Para posicionar al país como un referente en la exportación de
alimentos y bebidas con agregado de valor se necesitan cambios estructurales
por parte del sector público y privado. Así opina Fernando Vilella (FAUBA).
“La idea de convertirnos en supermercado del mundo es un proyecto
a largo plazo que necesita de un cambio estructural y un sustantivo aumento de
las inversiones”, dice Fernando Vilella, profesor titular de la Cátedra de
Agronegocios de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), y uno de los
referentes que participan de Aliment.AR, la exposición B2B de alimentos,
bebidos y tendencias que se llevará a cabo en Tecnópolis, Buenos Aires, del 8
al 10 de noviembre.
Para el especialista es necesaria una correcta interacción del
sector público y privado. “Las políticas estatales deben brindar las
condiciones necesarias -educación de calidad, inversiones en infraestructura,
sistemas que faciliten la exportación y acuerdos internacionales-. Mientras que
el sector privado debe incorporar nuevas tecnologías y personal con mayor
capacitación. No es lo mismo llevar un camión cargado de granos de soja, que
llevarlo con productos ya elaborados y refrigerados listos para ser
consumidos”, opina.
Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay tienen un 3,55% de la
población mundial y exportan el 65% de la soja y el 39% del maíz que China
requiere para el consumo de su población. El bloque regional también provee al
mundo más del 20% de la carne vacuna, el 28% del pollo y 12% del cerdo. Pese a
tratarse de un proveedor clave, Vilella considera que no se ha usado ese
argumento de forma adecuada en la mesa de negociación y que estos países
sudamericanos deberían unirse a la hora de tratar con grandes jugadores como
China. A su vez, también evalúa que debe intensificarse el intercambio
comercial de alimentos y bebidas con las naciones vecinas. “Los países que más
nos compran con valor agregado son los de Sudamérica”, resalta.
Al referirse a Aliment.AR, Vilella asegura que “en toda Sudamérica
no hay un formato de este estilo que permita mostrar todo nuestro potencial. En
el resto del mundo hay ferias de gran dimensión, pero se trata de países que no
producen, distribuyen, como sucede con Dubai. En cambio, nosotros tenemos un
enorme potencial en términos productivos que Aliment.AR va a consolidar hacia
el futuro”.
Cambio de hábitos
“En los últimos 50 años la población mundial pasó de 3 mil
millones a más de 7 mil millones en todo el planeta. Pero más importante que
eso son los centenares de millones de pobres rurales asiáticos que
transformaron su consumo cuando pasaron a ser de clase media. En los últimos
tiempos, 20 millones de personas por año migraron a la parte urbana de China,
duplicando el consumo de proteínas animales, basadas principalmente en soja y
maíz”, analiza Vilella.
Otro dato importante que el especialista pone de relieve es el
incremento en el consumo de alimentos congelados de cocción rápida y los
preparados fuera del hogar. Estos pasarían del 30% al 60% hacia el 2040 en
algunos países como China. “Con que Argentina tome como objetivo proveer el 1%
de estos alimentos, ya estaríamos hablando de números muy importantes”, dice el
consultor.
Para Vilella la realidad indica que el foco tiene que ponerse en
la fabricación de alimentos con valor agregado. “Hay varios países que dan el
ejemplo”, acota y menciona que, recientemente, gente de Australia y Nueva
Zelanda que exporta al mercado asiático carne vacuna y de cordero lista para
ser consumida manifestaba que si bien construyeron una imagen de marca y tienen
diálogos permanentes con los consumidores, no cuentan con la suficiente materia
prima. “Ellos ofrecían sumar actores argentinos a ese negocio que ya tienen
armado. Estos son los pasos que deben seguirse”, agrega el especialista de la
FAUBA.
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