lunes, junio 04, 2018

Junín: Los cambios originados por el uso masivo de la moto como medio para transportarse.

Obliga, tanto al Estado como a la actividad comercial, a llevar adelante cambios que ordenen y brinden seguridad.

En los últimos años, el constante crecimiento del uso de la moto por parte de los juninenses obligó al Estado a tomar medidas para controlar que los motociclistas cumplieran con todas las obligaciones, como el uso del casco, algo que parece un capricho de las autoridades de control pero que, en realidad, es la herramienta más importante de seguridad que tiene un motociclista, además de, obviamente, respetar las normas de tránsito.

Podríamos detenernos en el porqué del crecimiento masivo que tuvo el uso de la moto. Algunos sostienen que se da por la falta de un transporte público de pasajeros, algo que se puede comprobar sólo cuando en nuestra ciudad vuelva a ver colectivos. Otros, sin embargo, aseguran que hoy la moto se ha convertido en el medio de transporte más ágil y económico para circular en nuestra ciudad, “se llega más rápido”, afirman. Además, hoy, es mucho más accesible llegar a una moto que a un auto.

Un dato que afirma esto último es la existencia de cada vez más agencias de venta de motos, actividad comercial que ha tenido también un crecimiento significativo y donde se ofrecen las más variadas características de motos, ya sea, modelo, cilindrada o precio.

Concientización
Hoy las estadísticas obligan, siempre que se habla de las motos, a concientizar a los motociclistas sobre la importancia del uso del casco y del respeto a las leyes de tránsito, ya que, en el 75% de los accidentes que ocurren en nuestra ciudad hay motos involucradas y el 80% de los motociclistas circulan sin casco. Recordando además que, cuando se tiene un accidente en moto, las consecuencias siempre son más graves.

Pero más allá de la importancia que tienen estos datos, La Verdad hizo un recorrido por aquellas cosas que han cambiado la fisonomía de la ciudad, cambios que debió llevar a cabo el Estado y también el sector privado. El primero, para ordenar y prevenir accidentes y el segundo, para dar respuesta a las variadas demandas que origina el gran número de motos que hoy circulan por las calles de la ciudad.

Por un lado, están los controles de tránsito y las campañas de concientización, que a veces se llevan a cabo de manera conjunta y con mucha intensidad y otras, no tanto. Lo cual y teniendo en cuanta las estadísticas de accidentes mencionadas anteriormente, deberían ser parte de una acción permanente por parte del municipio.

También se ven hoy, principalmente en la zona céntrica, estacionamientos exclusivos para motos, algo necesario, ya que se los puede ver, en días y horarios laborables, repletos, lo que demuestra lo necesario que eran estos espacios exclusivos de estacionamiento para contener la gran cantidad de motos que existen en nuestra ciudad.

Otros cambios
Otros de los cambios significativos que originó este fenómeno lo vemos en las estaciones de servicio. Allí, una ordenanza obliga a los estacioneros a no vender combustible a los motociclistas que lleguen sin casco y por otro lado, la alta demanda obligó a los titulares de las estaciones a destinar surtidores exclusivos para motos, algo que “era necesario para tener una mejor atención y más rápida”, explicó uno de ellos, quien consultado sobre la efectividad que tiene la obligación de llegar con casco para cargar combustible dijo: “se les carga sólo si tienen casco, pero la realidad es que muchos piden “prestado” el casco a quien ya cargó para poder hacerlo y en algunos casos, dejan las motos, toman una botella de plástico o un bidón y así resuelven la falta del casco”.

Ante esto, podemos decir que el cumplimiento de esta ordenanza no tiene una gran efectividad dejando al descubierto también que, quien tiene que hacerla cumplir no lo está haciendo y que además, genera un debate sobre quién tiene la responsabilidad de hacer cumplir la obligación de usar casco cuando se utiliza una moto.

El uso masivo de la moto está, existe, por eso, es necesario discutir cómo se regula su uso y se lo hace más seguro, sabiendo, como primera medida el motociclista, que la obligatoriedad del uso del casco, como todas las demás obligaciones, no es un capricho, sólo es para protegerle su vida y también aminorar las consecuencias que pueden darse ante un accidente.

Mientras tanto, se deberá seguir trabajando para que, entre todos, podamos revertir las estadísticas y se siga avanzando en cambios para que la utilización de la moto deje de ser un riesgo permanente. (Laverdadonline).

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