Es sabido el descontento de Vidal con el intendente de Mar del Plata y su militancia para que Guillermo Montenegro lo suceda en 2019. Ahora, el único edil de Cambiemos, migró a la Agrupación Atlántica.
Tras las elecciones legislativas del 2017, el único concejal electo del PRO, Guillermo Volponi, abandonó al intendente, Carlos Arroyo, y conformó un unibloque "PRO", lo que suma un hito más a la pelea con la gobernadora, María Eugenia Vidal.
A través de una carta que presentó al presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Sáenz Saralegui, el expresidente del Ente de Deportes anunció que "dejaré de pertenecer al bloque de Agrupación Atlántica-PRO, pasando en consecuencia a ejercer mi representación como concejal del PRO”.
De esta manera, el bloque oficialista quedó conformado sólo por ediles arroyistas y no quedan adentro referentes del partido que conduce Mauricio Macri: Guillermo Fernando Arroyo; Guillermo Raul Saenz Saralegui, Marcelo Carrara, Mauricio Sebastian Loria y Patricia Mabel Serventich.
El Concejo Deliberante de la ciudad balnearia quedó conformado por los bloques "1 país", "Crear Mar del Plata", "Unidad Ciudadana", "Acción Marplatense", "Unión Cívica Radical", "Agrupación Atlántica" y "PRO".
Arroyo, por recomendación de Emiliano Girir, convocó a Volponi al principio de su gestión para presidir el EMDeR. Con la salida de Giri del EMTur, Volponi se acobijó sobre Juan Aicega. En 2017, el Intendente le pidió que se tome licencia para dedicarse a la campaña y eso generó rispideces entre ellos, de todas maneras al ganar un lugar en el poder legislativo, se sumó al bloque oficialista "Agrupación Atlántica" a la que le agregó "PRO".
Cabe destacar que Angélica González, que también fue electa en los últimos comicios, armó su propia bancada de la Coalición Cívica. Con la partida del único concejal del PRO en la bancada oficialista, el jefe comunal se quedó sin el apoyo del PRO lo que endurece aún más la interna que ya viene de larga data con Vidal.
Los primeros años de gestión del jefe comunal de "La Feliz" no fueron muy buenos. La ciudad se vio envuelta en graves problemas financieros y de gestión, desde despidos e inconvenientes para pagar los sueldos de los estatales, hasta problemas con la recolección de basura y saneamiento. En ese marco, la Gobernadora se vio obligada a remendar los errores de Arroyo con algunas inyecciones de dinero y luego, en 2017 intervino el municipio para garantizar que una de las ciudades más importantes de la Provincia no se volviera un dolor de cabeza en un año de elecciones.
En diciembre, Montenegro desembarcó en la localidad balnearia lo que despertó una fuerte interna de Cambiemos debido a que Arroyo no bajó la cabeza sino que, por el contrario, redobló la apuesta al afirmar que "voy a volver a ser intendente. El único que puede disponer sobre mi destino está muy arriba, no son seres humanos y no están en el gobierno".
Sin dudas el tema de los aportantes truchos hizo empeorar la relación. Luego de que negara haber aportado dinero a la campaña, Vidal envió a Montenegro a los medios para deslegitimarlo y reforzarlo como figura oficial de Cambiemos. Ahora la partida del único concejal del PRO del bloque oficialista profundizó aún más la pelea. (Diagonales.com).
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