Copesel explicó que el incidente se debió a una salida de servicio de la planta por un desperfecto electromecánico.
El lunes pasado fue un día agobiante en Los Cardales. En el barrio Los Paraísos, la añosa arboleda colaboraba un poco a mitigar el calor que rozó los 40 grados; pero solo hasta que del arroyo que surca el barrio comenzó a emanar un hedor nauseabundo que todo lo inundaba. Al minuto los vecinos identificaron al culpable: la planta de tratamiento de efluentes cloacales del pueblo. Y tenían razón.
Al instante arreciaron las quejas y reclamos contra la planta, contra Copesel, contra la municipalidad y contra la provincia. A las pocas horas el problema se solucionó, pero la inquietud de la gente quedó registrada en las redes sociales y los medios de comunicación.
La explicación oficial vino de parte de Copesel, la Cooperativa de Servicios de Los Cardales que opera la planta de tratamiento de efluentes del pueblo. El Secretario de la cooperativa y Gerente Operativo Aldo Venturino describió en detalle para La Auténtica Defensa como funciona la planta y cuales son los problemas que acarrea.
"El incidente del lunes se debió a la salida de servicio de la planta durante 5 horas por un problema electromecánico en un equipo. Cuando la planta se detiene se sigue recibiendo el líquido cloacal en la planta hasta que se llega a un nivel, y entonces se vuelca el liquido sin tratar al canal donde normalmente se liberan los líquidos tratados" explicó Venturino.
"Es desagradable, pero es el procedimiento normal. La planta funciona muy bien durante la mayor parte del tiempo, pero como todo equipo eventualmente sufre desperfectos que la sacan de servicio. Cuando eso sucede no hay otra solución que volcar los líquidos sin tratar. Lamentamos mucho lo sucedido" reconoció Venturino.
En seguida, el funcionario recordó que cuando se construyó la planta, hace mas de 20 años, la zona era un gran descampado, de terrenos bajos y despoblado. El canal de desague de la planta conduce los efluentes tratados al río Luján. Es agua depurada y tratada, pero no es agua potable. Ahora ese canal cruza por el medio del barrio cerrado Los Paraísos, que se construyó mucho tiempo después que la planta depuradora.
"Los vecinos tienen que entender que conviven con este problema. La planta es muy segura, se opera de forma muy responsable, de manera muy limpia y cuidada, al punto que sorprende a la gente de la provincia que viene regularmente a supervisar su funcionamiento. Aquí no hay moscas, no hay ratas, y no hay basura." Venturino describe el trabajo de su gente con orgullo y convencido.
Finalmente, el Gerente de la Cooperativa señaló con pesar que la mayor parte del tiempo los vecinos conviven con ese arroyo normalmente, excepto cuando la planta tiene problemas y entonces emana olor. "Lamentamos que algunos días al año los vecinos deban soportar esta situación, pero es parte del proceso normal de la planta y no lo podemos mejorar. No hay forma de evitar que esto suceda de vez en cuando, cuando suceden desperfectos técnicos." (La Auténtica Defensa).
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