viernes, julio 06, 2018

Día Mundial de lucha contra las enfermedades alérgicas. Por Dra. Noemí Aída Coe.

En el día mundial de lucha contra las enfermedades alérgicas debemos recordar que su prevalencia a nivel mundial sigue aumentando, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Estas enfermedades engloban al asma, rinitis, anafilaxia, alergia a drogas, alimentos e insectos, irritación, urticaria, etc. En las últimas dos décadas la población infantil es la que se vio más afectada
Según las estadísticas de la organización Mundial de la Salud (OMS), cientos de millones de sujetos en el mundo sufren de rinitis y asma, enfermedades que afectan notablemente la calidad de vida de estos pacientes y sus familias, generando un impacto negativo en el bienestar socioeconómico. Las alergias complejas que involucran polisensibilización y afectación de múltiples órganos van en aumento, con una alta mortalidad provocando a su vez una mayor demanda en servicios de atención de la salud. Se prevé que los problemas alérgicos se seguirán acrecentando conforme a la contaminación atmosférica y a la temperatura ambiente en aumento.
Cuando se trata de problemas crónicos o a largo plazo, como el caso del asma, el cumplimiento terapéutico es difícil de mantener o se hace irregular. Si a esto agregamos la necesidad de actuar rápido en determinadas ocasiones (exacerbaciones del asma, reacciones adversas a alimentos) y de cambiar situaciones ambientales y determinados hábitos o instaurar otros nuevos, resulta evidente la necesidad de integrar todos estos conocimientos dentro de un programa de educación. Ante esta situación “las enfermedades alérgicas precisan de un manejo integral, no sólo desde el punto de vista terapéutico, sino también orientando al paciente sobre como convivir con la enfermedad”
Otro dato importante para destacar es que el “Día Mundial de la Alergia” está organizado por la Organización Mundial de Alergia (World Allergy Organization WAO) en asociación con la Alianza Global contra la Enfermedades Respiratorias Crónicas (Global Alliance Against Chronic Respiratory Diseases GARD) con la finalidad de aumentar el conocimiento sobre las enfermedades alérgicas crónicas respiratorias.
El día Mundial de la Alergia (WAO) y por consiguiente la lucha contra las enfermedades alérgicas, pretende:
1. Difundir el conocimiento sobre las enfermedades respiratorias alérgicas.
2. Aumentar el conocimiento sobre el perfil de los alergenos locales más destacados, su prevalencia a lo largo del año y como los cambios climáticos están cambiando la historia natural de los alérgenos.
3. Educar a los médicos, a los pacientes y a la población general sobre el papel de la exposición persistente a alergenos en el inicio y mantenimiento de las enfermedades alérgicas respiratorias crónicas y su comorbilidad.
Dentro de las enfermedades crónicas respiratorias se incluyen la rinitis alérgica, la rinoconjuntivitis y la sinusitis alérgica, el asma alérgica, el asma ocupacional alérgica, la aspergilosis broncopulmonar alérgica y otros problemas de vías aéreas provocados por exposición a alergenos (también llamados antígenos).
Recordemos también, que la alergia es una reacción de defensa del organismo contra sustancias externas (alergenos) que penetran en el cuerpo. Esas sustancias pueden penetrar por el aparato digestivo (alimentos, medicamentos), por el aparato respiratorio (inhalantes), absorbidas por la piel (contactantes), o atravesando la piel (inyecciones, picaduras). El sistema inmune del cuerpo reconoce esas sustancias como extrañas e intenta neutralizarlas. Las personas sin alergia también las reconocen como extrañas, pero su organismo las contrarresta sin dañarse a sí mismo, mediante mecanismos llamados de tolerancia. Las personas con alergia las intentan neutralizar por mecanismos que se vuelven dañinos contra el propio organismo, y causan los síntomas de alergia.
Se llama alergenos a las sustancias capaces de provocar respuestas alérgicas, son extrañas al cuerpo humano, y en ocasiones se dice que son inofensivas, pero no lo son, pues muchas tienen acciones químicas dañinas sobre el organismo. Casi cualquier sustancia puede ser alergénica: alimentos, medicamentos, sustancias que flotan en el aire y se respiran, como el polen, los hongos, las partículas de ácaros o la caspa de los animales, sustancias que se tocan, materiales utilizados en diversas profesiones, etc. Algunas son muy poco frecuentes y puede ser difícil identificarlas.
