La industria automotriz registró en la Argentina una baja productiva del 12,2 % durante agosto frente al mismo mes del año pasado y del 2,7 % con respecto a julio de este año, mientras las ventas nacionales a otros destinos cayeron 6,5 % y las exportaciones a Brasil bajaron 9,6 %.
La Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) informó que la caída de ventas nacionales a otros destinos fue del 6,5 por ciento con respecto a agosto de 2012.
En tanto, las exportaciones a Brasil bajaron en un 9,6 por ciento. El sector sólo había sufrido otra baja con Brasil en febrero, pero del 2%. Los menores envíos a ese país ya provocaron la suspensión de personal en varias automotrices como Fiat y Volkswagen.
Estos números muestran la primera caída de la industria automotriz desde febrero de este año, aunque la producción aún mantiene un registro de suba del 12,4 por ciento en el total de en los ocho primeros meses de 2013.
El vicepresidente de la Asociación de Concesionarios Automotores Argentinos (ACARA), Dante Álvarez, expresó en declaraciones a Radio 10 que la caída en la producción tiene como principal causa la baja demanda brasilera.
Desde ADEFA explicaron que en agosto se produjeron en el país 69.922 unidades, de las que 33.528 se exportaron y las restantes quedaron para el mercado interno.
Las fábricas agregaron otros inconvenientes a la hora de explicar la caída. Según publicó hoy El Cronista, algunos explicaron problemas con los barcos o reacomodamientos de las plantas por nuevos modelos. Hubo otros que se animaron a señalar que se llegó al cupo para vender a México, país con el que hay un acuerdo de importaciones y exportación. No obstante, nadie pone en duda la “brasildependencia” de la industria automotriz argentina y que el mercado del vecino país entró en terreno negativo a finales de agosto.
El problema podría comenzar a incrementarse por la depreciación del real, la moneda brasileña.
Ocurre que lo que determina el ritmo de las exportaciones de vehículos a Brasil es fundamentalmente la demanda por los modelos fabricados en la Argentina y, en este sentido, la modificación de la cotización de la moneda del país vecino respecto del dólar trae un riesgo oculto para la producción automotriz argentina, ya que el de Brasil es uno de los mercados con autos más caros del mundo, y la depreciación de su moneda generará, en el corto plazo, una mayor presión sobre los precios de los vehículos que ya han ido aumentando este año y que sufrirán desde enero próximo un nuevo aumento. (Empresas News).
En tanto, las exportaciones a Brasil bajaron en un 9,6 por ciento. El sector sólo había sufrido otra baja con Brasil en febrero, pero del 2%. Los menores envíos a ese país ya provocaron la suspensión de personal en varias automotrices como Fiat y Volkswagen.
Estos números muestran la primera caída de la industria automotriz desde febrero de este año, aunque la producción aún mantiene un registro de suba del 12,4 por ciento en el total de en los ocho primeros meses de 2013.
El vicepresidente de la Asociación de Concesionarios Automotores Argentinos (ACARA), Dante Álvarez, expresó en declaraciones a Radio 10 que la caída en la producción tiene como principal causa la baja demanda brasilera.
Desde ADEFA explicaron que en agosto se produjeron en el país 69.922 unidades, de las que 33.528 se exportaron y las restantes quedaron para el mercado interno.
Las fábricas agregaron otros inconvenientes a la hora de explicar la caída. Según publicó hoy El Cronista, algunos explicaron problemas con los barcos o reacomodamientos de las plantas por nuevos modelos. Hubo otros que se animaron a señalar que se llegó al cupo para vender a México, país con el que hay un acuerdo de importaciones y exportación. No obstante, nadie pone en duda la “brasildependencia” de la industria automotriz argentina y que el mercado del vecino país entró en terreno negativo a finales de agosto.
El problema podría comenzar a incrementarse por la depreciación del real, la moneda brasileña.
Ocurre que lo que determina el ritmo de las exportaciones de vehículos a Brasil es fundamentalmente la demanda por los modelos fabricados en la Argentina y, en este sentido, la modificación de la cotización de la moneda del país vecino respecto del dólar trae un riesgo oculto para la producción automotriz argentina, ya que el de Brasil es uno de los mercados con autos más caros del mundo, y la depreciación de su moneda generará, en el corto plazo, una mayor presión sobre los precios de los vehículos que ya han ido aumentando este año y que sufrirán desde enero próximo un nuevo aumento. (Empresas News).
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