La Ciudad necesita reducir de forma urgente la cantidad de residuos que se entierra en el Ceamse porque en 2012, este relleno sanitario se quedará sin lugar físico disponible. Por eso, desde la Jefatura de Gabinete estudian la implementación de un sistema de incineración por plasma, una técnica que Greenpeace rechaza de plano por contaminante. El ministro de Espacio Público, Diego Santilli también se aleja de esta idea y encabeza una convocatoria pública para discutir otras tecnologías.
Desde 2007, rige en Buenos Aires la Ley de Basura Cero, una norma orientada a la reducción de residuos y a la eliminación progresiva de los rellenos sanitarios.
Sin embargo, cada día la Ciudad produce más cantidad de basura y continúa dependiendo de la provincia de Buenos Aires para la disposición final de sus residuos urbanos. Casi dos millones de toneladas al año, que son enterradas en el relleno de la Coordinación Ecológica Area Metropolitana (C.E.A.M.S.E), ubicado en San Martín.
El problema más grave y urgente es que este relleno está colapsado, y que, según afirman los expertos en el tema, para 2012 se quedará sin lugar físico disponible.
Por esa razón, desde el gobierno porteño se estudian distintas opciones para disminuir los volúmenes que se producen a diario.
Fuentes especializadas del sector precisaron a LPO que el Jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, está particularmente interesado en promover la implementación de un nuevo sistema de quema, conocido mundialmente como “incineración por gasificación, pirólisis y arco de plasma” (esta tecnología calienta los residuos a altas temperaturas en ambientes con baja presencia de oxígeno y los transforma en residuos gaseosos, sólidos y líquidos que luego se someten a combustión).
Sobre esta iniciativa, la organización ambientalista Greenpeace expresó su preocupación y agregó “prudentemente, el texto de la ley “Basura Cero”, incluye la prohibición a la incineración de residuos sólidos urbanos, ya sea dentro de la ciudad o en otras jurisdicciones, por lo menos hasta que se reduzca en un 75% la cantidad de residuos sólidos urbanos depositados en rellenos sanitarios”.
También desde Greenpeace explicaron que “aunque estas tecnologías tienen hoy mucha publicidad, lo cierto es que en los últimos años muchas plantas no lograron superar la etapa de prueba o debieron cerrar por diversos problemas operativos tales como explosiones e interrupciones en el funcionamiento”.
Mientras se levanta la polémica por esta nueva tecnología de quema de la basura, el ministro de Espacio Público Diego Santilli se despega de esta propuesta y prepara para el mes de octubre una convocatoria pública para que distintas empresas presenten sus proyectos de reducción de los volúmenes de residuos.
En este sentido, Santilli convocó hoy a una reunión a los órganos de control porteños -la Defensoría del Pueblo, la Auditoria de la Ciudad y el Ente Regulador de los Servicios Públicos- para que lo acompañen en esta búsqueda de nuevas tecnologías, de aquí al año que viene.
(Fuente: La Política OnLine).
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