Funcionarios de la Ciudad recorrieron el Abasto para comprobar el funcionamiento de los protocolos. Los shoppings pierden más de $100 millones por mes
El extenso parate que mantiene en situación de desastre a los centros comerciales de Capital Federal parece, finalmente, estar a un paso de concluir. El resultado, señalan los actores del rubro, es "caótico": más de 2.500 locales que se vaciaron de marzo a esta parte sólo en el escenario porteño, cerca de 10.000 empleos que ya son parte del pasado, pérdidas económicas superiores a los 100 millones de pesos cada mes.
La expectativa, ahora, está atada a lo que ocurra la próxima semana. Pero, por primera vez en meses, la perspectiva es por demás de positiva: según pudo saber iProfesional, el ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad, José Luis Giusti, recorrió los distintos niveles del shopping del Abasto durante la jornada del miércoles y avaló los protocolos generados por los administradores de los centros comerciales en Buenos Aires.
Si bien falta el aval final, todo indica que los shoppings comenzarán a retomar actividades durante la segunda parte de septiembre. Esto es, en coincidencia con el límite establecido para la cuarentena vigente.
"El ministro nos dejó su palabra de compromiso, de que brindará una respuesta la semana próxima, tras comprobar las medidas sanitarias que impulsa el sector. Si es por nosotros, podríamos abrir mañana mismo. Giusti entiende que estamos en una situación caótica", dijo a iProfesional Mario Nirenberg, gerente general de la CASC, cámara que agrupa a los shoppings de todo el país.
"Ya no estamos pidiendo reabrir como galerías comerciales, como solicitamos hace algunas semanas. Ahora la intención es avanzar con la apertura global de los shoppings. Incluyendo a los patios de comidas, por supuesto que con todos los recaudos sanitarios pertinentes. Entendemos que la operación no sería en los horarios previos a la pandemia, pero no tendríamos en ajustarnos a las exigencias oficiales en ese sentido. Lo que necesitamos es volver", añadió.
Nirenberg sostuvo que el sector está en condiciones de garantizar el mayor cuidado, y se mostró sorprendido de que el Gobierno de la Ciudad haya otorgado luz verde a los comercios en zonas de gran concentración de personas como Once o la calle Avellaneda y no a los centros comerciales.
"Abrieron galerías, áreas con locales que generan una enorme aglomeración, realmente no entendemos por qué se demora tanto el permiso para los shoppings. Mientras tanto, seguimos perdiendo inquilinos y es un desastre el nivel de empleos que se tuvieron que recortar. La reapertura, en ese sentido, será a media máquina", dijo.
El protocolo que observó Giusti
Durante su reciente recorrida por el Abasto, Giusti estuvo acompañado por Ramón Villaveirán, presidente de la CASC.
El funcionario comprobó "in situ" la aplicación del estricto protocolo de seguridad que se pondrá en marcha cuando se reabran los centros comerciales que operan en la geografía porteña.
Dicho protocolo contempla las siguientes medidas:
Termómetros digitales y cámaras que toman a la distancia la temperatura corporal de los visitantes.
Alfombras sanitizantes para el calzado de esos visitantes.
Instalación de múltiples dispensadores de alcohol en gel distribuidos en todos los espacios comunes.
Señalización de sentidos de circulación y distanciamiento social en el piso de los pasillos.
Calcomanías en las vidrieras de todos los locales en las que se indique el número máximo de clientes que pueden permanecer en su interior.
Limpieza permanente de superficies de roce comunes y de instalaciones sanitarias.
Cámaras cuentapersonas ubicadas en la entrada que se habilitará (la ubicada sobre la avenida Corrientes, en el caso del shopping Abasto) para garantizar que el número de visitantes no supere el aforo que deberán determinar las autoridades (que no superarán un cliente cada 15 metros cuadrados).
En el encuentro, Villaveirán informó a Giusti que todos los miembros de la CASC adhirieron al protocolo que "se elaboró en conjunto con reputados infectólogos", y que aplicarán "medidas idénticas a las que pudo comprobar en Abasto".
El derrumbe, en números
Sólo en los primeros 4 meses de pandemia el segmento que conforman los centros comerciales perdió algo más de 550 millones de pesos en concepto de expensas no cobradas. En julio el rojo se ubicó por encima de los 100 millones en la misma moneda. Y ese monto se ha mantenido constante hasta estos días.
En lo que va de pandemia, apenas el 20 por ciento de los locatarios mantuvo los pagos por ese concepto, siempre según la CASC.
En la entidad dan por descontado que para cuando reabran los centros comerciales el rubro habrá perdido cerca del 25 por ciento de sus inquilinos comerciales. Esto es, alrededor de 2.500 locales que quedarán vacíos sobre un total de 10.000. (IProfesional).
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