Logró quebrar el maleficio de 28 años sin títulos. Fomentó un recambio necesario y logró rodear a Lionel Messi de un equipo capaz de alcanzar el sueño largamente esperado.
Lionel Scaloni terminó logrando lo que pocos esperaban.
El técnico argentino ingresó cuando nadie lo esperaba, con una breve experiencia en juveniles, con muchos interrogantes sobre su capacidad de conducción, con una lluvia de críticas ante cada error que cometía, y se transformó en técnico que logró quebrar el maleficio de 28 años sin títulos.
Scaloni, a los 43 años, ahora se sienta a la mesa con César Luis Menotti, Carlos Salvador Bilardo, Guillermo Stábile, el triunvirato Victorio Spinetto, José Della Torre, José Barreiro (1959) y el Coco Alfio Basile.
La mesa de los campeones.
Desde que asumió la conducción del seleccionado en septiembre de 2018, primero como interino y luego ratificado, el santafesino de Pujato apostó al recambio generacional y la idea de rodear bien a Lionel Messi y quitarle algunas responsabilidades, pero principalmente para que se sienta a gusto en su última etapa como estandarte del seleccionado.
El primer gran desafío fue la Copa América de 2019, también en Brasil. Pero necesitaba más tiempo. La pandemia de coronavirus postergó todo.
Cambió las reglas de juego. Pero Scaloni siguió con su idea de armar un equipo corto y de juego directo.
Salvo con Messi, no se casó con nadie. Puso en duda a dos históricos como Sergio Agüero y Angel Di María. Y Fideo pagó con crecer la renovación de la confianza con un golazo en la final. Además de Leo, Kun y Angelito, Nicolás Otamendi resultó otro de los históricos que sostuvo entre tantos jóvenes.
A Scaloni le cuestionaron los cambios. De partido a partido, más de 130 variantes en los 33 partidos del ciclo. Las modificaciones también durante los partidos, en los segundos tiempos, cuando el equipo bajaba su producción. Antes y después de cada partido, trató de explicar sus decisiones, sus búsquedas.
Apostó a un equipo en la semifinal contra Colombia y realizó cinco cambios para la final contra Brasil, cuatro de ellos en la última línea, zona en la que salvo Otamendi, todos alternaron. Es cierto que la lesión de Cristian Romero lo obligó a buscar otro primer marcador central, pero con los laterales fue variando entre Montiel y Molina por derecha y Acuña y Tagliafico por izquierda.
Salvo la aparición de Angelito Di María como titular por Nicolás González, todos los indicios que dio el entrenador durante la Copa América de su equipo ideal se parecieron a la foto del inicio de la histórica final en el Maracaná.
Y esa será la instantánea que quedará por mucho tiempo. La del triunfo argentino en Brasil para quebrar 28 años de frustraciones. (Asteriscos TV).
El técnico argentino ingresó cuando nadie lo esperaba, con una breve experiencia en juveniles, con muchos interrogantes sobre su capacidad de conducción, con una lluvia de críticas ante cada error que cometía, y se transformó en técnico que logró quebrar el maleficio de 28 años sin títulos.
Scaloni, a los 43 años, ahora se sienta a la mesa con César Luis Menotti, Carlos Salvador Bilardo, Guillermo Stábile, el triunvirato Victorio Spinetto, José Della Torre, José Barreiro (1959) y el Coco Alfio Basile.
La mesa de los campeones.
Desde que asumió la conducción del seleccionado en septiembre de 2018, primero como interino y luego ratificado, el santafesino de Pujato apostó al recambio generacional y la idea de rodear bien a Lionel Messi y quitarle algunas responsabilidades, pero principalmente para que se sienta a gusto en su última etapa como estandarte del seleccionado.
El primer gran desafío fue la Copa América de 2019, también en Brasil. Pero necesitaba más tiempo. La pandemia de coronavirus postergó todo.
Cambió las reglas de juego. Pero Scaloni siguió con su idea de armar un equipo corto y de juego directo.
Salvo con Messi, no se casó con nadie. Puso en duda a dos históricos como Sergio Agüero y Angel Di María. Y Fideo pagó con crecer la renovación de la confianza con un golazo en la final. Además de Leo, Kun y Angelito, Nicolás Otamendi resultó otro de los históricos que sostuvo entre tantos jóvenes.
A Scaloni le cuestionaron los cambios. De partido a partido, más de 130 variantes en los 33 partidos del ciclo. Las modificaciones también durante los partidos, en los segundos tiempos, cuando el equipo bajaba su producción. Antes y después de cada partido, trató de explicar sus decisiones, sus búsquedas.
Apostó a un equipo en la semifinal contra Colombia y realizó cinco cambios para la final contra Brasil, cuatro de ellos en la última línea, zona en la que salvo Otamendi, todos alternaron. Es cierto que la lesión de Cristian Romero lo obligó a buscar otro primer marcador central, pero con los laterales fue variando entre Montiel y Molina por derecha y Acuña y Tagliafico por izquierda.
Salvo la aparición de Angelito Di María como titular por Nicolás González, todos los indicios que dio el entrenador durante la Copa América de su equipo ideal se parecieron a la foto del inicio de la histórica final en el Maracaná.
Y esa será la instantánea que quedará por mucho tiempo. La del triunfo argentino en Brasil para quebrar 28 años de frustraciones. (Asteriscos TV).
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