Dos años después de haber sido aprobado en el país, el primer implante anticonceptivo subdérmico de larga duración acaba de ser incluido en el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud de la Nación.
Dos años después de haber sido aprobado en el país, el primer implante anticonceptivo subdérmico de larga duración acaba de ser incluido en el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud de la Nación.
A partir de esta medida, las obras sociales sindicales, de dirección y las prepagas lo deben cubrir al 100% de acuerdo a lo que exige Programa Médico Obligatorio (PMO). Aunque en un primer momento sólo estará disponible para adolescentes de entre 15 y 19 años que hayan cursado un embarazo en el último año, el novedoso dispositivo será universal a partir de 2015. Algo que muchos médicos y pacientes todavía desconocen.
“Es una muy buena noticia, porque se trata de un anticonceptivo sumamente eficaz”, celebra la Dra. Marisa Labovsky, médica ginecóloga y especialista en endocrinología ginecológica de la Universidad Favaloro, quien agrega: “Al ser colocado por un médico en el consultorio, tiene una efectividad muy alta y no requiere ningún tipo de seguimiento. Se implanta y a los tres años simplemente hay que cambiarlo. En cambio, las usuarias del DIU deben cumplir controles médicos, y las pastillas son teóricamente muy efectivas pero clínicamente no es tan así porque dependen de que la mujer se acuerde de tomarla todos los días”.
Del tamaño de un fósforo, el implante consiste en una varilla suave y flexible que se coloca bajo la piel en la parte interna del antebrazo, desde donde libera en forma continua la hormona etonogestrel (progesterona) durante 3 años. Evita el embarazo en un 99% de los casos y es un método reversible, ya que la mujer se lo puede sacar cuando quiere. Además, es de fácil colocación, no duele ni molesta, evita que sus usuarias tengan que tomar una píldora al día y permite la anticoncepción durante la lactancia. En el país se comercializa desde 2012.
“Hace casi 2 años que me lo implanté y estoy feliz. Es 100% recomendable; de hecho me la paso diciéndole a mis clientas que no duden en usarlo. Nunca tuve ningún problema y ya sé que cuando se cumplan los tres años lo voy a volver a elegir”, dice contundente Jesscia Sciola, una especialista en alisado del cabello que vive en Boulogne y es madre de dos varones (16 años y 12 años).
“Yo usé parches anticonceptivos casi ocho años, pero a los 35 o 36 años mi ginecóloga me dijo que al ser fumadora ya tenía que dejar de usarlos. Entré en crisis porque como no tengo conducta no quería pastillas por temor a hacer desastres por olvidarme de tomar alguna y nunca quise saber nada con el DIU”, señala Sciola.
En este punto, Labovsky aclara que el implante “es una opción que no tiene ninguna contraindicación; no hay límite de edad para utilizarlo y es apto para fumadoras o personas con hipertensión, por ejemplo”. Hay que tener en cuenta que no se vende en farmacias sino que hay que solicitárselo al médico. Y que debe ser colocado sólo por aquellos especialistas que hayan recibido el entrenamiento que se exige para poder implantarlo.
Valeria Dorza tiene 30 años, hace trabajos de pastelería por encargo y optó por el implante hace un año y un mes. “Cuando mi médica me lo ofreció, me pareció un sueño hecho realidad: olvidarme del tema por tres años seguidos y sin las complicaciones que tuve con el DIU, que me generaba unos dolores y hemorragias tremendos. También dejé atrás la preocupación por la constancia diaria que implican las pastillas”, explica, y dice que le sorprende la cantidad de gente que todavía desconoce este novedoso método anticonceptivo.
Jesscia se enteró de la existencia del implante a través de un informe en la televisión.
“Me pareció fantástico, pero pensé que acá nunca iba a llegar o que saldría muchísimo dinero. Cuando mi ginecóloga me dijo que ella me lo podía colocar y que encima no era tan caro ni lo dudé. Fui la quinta paciente a la que se lo implantó. No me dolió absolutamente nada: me puso la anestesia local, sacó la pistolita y a los 20 segundos ya lo tenía en el brazo. Es como cuando te ponés aritos”, recuerda esta mujer de 37 años, que dice que el único efecto adverso que tuvo fue un hematoma indoloro en la zona donde lo colocaron. Por su parte, Valeria cuenta que “apenas me molestó un poco los primeros días y se me puso roja la piel en la zona donde me lo colocaron, pero hoy ni lo siento”.
La Dra. Labosvky menciona otros beneficios: “El implante subdérmico evita los dolores menstruales y en la mayoría de los casos disminuye enormemente el sangrado menstrual o incluso desaparece. Y esto no representa ningún riesgo para la salud sino todo lo contrario; diría que es una ventaja por la comodidad y porque, por ejemplo, protege contra el cáncer de endometrio”. Desde su experiencia personal, Valeria Doza le da la razón: “No menstruo nada ni tengo los dolores típicos del síndrome pre menstrual. Yo sólo le encuentro beneficios y en tres años, cuando tenga que cambiarlo, no voy a dudarlo”, asegura.