Es común que en el consultorio nos pregunten: ¿A qué edad aparece la alergia, puedo tener alergia a mi edad? La respuesta es: a cualquier edad, aunque es más frecuente en niños y adolescentes que a otras edades, pero puede aparecer en cualquier momento de la vida. Hay algunos casos (muy poco frecuentes) en que la alergia aparece durante los primeros meses del niño; posteriormente puede aparecer a cualquier edad, incluso en personas ancianas. Además, aparece frente a cosas que durante años se han tolerado perfectamente, como medicamentos (penicilina y derivados), frutos secos, mariscos, animales, etc.
Otra pregunta habitual es si: ¿La alergia se hereda? Se puede heredar la predisposición atópica, o sea la facilidad para desarrollar alergia en general, no frente a sustancias específicas (puede ser que el padre sea alérgico a la penicilina y el hijo que nos consulta, no). La alergia aparece con más facilidad en las personas predispuestas, pero las personas sin familiares alérgicos también pueden presentarla. Si una persona está expuesta repetidamente a alguna sustancia, como por ejemplo polvillo de animales por trabajo en laboratorios de experimentación puede terminar con alergia. Si un niño con predisposición vive desde el nacimiento en un domicilio con alfombras, muchas telas y almohadones, o numerosos peluches, puede hacerse alérgico a los ácaros del polvo.
También otra pregunta que nos hacen es: ¿que necesitamos para ser alérgicos? Para hacerse alérgico se necesita al menos un primer contacto con el alérgeno y para presentar síntomas de alergia se precisa más de un contacto. En un determinado momento empieza el proceso de sensibilización: la persona va formando IgE (Inmunoglobulina E) frente a un alergeno específico. Inicialmente el nivel de esa IgE es bajo, o la cantidad de alergeno es pequeña, y la persona aparentemente está tolerando bien el antígeno. El nivel de IgE va subiendo, hasta que alcanza un nivel determinado a partir del cual el contacto con el alergeno ya desencadena síntomas. Para que se produzcan los síntomas tiene que haber suficiente cantidad de IgE y de alergeno; si la cantidad de este último es pequeña, la persona alérgica aparentemente la tolera sin problemas. Hay algunas células del cuerpo (nariz, piel, pulmón, piel, etc.) que llevan la IgE especifica a un alergeno pegada en su superficie. Si ese alergeno o uno muy parecido entra en el cuerpo, se puede unir a la IgE que lo reconoce, las células liberan una serie de componentes químicos (como la histamina), causando inflamación y se desencadenan los síntomas, a su vez, atraen a más células que prolongan la inflamación y mantienen la alergia.
Como antes mencionamos no es habitual tener alergia en el primer contacto con el alergeno, sin embargo, hay que mencionar la reactividad cruzada que suele ocurrir con alergenos muy similares, como los langostinos con los camarones y cangrejos, o con alergenos aparentemente muy distintos, como los langostinos con los ácaros del polvo, la caspa de gato con la carne de cerdo, o el látex con la banana y las castañas.
            Es importante remarcar que es el especialista en alergia el encargado de estudiar y llegar al diagnóstico de esta patología, después de una exhaustiva historia clínica, debe realiza una serie de pruebas específicas de alergia, funcionales, y pruebas para descartar otras causas.
Una vez realizado el diagnóstico se realiza el enfoque del tratamiento que consta de tres tipos de abordaje: el de rescate o de alivio de los síntomas, el preventivo o antiinflamatorio continuo, y el etiológico o de la causa, que puede ser de evitación de alergenos y de inmunoterapia o vacunas. Se adapta individualmente a cada paciente.
La alergia puede evolucionar de distintas maneras, mejorando, empeorando, o quedarse igual. Algunos pacientes van adquiriendo nuevas alergias, o nuevos síntomas, o síntomas más agudos con el tiempo. Esta evolución depende de la predisposición individual, del grado de atopia de cada uno, y depende de que el tratamiento se realice mejor o peor. Las personas atópicas, con facilidad para desarrollar y mantener alergias tienen más dificultad para una evolución favorable. Las personas que cumplen mejor el tratamiento prescrito por su médico evolucionan mejor y tienen mejor pronóstico.
También con frecuencia, nos consultan sobre ¿si la alergia se cura? La respuesta es que la alergia puede desaparecer por completo en algunos casos; en otros casos permanece, pero se mejoran muchos los síntomas. La desaparición se puede dar de manera espontánea, y otras veces con el tratamiento que le recomienda el especialista. Hay pacientes que con el tiempo desarrollan tolerancia a la sustancia a la que tenían alergia, y no necesitan ninguna precaución especial con ella.
