La obra del viaducto del ramal Tigre de la línea Mitre se desarrolla a buen ritmo y ya presenta importantes avances en la nueva estación Belgrano C elevada.
El ritmo de las obras se ha incrementado luego de que desde el pasado 4
de febrero fuera interrumpido el tráfico de trenes en el tramo Núñez –
Retiro, lo que incluyó la clausura de la estación Belgrano C temporaria y
la implantación de servicios de colectivos de reemplazo. Esta situación
se mantendría hasta fines de abril o principios de mayo próximo, cuando
finalice la construcción de las rampas que vinculen el viaducto con la
traza actualmente existente.
La nueva estación Belgrano C elevada ya cuenta con buena parte de la obra gruesa: han sido construidos los andenes y se está trabajando en las escaleras y el edificio de estación propiamente dicho. Recientemente, además, ha sido montada la estructura metálica que soportará el techo de la estación.
A su vez, continúa el tendido de vías en toda la extensión del viaducto, obra que había comenzado en diciembre pasado. En ese tramo, al igual que en otras secciones de la línea Mitre, también se colocará un nuevo tercer riel de aluminio, cuyas propiedades conductivas son superiores al acero, lo que redundará en un mayor aprovechamiento energético y un mejor rendimiento del material rodante.
Si bien Belgrano C había sido originalmente proyectada con un único andén central (así puede verse en los renders difundidos en el lanzamiento de la obra), finalmente los proyectistas se decantaron por una solución de andenes laterales, diseño que ya había sido previsto para la estación Lisandro de la Torre.
Las obras de esta última estación, sin embargo, aún no han comenzado. Si bien esto despertó especulaciones sobre su posible supresión debido al bajo tráfico que maneja, el ministro de Desarrollo Urbano y Transporte porteño Franco Moccia confirmó que “se construirá después” y que Belgrano C fue priorizada por tratarse de un importante centro de trasbordo, donde tienen su terminal numerosas líneas de colectivo.
Cabe recordar que el viaducto de la línea Mitre se extiende a lo largo de casi cuatro kilómetros, entre el Hipódromo y la avenida Congreso, y demanda una inversión de casi 130 millones de dólares. Su principal objetivo es la eliminación de ocho pasos a nivel y la apertura de cuatro nuevas calles actualmente cortadas por el ferrocarril, que ya fue aprobada por la Legislatura. La obra está a cargo de la UTE Roggio-Chediack, bajo la supervisión de la empresa estatal porteña Autopistas Urbanas (AUSA). (Enelsubte).
La nueva estación Belgrano C elevada ya cuenta con buena parte de la obra gruesa: han sido construidos los andenes y se está trabajando en las escaleras y el edificio de estación propiamente dicho. Recientemente, además, ha sido montada la estructura metálica que soportará el techo de la estación.
A su vez, continúa el tendido de vías en toda la extensión del viaducto, obra que había comenzado en diciembre pasado. En ese tramo, al igual que en otras secciones de la línea Mitre, también se colocará un nuevo tercer riel de aluminio, cuyas propiedades conductivas son superiores al acero, lo que redundará en un mayor aprovechamiento energético y un mejor rendimiento del material rodante.
Si bien Belgrano C había sido originalmente proyectada con un único andén central (así puede verse en los renders difundidos en el lanzamiento de la obra), finalmente los proyectistas se decantaron por una solución de andenes laterales, diseño que ya había sido previsto para la estación Lisandro de la Torre.
Las obras de esta última estación, sin embargo, aún no han comenzado. Si bien esto despertó especulaciones sobre su posible supresión debido al bajo tráfico que maneja, el ministro de Desarrollo Urbano y Transporte porteño Franco Moccia confirmó que “se construirá después” y que Belgrano C fue priorizada por tratarse de un importante centro de trasbordo, donde tienen su terminal numerosas líneas de colectivo.
Cabe recordar que el viaducto de la línea Mitre se extiende a lo largo de casi cuatro kilómetros, entre el Hipódromo y la avenida Congreso, y demanda una inversión de casi 130 millones de dólares. Su principal objetivo es la eliminación de ocho pasos a nivel y la apertura de cuatro nuevas calles actualmente cortadas por el ferrocarril, que ya fue aprobada por la Legislatura. La obra está a cargo de la UTE Roggio-Chediack, bajo la supervisión de la empresa estatal porteña Autopistas Urbanas (AUSA). (Enelsubte).
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