(InfoBAN). El 08/09/2008 se publicó en este portal de noticias (InfoBAN) una nota titulada “TBA un gigante inútil” donde se preanuncia una situación ahora concretada.
Nuestro país presenta una ausencia absoluta de un plan nacional de transportes, pero no desde el Kirchnerismo o el menemismo, sino histórico. Dos pruebas irrefutables son, una, la configuración de la red ferroviaria fue trazada a la medida del Imperio inglés y nunca fue modificada. Dos, las rutas nacionales 3, 7 y 8, que atraviesan los corredores productivos más ricos del mundo, todavía son cintas asfálticas de doble mano, solo que ahora concesionadas a peaje.
Aquí reproducimos la nota publicada a partir de la quema de algunos vagones en la estación Haedo, en un hecho aún no esclarecido:
“La empresa que formaron los hermanos Cirigliano a partir de dos colectivos y compartir partidos de golf con el ex presidente Menem maneja hoy dos de los tres más grandes complejos ferroviarios de América Latina, el ex Sarmiento y el ex Mitre, el primero tiene 193 Kms. de vías, 36 eléctricas y 157 diesel, en sus ramales, suburbano, Once-Moreno, y dos interurbanos, a Mercedes y a Lobos. 40 estaciones en Capital, Tres de Febrero, La Matanza, Morón, Ituzaingó, Merlo, Moreno, Marcos Paz, Las Heras, Lobos, General Rodríguez, Luján y Mercedes.
El viejo Mitre tiene 185 Kms. 58 eléctricas y 127 diesel, entre los suburbanos Retiro-Tigre, Retiro-José León Suárez y Mitre, y los dos interurbanos a Capilla del Señor y a Zárate.
40 estaciones en Vicente López, San Isidro, San Fernando, Tigre, San Martín, Escobar, Campana y Zárate. Por ejemplo en Vicente López, uno de los distritos “suizos” del conurbano, tiene 7 estaciones, en San Martín el distrito más industrial, tiene 8.
4.200 empleados que corren 1.000 trenes por día, que en el año 2007 vendieron 191 millones de boletos.
Desde que se hizo cargo de la concesión, en el año 1995 el porcentaje de usuarios del Mitre creció de 53.000 pasajeros a 75.000, y en el Sarmiento de 81.000 a 115.000.
Además TBA tiene el servicio Vip a Puerto Madero y el tren a Rosario.
Por lo que se puede ver, es el complejo de transportes más importante de la segunda área más importante en población, y la primera en generación de riqueza.
Además este monopolio es multiplicado por las numerosas líneas de colectivos que el mismo grupo tiene en las áreas cercanas a los ramales, y la participación minoritaria en el San Martín y el Roca.
A pesar de los subsidios millonarios, de la participación en empresas productoras de material ferroviario que le vende a ellos mismos y paga el Estado, a TBA el servicio le queda grande, ganan bien, se expanden hasta tener una participación en el subte de Río de Janeiro, pero sus usuarios no los aguantan más.
Cuando la pueblada incendió la estación de Haedo, la empresa se comprometió a hacer correr los trenes de dos pisos, que pueden llevar un 40% más de pasajeros, pero en estos 2 años apenas corrieron a modo de pruebas,
En el Sarmiento tenían una sola formación con aire acondicionado que andaba, era la que quemaron en Merlo.
Si bien nuestro país tiene una enorme desplanificación urbana que hace que, con un extenso territorio, millones nos apretemos en el conurbano y la capital, y es posible que esto vaya empeorando con el tiempo, es evidente que la estrategia de concesionar los ramales a empresas privadas, algunas todavía inexpertas en los manejos ferroviarios, es uno de los peores fracasos de los paradigmas neoliberales, que todavía cuesta mejorar.
La única solución es volver a la empresa estatal, abierta a la inversión extranjera, aunque sea por un tiempo, el que lleve volver a estructurar una empresa que llevó años y generaciones construir, y que demolieron de un plumazo prometiendo un oro y un moro que jamás vimos. No es fácil, habrá muchos intereses en contra, pero hoy por hoy y hacia el futuro, es la única salida posible”.
