domingo, enero 29, 2012

Los negocios millonarios detrás de la demorada planta de agua potable de la provincia

Como en cada verano, la provincia vuelve a reflotar la licitación de una planta potabilizadora para La Plata, por $790 millones. Aguas Bonaerenses S.A trabaja en el armado de los pliegos que favorecerán a un puñado de empresas. Todas relacionadas con los sectores que ya controlan la compañía.
Una vez más aparece información que da cuenta de avances en la licitación de una nueva planta potabilizadora en la ciudad de La Plata. Una obra de unos $790 millones que beneficiará a al grupo israelí Mekorot y Ashtrom BV en una asociación con la empresa 5 de Septiembre SA, la compañía del gremio que controla Aguas Bonaerenses S.A., y de la que participan también las constructoras Mako y Eleprint.
La idea es reemplazar a la actual planta Donato Gerardi, construida hace más de 50 años y ya casi obsoleta. Para esto, Daniel Scioli recibió apenas iniciada su gestión una propuesta del grupo israelí.
Esta licitación -anunciada una y otra vez- ya lleva más de dos año de retraso. Allí se ubican como partes clave de un rompecabezas las empresas que rodean al directorio de Absa. Un extraño rejunte de nombres propios y sectores empresarios que sorprendería al más desprevenido.

Los actores detrás del negocio
En principio, quienes acercaron el negocio a Daniel Scioli fueron las cabezas que controlan Absa, la poderosa empresa encargada de la prestación del servicios de agua potable en más de 60 distritos de la Provincia.
El titular de la empresa, Guillermo Scarcella, fue quien realizó el lobby y quien acercó el negocio al Gobernador. Según pudo saber La Política Online, Scarcella realizó varios viajes a Israel para contactar con los empresarios de Mekorot Water Company, una compañía de capital público nacional de agua que provee el 90% del agua potable de Israel.
El resto de los sectores que controlan la empresa aparecen -de cara a la licitación- en sociedad con la compañía israelí. Uno de ellos es la empresa 5 de Septiembre SA, una compañía vinculada al Sindicato de Obras Sanitarias (Sosba).
El peso del gremio sobre la empresa aparece en cada decisión que se toma en Absa. Es que la compañía de aguas cuenta con un paquete accionario conformado por el Estado provincial en un 90% y los trabajadores nucleados en el sindicato en un 10%.
El secretario general de Sosba es Jorge Castro, quien controla a los trabajadores desde hace años y sin oposición alguna al frente de la agrupación 5 de Septiembre. Numerosos empleados y hasta gerentes responden directamente al sindicato.
Hay quienes sostienen incluso que, en las decisiones de la empresa, pesa más las directivas que imparte el sindicato que las del propio Scarcella.

Política y farándula
Pero en esta asociación de empresas también se sumarán Mako y Eleprint. La primara es una compañía constructora que tiene en su directorio al abogado Marcelo Salinas, un conocido lobbysta que fue funcionario del área de Transporte durante la presidencia de Carlos Menem.
A Salinas se lo señala como representante de Mekorot Water Company y con vinculación directa dentro de Absa en un triángulo de negocios y relaciones personales que incluyen la farándula.
Salinas es socio del estudio Salomoni, Caellia, Salinas & Asociados y contrajo matrimonio con la vedette María Eugenia Ritó. Dentro de Aguas Bonaerenses aseguran que familiares de Ritó trabajan en las oficinas centrales ubicadas en el centro de la ciudad de La Plata.
En cuanto a Eleprint, es señalada como una empresa platense relacionada con los grupos de poder de la capital provincial, entre ellos el diario El Día. La compañía compite en la mayoría de las licitaciones de obra pública en esa ciudad.

Sin soluciones a corto plazo
Aguas Bonaerenses S.A es quizás la empresa del gobierno provincial más cuestionada de la gestión de Daniel Scioli. Cuenta con una infraestructura obsoleta que pone en crisis la provisión de agua potable durante cada verano. La Plata y Bahía Blanca son las zonas más comprometidas y en ninguno de los casos tendrá haber soluciones a corto plazo.
Pese a los anuncios de las megaobras -reiterados hasta el cansancio- no existe, en lo concreto avances significativos en lo que va de gestión sciolista. De avanzar en el proyecto de la planta potabilizadora israelí, recién podría existir una provisión adecuada dentro de unos cuatro años.
Se desconocen los inconvenientes que atrasan la licitación de la obra. Hay quienes aseguran que se trata de un dinero que la provincia no está dispuesta a pagar. El costo de la obra fue estimado inicialmente en U$S90 millones. Pero ahora el monto ascendería a unos U$S180 millones.
Pero fuentes de la empresa destacan además que existen dificultades con los niveles de potabilización de agua potable. Según explican, en Israel estos niveles son más bajos que los permitidos por la legislación argentina.
Como sea, distintos puntos de la Provincia padecen deficiencias en la provisión de agua potable. En particular en los meses de enero y febrero. Todos los cañones apuntan Guillermo Scarcella, el gerente general de la empresa. El funcionario es un abogado respetado en el mundo del derecho. Amigo personal de los jueces más importantes e íntimo de Scioli. Oriundo de Tandil, allí Scarcella cuenta con varias propiedades en las que el Gobernador descansa durante sus incursiones al interior de la Provincia.
Otro cuestionado es Jorge Radivoj, gerente general y virtual N° 2 de la empresa un empresario que supo ser la mano derecha de Alfredo Yabrán y CEO del correo OCA hasta que la empresa -ya en manos del grupo Exxel- pasó a ser propiedad de un grupo de bancos acreedores. (La Política OnLine).

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