Nidera realizó un Taller Tecnológico donde se habló principalmente de la problemática de malezas resistente en los cultivos, fisiología de maíz y efectos de maíz guacho RR en cultivo de soja. Contando con un exclusivo panel de disertantes entre los cuales estuvo el Dr. Palle Pedersen de la Universidad de Iowa, USA.
Continuando con la capacitación que Nidera brinda a sus clientes y asesores técnicos, el 29 de septiembre se llevó a cabo en el Hotel Four Seasons de Buenos Aires un Taller Tecnológico.
En el primer módulo se habló sobre una problemática importante que se está visualizando cada vez más en nuestro país: la presencia de malezas resistentes a glifosato, y sus efectos en el cultivo de soja y trigo. El Ing. Juan Carlos Papa de INTA Oliveros y el Ing. Mario Vigna del INTA Bordenave disertaron sobre estos temas.
Papa comentó que debido a la ausencia de labranzas, escasez de rotaciones y elevada dependencia del control químico con predominio del glifosato, se está favoreciendo cada vez más la presencia de diferentes especies con tolerancia o resistencia a glifosato. La raíz del problema sería su uso rutinario, muchas veces irracional, fuera de un programa de manejo que considera el monitoreo de las malezas “bien hecho”, la biología, la confección de registros, así como las rotaciones y el uso de diferentes herbicidas combinados con métodos de control no químicos. Según Papa, a nivel mundial ya se han reportado más de 16 especies con esta resistencia.
Por otra parte, el Ing. Vigna hizo mención a una de las principales malezas en el cultivo de trigo, el Raigras, que ya ha presentado antecedentes de resistencia a glifosato. Es imprescindible, según mencionaba, la identificación y caracterización de dichas poblaciones para ajustar los tratamientos a realizar. Por lo general, el Raigrás que crece en los bordes de alambrados, banquinas o sectores de lotes no cultivables, serían un reservorio de individuos sensibles que aportarían polen para la hibridación.
El segundo módulo del taller fue orientado a la fisiología del maíz, donde el Dr. Gustavo Maddonni, de la Universidad de Buenos Aires, habló sobre las bases eco-fisiológicas del período crítico del control de malezas en maíz, fundamentadas básicamente en la habilidad competitiva de las plantas de maíz para la captura de recursos necesarios para su crecimiento. Maddonni comentó que en etapas tempranas (previas a V3), las plantas de maíz no tienen habilidad competitiva, sin embargo, su crecimiento lo logran a expensas de sus reservas. Por el contrario, en la etapa siguiente, la captura de recursos dependerá del desarrollo vegetativo y radical. En esta etapa, ya sea por procesos competitivos o no competitivos, se puede generar variabilidad temprana del crecimiento de las plantas, dando como resultado diferentes tamaños de plantas. Dicha variabilidad puede ser parcialmente revertida durante en la etapa siguiente, con una mejor oferta de recursos edáficos.
A continuación el Dr. Lucas Borras, de la Universidad de Rosario, expuso su trabajo sobre la relación que hay entre el crecimiento de la planta de maíz alrededor de floración y la variación en la estabilidad de rendimientos frente a cambios ambientales. Según Borras, el número de granos fijados es dependiente de la acumulación de biomasa en la espiga alrededor de floración, dependiendo ésta del crecimiento de las plantas durante dicho período. Frente a variaciones en oferta ambiental las diferencias de estabilidad del rendimiento están explicadas por diferencias genotípicas, tanto de la sensibilidad del crecimiento de las plantas como del patrón de crecimiento de la espiga.
