postura de 2013: no quemar las naves antes de aproximarse el momento de la verdad y mostrar todas las cartas cuando los comicios estén a la vuelta de la esquina.
No obstante, a sólo tres meses y medio de las PASO, la realidad marca que a Massa, en efecto, no le sucederá lo que le mencionó a su dirigencia en Magdalena pero por el simple hecho de que ni siquiera atisba a despegar en el proceso de seducción.
Hundido en las encuestas, la cuales lo posicionan de forma unánime cada vez más cómodo en el tercer lugar de la disputa presidencial, el tiempo parece estar agotado para las aspiraciones del hombre de Nordelta de acceder a la Casa Rosada, más allá de que, ya muy tarde, pretende improvisar un resurgimiento a través de un acto en Vélez.
Para llenar ese estadio y no terminar de caer en el campo de lo ridículo, el tigrense ya tuvo que requerir a hombres como el titular del Sindicato de Empleados de Comercio, Armando Cavalieri, quien le habría garantizado 20 mil personas, mientras que, a cambio, Massa tiene que profundizar su apoyo en diversos distritos a hombres del gremio que buscan posicionarse políticamente, tal como es el caso, ya anticipado por NOVA, del precandidato a intendente de La Matanza y titular de la seccional oeste del mencionado sindicato, Julio Ledesma.
Acabado y analizando bajarse
Más allá de esto, el tremendo cachetazo de realidad que recibió con la performance electoral de su espacio en Santa Fe (dónde apenas obtuvo el 7,7 por ciento de los votos), hizo que Sergio Massa comience a escuchar y analizar seriamente (ahora sí) los consejos de parte de su mesa chica. Aunque en esta oportunidad las recomendaciones de su séquito no giran en torno a profundizar la campaña presidencial, sino, directamente, a desistir de la misma y abocarse al ámbito bonaerense.
Y es que la cada vez más pálida imagen del líder del FR en las encuestas alarma a muchos intendentes del espacio que temen que la estrepitosa derrota en el orden nacional sea acompañada de un “efecto cascada” que comprometa a sus aspiraciones de ser reelectos en sus distritos.
Recientemente, el alcalde de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, dio una clara señal de lo que consideran muchos de sus pares: "Es hora de que Massa piense en la provincia de Buenos Aires". Al mismo tiempo, y con el malvinense como abanderado, fuentes confiables detallaron a NOVA que un grupo de intendentes, sobre todo de la Primera Sección, estarían dispuestos a solicitar una reunión con el tigrense para plantearle abiertamente esta posición.
A su vez, Cariglino podría llegar a ofrecerse como “nexo” entre Massa y el PRO para comenzar a gestar una posible candidatura a la gobernación del diputado nacional, algo que tampoco se tomaría como descabellado desde el espacio de Mauricio Macri, ya que el mismo no cuenta con fuerte presencia en una jurisdicción fundamental para acceder a la presidencia: la provincia de Buenos Aires.
Así dadas las cosas, el ex intendente de Tigre ya piensa en un cambio de rumbo, aunque, de efectivizarse, algunos precandidatos de su espacio en terreno bonaerense le estarían pidiendo al menos un gesto: “Si decidís bajar a la provincia lo voy a entender. Sólo te pido que me lo avises antes”, es lo que le habría dicho Francisco De Narváez a Massa según lo manifestó en su cuenta de twitter el periodista Jorge Asis.
Por lo pronto, la posibilidad de que Massa se baje de la pelea presidencial para intentar “salvar las papas” siendo un pez grande en el estanque bonaerense, pasó de ser un rumor a una esperanza que ya albergan muchos dirigentes de su mismo espacio. (Nova).
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