Miles de boletas del Frente para la Victoria. Las que llevan a Daniel Scioli para Presidente y a Carlos Zannini de vicepresidente. Y nada más. Sólo ese tramo de 18,5 centímetros de alto y 12 de ancho, desprendido del resto de la sábana de candidatos a gobernadores, legisladores nacionales, provinciales y del Parlasur e intendentes. Enfardadas de a miles, llegaron el lunes a la sede nacional del Partido Justicialista, en Matheu 130, para un operativo contra reloj en la búsqueda de un puñado de votos extra para el candidato presidencial del oficialismo que le permita finalmente quebrar la barrera de los 40 puntos y ganar en primera vuelta.
Según pudo saber Clarín de fuentes del justicialismo, las boletas fueron retiradas entre la noche del lunes y la mañana de ayer por camiones y camionetas que las llevaron a provincias y distritos clave donde el Frente para la Victoria no gobierna o hay otras boletas fuertes para las candidaturas locales. En esos lugares, el PJ aspira a que al menos una porción de los votantes no kirchneristas corte boleta e introduzca en el sobre el tramo presidencial de Scioli y Zannini para darle un último empujón a la fórmula oficialista que le permita consagrarse este domingo.
Los camiones con el tramo presidencial de la boleta del FpV viajaron a las provincias de Córdoba, Santa Fe, Chubut y Corrientes, distritos grandes del interior bonaerense como Bahía Blanca, Mar del Plata y Junín y otros del Gran Buenos Aires gobernados por el Frente Renovador como Tigre y Malvinas Argentinas.
Los destinos no son casualidad. Córdoba es la provincia donde peor le fue al FpV en las PASO (no llegó al 15%). Allí, Scioli redobló su campaña (hará hoy una última escala) para tratar de conquistar una porción de los votos peronistas que responden a José Manuel de la Sota. Muchos sciolistas comentan por lo bajo que el gobernador cordobés defendería con mayor empeño las boletas legislativas (donde su ladero Carlos Caserio y su vice Alicia Pregno son candidatos al Senado y su esposa Adriana Nazario va para diputada) que la boleta presidencial de Sergio Massa. Entre eso votantes, algunos intendentes peronistas cordobeses distribuirán en estas horas la boleta de Scioli.
En Santa Fe, donde también se eligen senadores y diputados nacionales, el FpV quedó primero en las PASO, pero cree que todavía puede sacar mayor provecho de la división del gobernante Frente Cívico y Social, que lleva a Hermes Binner como candidato a senador con boleta corta, es decir, sin candidato a Presidente. También confían en pescar para Scioli algunos votos peronistas que se inclinen por la boleta de senadores de Cambiemos, que lleva como candidato a Carlos Reutemann.
Otro destino de las boletas cortadas fue Corrientes, donde José “Pepe” Scioli mantiene un vínculo cercano con Gustavo Canteros, vicegobernador peronista del radical Ricardo Colombi, que ya revalidó su mandato en 2013.
En Chubut, competirán el domingo por la gobernación el kirchnerista Martín Buzzi y el peronista anti K Mario das Neves, otro que va con boleta corta. El objetivo del PJ es sumar los votos de ambos para Scioli.
En Bahía Blanca, gobernada por el massista Gustavo Bevilacqua, pisa fuerte el macrismo. Lo mismo ocurre en Junín con Mario Meoni. En Mar del Plata, la sorpresa de las PASO fue el candidato a intendente de Cambiemos, Carlos Arroyo. En todos esos lugares, Scioli cree que puede sumar algunos votos de quienes opten por otros candidatos locales que no sean del FpV. Ayer, las últimas camionetas llevaron las boletas cortas de Scioli a otros dos distritos del FR: Malvinas Argentinas y Tigre.
En el oficialismo también esperan que la boleta corta ayude a sumar para Scioli aquellos votos que no quieran a Aníbal Fernández como gobernador, un ancla que hoy tira para abajo a Scioli en Buenos Aires. (Clarín.com).
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