Como invitado especial el taller contó con la presencia del Dr. Palle Pedersen de la Universidad de Iowa, USA, quien vino exclusivamente para disertar sobre la problemática del Maíz Guacho RR como maleza en el cultivo de soja. Aproximadamente el 90% de la superficie de soja de dicho país, se realiza con sojas RR y el 40% de la superficie de maíz es sembrada con maíces RR. Debido a que ambos cultivos comparten la misma tecnología, el maíz guacho se transformó en una maleza dentro del cultivo de soja, trayendo como consecuencia importantes bajas en el rendimiento final, debido a problemas mecánicos en la cosecha y a la reducción en la calidad de granos. A su vez, el sistema de labranza reducida y el avance de la siembra directa dificultaron aún más el control de esta nueva maleza. Si se considera que una mata de maíz es el producto de la germinación de una espiga caída en el lote, se comprobó que por cada 185 matas presentes en 1 hectárea de soja se pueden producir pérdidas en el rendimiento de soja del 1%. Otro de los estudios demostró reducciones en el rinde de soja del 7%,19%, 27%, 31% y 32% por grupos que tenían 1,4,7,10 y 13 plantas, respectivamente, con una densidad constante de 1 grupo por cada 2,15 m2. El umbral de pérdida actual está considerado en 1 o 2 maíces guachos por cada 9 m2.
Por otra parte, Pedersen mencionó que la presencia de maíz guacho con resistencia a herbicida y Bt puede presentar problemas, tanto para el manejo de malezas como para el manejo de insectos resistente, pudiendo facilitar una evolución más rápida de poblaciones de gusano de raíz resistente a Bt.
Como recomendación Pedersen enfatizó en evitar el uso del mismo “trait” de resistencia a herbicida en maíz y en soja, conocer los antecedentes del lote para un mejor control y minimizar las perdidas de granos de maíz en el lote, ya sea como consecuencia de caída de espigas, vuelco de plantas y/o calibraciones de la cosechadora.
Durante la tarde también se contó con la presencia del equipo de investigación de maíz de Nidera, donde el Ing. Daniel Novoa presentó el programa, sus avances y hacia donde están orientados para lograr mayor rendimiento y estabilidad en los nuevos híbridos de maíz, con el uso de dobles haploides, marcadores moleculares y nuevas tecnologías en transgenesis.
Como cierre final, se contó con la presencia del economista Orlando Ferreres quién mostró un análisis sobre indicadores económicos y políticos tanto nacionales como mundiales.
Los directores del departamento de semillas de Nidera, Francisco Firpo y Pablo Bergadá, consideraron muy enriquecedor este tipo de talleres, al igual que todos los asesores y empresas que participaron. Nidera con este Taller Tecnológico estaría continuando con una secuencia de talleres de primer nivel orientados a capacitar a productores y profesionales del sector agropecuario.
Continuando con la capacitación que Nidera brinda a sus clientes y asesores técnicos, el 29 de septiembre se llevó a cabo en el Hotel Four Seasons de Buenos Aires un Taller Tecnológico.
En el primer módulo se habló sobre una problemática importante que se está visualizando cada vez más en nuestro país: la presencia de malezas resistentes a glifosato, y sus efectos en el cultivo de soja y trigo. El Ing. Juan Carlos Papa de INTA Oliveros y el Ing. Mario Vigna del INTA Bordenave disertaron sobre estos temas.
Papa comentó que debido a la ausencia de labranzas, escasez de rotaciones y elevada dependencia del control químico con predominio del glifosato, se está favoreciendo cada vez más la presencia de diferentes especies con tolerancia o resistencia a glifosato. La raíz del problema sería su uso rutinario, muchas veces irracional, fuera de un programa de manejo que considera el monitoreo de las malezas “bien hecho”, la biología, la confección de registros, así como las rotaciones y el uso de diferentes herbicidas combinados con métodos de control no químicos. Según Papa, a nivel mundial ya se han reportado más de 16 especies con esta resistencia.
Por otra parte, el Ing. Vigna hizo mención a una de las principales malezas en el cultivo de trigo, el Raigras, que ya ha presentado antecedentes de resistencia a glifosato. Es imprescindible, según mencionaba, la identificación y caracterización de dichas poblaciones para ajustar los tratamientos a realizar. Por lo general, el Raigrás que crece en los bordes de alambrados, banquinas o sectores de lotes no cultivables, serían un reservorio de individuos sensibles que aportarían polen para la hibridación.