Como este dispositivo no ofrece ninguna protección contra el VIH/Sida y otras infecciones de transmisión sexual, siempre se recomienda el uso del doble método con el preservativo. (Asteriscos TV).
A partir de esta medida, las obras sociales sindicales, de dirección y las prepagas lo deben cubrir al 100% de acuerdo a lo que exige Programa Médico Obligatorio (PMO). Aunque en un primer momento sólo estará disponible para adolescentes de entre 15 y 19 años que hayan cursado un embarazo en el último año, el novedoso dispositivo será universal a partir de 2015. Algo que muchos médicos y pacientes todavía desconocen.
“Es una muy buena noticia, porque se trata de un anticonceptivo sumamente eficaz”, celebra la Dra. Marisa Labovsky, médica ginecóloga y especialista en endocrinología ginecológica de la Universidad Favaloro, quien agrega: “Al ser colocado por un médico en el consultorio, tiene una efectividad muy alta y no requiere ningún tipo de seguimiento. Se implanta y a los tres años simplemente hay que cambiarlo. En cambio, las usuarias del DIU deben cumplir controles médicos, y las pastillas son teóricamente muy efectivas pero clínicamente no es tan así porque dependen de que la mujer se acuerde de tomarla todos los días”.
Del tamaño de un fósforo, el implante consiste en una varilla suave y flexible que se coloca bajo la piel en la parte interna del antebrazo, desde donde libera en forma continua la hormona etonogestrel (progesterona) durante 3 años. Evita el embarazo en un 99% de los casos y es un método reversible, ya que la mujer se lo puede sacar cuando quiere. Además, es de fácil colocación, no duele ni molesta, evita que sus usuarias tengan que tomar una píldora al día y permite la anticoncepción durante la lactancia. En el país se comercializa desde 2012.
“Hace casi 2 años que me lo implanté y estoy feliz. Es 100% recomendable; de hecho me la paso diciéndole a mis clientas que no duden en usarlo. Nunca tuve ningún problema y ya sé que cuando se cumplan los tres años lo voy a volver a elegir”, dice contundente Jesscia Sciola, una especialista en alisado del cabello que vive en Boulogne y es madre de dos varones (16 años y 12 años).
“Yo usé parches anticonceptivos casi ocho años, pero a los 35 o 36 años mi ginecóloga me dijo que al ser fumadora ya tenía que dejar de usarlos. Entré en crisis porque como no tengo conducta no quería pastillas por temor a hacer desastres por olvidarme de tomar alguna y nunca quise saber nada con el DIU”, señala Sciola.
En este punto, Labovsky aclara que el implante “es una opción que no tiene ninguna contraindicación; no hay límite de edad para utilizarlo y es apto para fumadoras o personas con hipertensión, por ejemplo”. Hay que tener en cuenta que no se vende en farmacias sino que hay que solicitárselo al médico. Y que debe ser colocado sólo por aquellos especialistas que hayan recibido el entrenamiento que se exige para poder implantarlo.
Valeria Dorza tiene 30 años, hace trabajos de pastelería por encargo y optó por el implante hace un año y un mes. “Cuando mi médica me lo ofreció, me pareció un sueño hecho realidad: olvidarme del tema por tres años seguidos y sin las complicaciones que tuve con el DIU, que me generaba unos dolores y hemorragias tremendos. También dejé atrás la preocupación por la constancia diaria que implican las pastillas”, explica, y dice que le sorprende la cantidad de gente que todavía desconoce este novedoso método anticonceptivo.
Jesscia se enteró de la existencia del implante a través de un informe en la televisión.
“Me pareció fantástico, pero pensé que acá nunca iba a llegar o que saldría muchísimo dinero. Cuando mi ginecóloga me dijo que ella me lo podía colocar y que encima no era tan caro ni lo dudé. Fui la quinta paciente a la que se lo implantó. No me dolió absolutamente nada: me puso la anestesia local, sacó la pistolita y a los 20 segundos ya lo tenía en el brazo. Es como cuando te ponés aritos”, recuerda esta mujer de 37 años, que dice que el único efecto adverso que tuvo fue un hematoma indoloro en la zona donde lo colocaron. Por su parte, Valeria cuenta que “apenas me molestó un poco los primeros días y se me puso roja la piel en la zona donde me lo colocaron, pero hoy ni lo siento”.
La Dra. Labosvky menciona otros beneficios: “El implante subdérmico evita los dolores menstruales y en la mayoría de los casos disminuye enormemente el sangrado menstrual o incluso desaparece. Y esto no representa ningún riesgo para la salud sino todo lo contrario; diría que es una ventaja por la comodidad y porque, por ejemplo, protege contra el cáncer de endometrio”. Desde su experiencia personal, Valeria Doza le da la razón: “No menstruo nada ni tengo los dolores típicos del síndrome pre menstrual. Yo sólo le encuentro beneficios y en tres años, cuando tenga que cambiarlo, no voy a dudarlo”, asegura.
Como este dispositivo no ofrece ninguna protección contra el VIH/Sida y otras infecciones de transmisión sexual, siempre se recomienda el uso del doble método con el preservativo. (Asteriscos TV).
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