Prevención de las enfermedades alérgicas
Para tratar de prevenir la aparición de alergia en pacientes con factores de riesgo ya sea antecedentes familiares o que ya tienen una alergia se recomienda: Medidas de Control Ambiental para reducir la exposición a los principales alergenos como:
Ácaros del polvo doméstico en el hogar con estrategias mayores y adicionales
Estrategias mayores (Recomendaciones categoría A de la OMS)
·         Lavar la ropa de cama regularmente (cada 1 o 2 semanas) a 55-60º C si fuera posible, para matar los ácaros (lavar con agua fría remueve el 90 % de los ácaros; lavar a 55-60ºC mata ácaros, pero no desnaturaliza los alergenos).
·         Lavar almohadas y almohadones en agua caliente (entre 55-60º C), usar fundas protectoras contra ácaros.
·         Ventilar suficientemente la habitación para disminuir la humedad (mantener la humedad interior relativa en menos de 50%).
Estrategias adicionales
·         Usar una aspiradora de buena calidad (preferentemente con filtro HEPA).
·         Usar plumeros o escobas húmedas para limpiar y barrer superficies.
·         Reemplazar las alfombras por pisos de madera o linóleo, que pueden ser limpiados más profundamente.
·         Quitar o reducir el uso de cortinas, tapices, almohadones de las habitaciones. Reemplazar los sillones de plumas.
·         Sacar los muñecos de peluches de la habitación, lavarlos a 55-60ºC para matar los ácaros.
·         No permitir el ingreso de mascotas al dormitorio. Cambiarse de ropa antes de ir al colegio/trabajo si ha estado en contacto con su mascota previamente.
·         Los ácaros del polvo doméstico son transparentes y no tienen protección natural frente a la luz solar. La exposición de colchones, alfombras, frazadas a la luz solar por más de 3 horas los mata, por lo que es una opción para disminuir la cantidad de ácaros en estos elementos.
Acciones para evitar la exposición a pólenes. Proveer barreras mecánicas para el contacto con Pólenes.
·         Mantener ventanas cerradas en los momentos de mayor cantidad de pólenes en el ambiente, por ejemplo, en las tardes de primavera y verano.
·         Usar anteojos para prevenir la entrada de pólenes en los ojos.
·         Considerar el uso de máscaras sobre nariz y boca para prevenir la inhalación de pólenes en el pico de la estación polínica.
·         No cortar el césped uno mismo.
·         Mantener las ventanas cerradas cuando el césped haya sido cortado
·          En lo posible usar aires acondicionados.
·         Si fuera posible, instalar filtros para pólenes en los autos.
·         Aspirar alfombras, colchones y tapicerías regularmente.
Acciones para evitar alergenos de cucarachas: Eliminar las cucarachas y los lugares o condiciones que favorezcan su permanencia, remover los alergenos.
·         Erradicar las cucarachas mediante el uso de insecticidas apropiados.
·         Sellar hendiduras o rajaduras de pisos y techos.
·         Eliminar las fuentes de comidas de las cucarachas.
·         Controlar la humedad interior.
·         Limpiar pisos con agua y detergente para remover los alergenos.
·         Lavar profundamente la ropa de cama, cortinas y vestimentas que puedan estar contaminadas.
Acciones para evitar los alergenos de hongos: Prevenir el crecimiento de hongos y de las esporas en el ambiente durante la estación de hongos
Para el interior.
·         Usar deshumificadores en la casa, si la humedad relativa es mayor a 50%.
·         Asegurarse que tanto los calefactores y ventilación, como los aires acondicionados, estén en buen estado.
·         Usar una solución de amoniaco al 5% para remover hongos de los baños u otras superficies.
·         Reemplazar las alfombras por pisos de madera, cemento o mosaicos y el empapelado de paredes por pintura.
·         Reparar los caños rotos rápidamente.
Para el exterior.
·         Evitar cortar y acumular el césped a finales del verano cuando hay mayor cantidad de esporas de hongos en la vegetación en descomposición.
Conclusión
La  Dra. Erika Jensen-Jarolim en su última publicación en la WAO nos dice: "la alergia es un problema clínico global, pero la respuesta a la misma radica en las moléculas de alergenos. Sólo cuando entendamos los mecanismos tendremos la oportunidad de prevenir, diagnosticar y tratar las alergias en nuestros pacientes de una manera óptima”.
Para concluir, la mejor manera de luchar contra las enfermedades alérgicas es la prevención para evitar y reducir los alergenos. El diagnóstico y tratamiento precoz para evitar complicaciones tempranas y futuras.

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