Ayer circularon trascendidos sobre una posible renuncia de la procuradora general. Está en la mira por su estrecha relación con el duhaldismo, las falencias en la gestión y los sistemáticos aprietes a fiscales.
La procuradora general de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, María del Carmen “La Pochi” Falbo, estaría en la cuerda floja, debido a los avances que estaría registrando el proyecto que se está debatiendo en la Legislatura bonaerense que, entre otros puntos, contempla recortarle poder mediante la creación de una defensoría general.
Tal como lo viene informando este diario, en caso de aprobarse esta iniciativa, Falbo perdería la mitad de las funciones que actualmente tiene asignadas ya que es la jefa de los fiscales y de los defensores oficiales de la Provincia.
En ese contexto, ayer circularon distintos rumores, en los tribunales platenses, acerca de que las horas de la procuradora estarían contadas. Y se comentó con insistencia la posibilidad de que “La Pochi” presente su renuncia indeclinable.
Amplios sectores políticos, incluido el kirchnerismo, la tendrían entre ceja y ceja. Falbo está en la mira -además de las serias falencias que mostró en la gestión y de los aprietes sistemáticos que denunciaron distintos fiscales que no se encuentran en su sintonía política- por sus estrechos vínculos con el expresidente Eduardo Duhalde, al que acompañó en la Gobernación provincial como subsecretaria y posteriormente secretaria de Justicia durante el período 1995-1999. Tiempo más tarde, Falbo siguió su derrotero duhaldista como diputada nacional hasta llegar a ostentar su actual cargo en el Ministerio Público. Su llegada se produjo en el año 2004 cuando el entonces gobernador Felipe Solá, por sugerencia de Duhalde, la impulsó para suceder en el cargo al fallecido Matías de la Cruz.
El año pasado, Falbo se vio salpicada por un escándalo cuando el fiscal Leandro Heredia difundió una cámara oculta que mostraba a un operador político de “La Pochi” presionando al mencionado funcionario público para que renunciara. Lo ocurrido derivó en una denuncia penal que, actualmente, tramita en los tribunales de Mar del Plata.
La procuradora general de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, María del Carmen “La Pochi” Falbo, estaría en la cuerda floja, debido a los avances que estaría registrando el proyecto que se está debatiendo en la Legislatura bonaerense que, entre otros puntos, contempla recortarle poder mediante la creación de una defensoría general.
Tal como lo viene informando este diario, en caso de aprobarse esta iniciativa, Falbo perdería la mitad de las funciones que actualmente tiene asignadas ya que es la jefa de los fiscales y de los defensores oficiales de la Provincia.
En ese contexto, ayer circularon distintos rumores, en los tribunales platenses, acerca de que las horas de la procuradora estarían contadas. Y se comentó con insistencia la posibilidad de que “La Pochi” presente su renuncia indeclinable.
Amplios sectores políticos, incluido el kirchnerismo, la tendrían entre ceja y ceja. Falbo está en la mira -además de las serias falencias que mostró en la gestión y de los aprietes sistemáticos que denunciaron distintos fiscales que no se encuentran en su sintonía política- por sus estrechos vínculos con el expresidente Eduardo Duhalde, al que acompañó en la Gobernación provincial como subsecretaria y posteriormente secretaria de Justicia durante el período 1995-1999. Tiempo más tarde, Falbo siguió su derrotero duhaldista como diputada nacional hasta llegar a ostentar su actual cargo en el Ministerio Público. Su llegada se produjo en el año 2004 cuando el entonces gobernador Felipe Solá, por sugerencia de Duhalde, la impulsó para suceder en el cargo al fallecido Matías de la Cruz.
El año pasado, Falbo se vio salpicada por un escándalo cuando el fiscal Leandro Heredia difundió una cámara oculta que mostraba a un operador político de “La Pochi” presionando al mencionado funcionario público para que renunciara. Lo ocurrido derivó en una denuncia penal que, actualmente, tramita en los tribunales de Mar del Plata.
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