El segundo módulo del taller fue orientado a la fisiología del maíz, donde el Dr. Gustavo Maddonni, de la Universidad de Buenos Aires, habló sobre las bases eco-fisiológicas del período crítico del control de malezas en maíz, fundamentadas básicamente en la habilidad competitiva de las plantas de maíz para la captura de recursos necesarios para su crecimiento. Maddonni comentó que en etapas tempranas (previas a V3), las plantas de maíz no tienen habilidad competitiva, sin embargo, su crecimiento lo logran a expensas de sus reservas. Por el contrario, en la etapa siguiente, la captura de recursos dependerá del desarrollo vegetativo y radical. En esta etapa, ya sea por procesos competitivos o no competitivos, se puede generar variabilidad temprana del crecimiento de las plantas, dando como resultado diferentes tamaños de plantas. Dicha variabilidad puede ser parcialmente revertida durante en la etapa siguiente, con una mejor oferta de recursos edáficos.
A continuación el Dr. Lucas Borras, de la Universidad de Rosario, expuso su trabajo sobre la relación que hay entre el crecimiento de la planta de maíz alrededor de floración y la variación en la estabilidad de rendimientos frente a cambios ambientales. Según Borras, el número de granos fijados es dependiente de la acumulación de biomasa en la espiga alrededor de floración, dependiendo ésta del crecimiento de las plantas durante dicho período. Frente a variaciones en oferta ambiental las diferencias de estabilidad del rendimiento están explicadas por diferencias genotípicas, tanto de la sensibilidad del crecimiento de las plantas como del patrón de crecimiento de la espiga.
Como invitado especial el taller contó con la presencia del Dr. Palle Pedersen de la Universidad de Iowa, USA, quien vino exclusivamente para disertar sobre la problemática del Maíz Guacho RR como maleza en el cultivo de soja. Aproximadamente el 90% de la superficie de soja de dicho país, se realiza con sojas RR y el 40% de la superficie de maíz es sembrada con maíces RR. Debido a que ambos cultivos comparten la misma tecnología, el maíz guacho se transformó en una maleza dentro del cultivo de soja, trayendo como consecuencia importantes bajas en el rendimiento final, debido a problemas mecánicos en la cosecha y a la reducción en la calidad de granos. A su vez, el sistema de labranza reducida y el avance de la siembra directa dificultaron aún más el control de esta nueva maleza. Si se considera que una mata de maíz es el producto de la germinación de una espiga caída en el lote, se comprobó que por cada 185 matas presentes en 1 hectárea de soja se pueden producir pérdidas en el rendimiento de soja del 1%. Otro de los estudios demostró reducciones en el rinde de soja del 7%,19%, 27%, 31% y 32% por grupos que tenían 1,4,7,10 y 13 plantas, respectivamente, con una densidad constante de 1 grupo por cada 2,15 m2. El umbral de pérdida actual está considerado en 1 o 2 maíces guachos por cada 9 m2.
Por otra parte, Pedersen mencionó que la presencia de maíz guacho con resistencia a herbicida y Bt puede presentar problemas, tanto para el manejo de malezas como para el manejo de insectos resistente, pudiendo facilitar una evolución más rápida de poblaciones de gusano de raíz resistente a Bt.
Como recomendación Pedersen enfatizó en evitar el uso del mismo “trait” de resistencia a herbicida en maíz y en soja, conocer los antecedentes del lote para un mejor control y minimizar las perdidas de granos de maíz en el lote, ya sea como consecuencia de caída de espigas, vuelco de plantas y/o calibraciones de la cosechadora.
Durante la tarde también se contó con la presencia del equipo de investigación de maíz de Nidera, donde el Ing. Daniel Novoa presentó el programa, sus avances y hacia donde están orientados para lograr mayor rendimiento y estabilidad en los nuevos híbridos de maíz, con el uso de dobles haploides, marcadores moleculares y nuevas tecnologías en transgenesis.
Como cierre final, se contó con la presencia del economista Orlando Ferreres quién mostró un análisis sobre indicadores económicos y políticos tanto nacionales como mundiales.
Los directores del departamento de semillas de Nidera, Francisco Firpo y Pablo Bergadá, consideraron muy enriquecedor este tipo de talleres, al igual que todos los asesores y empresas que participaron. Nidera con este Taller Tecnológico estaría continuando con una secuencia de talleres de primer nivel orientados a capacitar a productores y profesionales del sector agropecuario.
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