Nuestro país presenta una ausencia absoluta de un plan nacional de transportes, pero no desde el Kirchnerismo o el menemismo, sino histórico. Dos pruebas irrefutables son, una, la configuración de la red ferroviaria fue trazada a la medida del Imperio inglés y nunca fue modificada. Dos, las rutas nacionales 3, 7 y 8, que atraviesan los corredores productivos más ricos del mundo, todavía son cintas asfálticas de doble mano, solo que ahora concesionadas a peaje.
Aquí reproducimos la nota publicada a partir de la quema de algunos vagones en la estación Haedo, en un hecho aún no esclarecido:
“La empresa que formaron los hermanos Cirigliano a partir de dos colectivos y compartir partidos de golf con el ex presidente Menem maneja hoy dos de los tres más grandes complejos ferroviarios de América Latina, el ex Sarmiento y el ex Mitre, el primero tiene 193 Kms. de vías, 36 eléctricas y 157 diesel, en sus ramales, suburbano, Once-Moreno, y dos interurbanos, a Mercedes y a Lobos. 40 estaciones en Capital, Tres de Febrero, La Matanza, Morón, Ituzaingó, Merlo, Moreno, Marcos Paz, Las Heras, Lobos, General Rodríguez, Luján y Mercedes.
El viejo Mitre tiene 185 Kms. 58 eléctricas y 127 diesel, entre los suburbanos Retiro-Tigre, Retiro-José León Suárez y Mitre, y los dos interurbanos a Capilla del Señor y a Zárate.
40 estaciones en Vicente López, San Isidro, San Fernando, Tigre, San Martín, Escobar, Campana y Zárate. Por ejemplo en Vicente López, uno de los distritos “suizos” del conurbano, tiene 7 estaciones, en San Martín el distrito más industrial, tiene 8.
4.200 empleados que corren 1.000 trenes por día, que en el año 2007 vendieron 191 millones de boletos.
Desde que se hizo cargo de la concesión, en el año 1995 el porcentaje de usuarios del Mitre creció de 53.000 pasajeros a 75.000, y en el Sarmiento de 81.000 a 115.000.
Además TBA tiene el servicio Vip a Puerto Madero y el tren a Rosario.
Por lo que se puede ver, es el complejo de transportes más importante de la segunda área más importante en población, y la primera en generación de riqueza.
Además este monopolio es multiplicado por las numerosas líneas de colectivos que el mismo grupo tiene en las áreas cercanas a los ramales, y la participación minoritaria en el San Martín y el Roca.
A pesar de los subsidios millonarios, de la participación en empresas productoras de material ferroviario que le vende a ellos mismos y paga el Estado, a TBA el servicio le queda grande, ganan bien, se expanden hasta tener una participación en el subte de Río de Janeiro, pero sus usuarios no los aguantan más.
Cuando la pueblada incendió la estación de Haedo, la empresa se comprometió a hacer correr los trenes de dos pisos, que pueden llevar un 40% más de pasajeros, pero en estos 2 años apenas corrieron a modo de pruebas,
En el Sarmiento tenían una sola formación con aire acondicionado que andaba, era la que quemaron en Merlo.
Si bien nuestro país tiene una enorme desplanificación urbana que hace que, con un extenso territorio, millones nos apretemos en el conurbano y la capital, y es posible que esto vaya empeorando con el tiempo, es evidente que la estrategia de concesionar los ramales a empresas privadas, algunas todavía inexpertas en los manejos ferroviarios, es uno de los peores fracasos de los paradigmas neoliberales, que todavía cuesta mejorar.
La única solución es volver a la empresa estatal, abierta a la inversión extranjera, aunque sea por un tiempo, el que lleve volver a estructurar una empresa que llevó años y generaciones construir, y que demolieron de un plumazo prometiendo un oro y un moro que jamás vimos. No es fácil, habrá muchos intereses en contra, pero hoy por hoy y hacia el futuro, es la única salida posible”.
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