miércoles, julio 15, 2020

Boicot de marcas a Facebook por mensajes de odio

En los últimos días, la poderosa red social que facturó U$S 70.000 millones en avisos en 2019, perdió a Coca-Cola, Starbucks, Honda y Unilever.

Tiemblan los cimientos de Facebook, la red social que facturó US$ 70.000 millones en avisos publicitarios en el último año.
Es que más de 160 empresas, incluidos algunos de los mayores anunciantes del mundo, suspendieron la publicidad en Facebook en respuesta a la "falta de compromiso" de la compañía con el control de la información tóxica y el discurso de odio.

El boicot a Facebook aumentó exponencialmente en solo un fin de semana, amenaza el valor de la compañía en la Bolsa y revela una amplia preocupación por el papel que las redes sociales van a cumplir en la campaña electoral de Estados Unidos para los comicios presidenciales del 3 de noviembre.

La campaña que pide el boicot contra Facebook comenzó el 17 de junio último, pero despegó definitivamente el viernes, cuando Unilever, uno de los mayores anunciantes del mundo, decidió retirar su publicidad de la plataforma.
En las siguientes horas, la red social perdió a Coca-Cola, Honda, Verizon y Levi’s. Ahora se sumó el gigante de las cafeterías Starbucks, el sexto anunciante de Facebook el año pasado. La retirada fulminante de anunciantes hizo reaccionar al fundador y CEO de la compañía, Mark Zuckerberg, quien durante años se negó a aplicar controles para evitar el uso de su plataforma para la intoxicación política y la propagación de conspiraciones y discursos de odio.

El viernes, Zuckerberg anunció que va a prohibir cualquier mensaje relacionado con el llamado discurso de odio en su plataforma, es decir, mensajes con contenido que, según los editores de Facebook, promueva la discriminación.

Además, etiquetará los contenidos que considere de especial valor periodístico para el público. La decisión parece ir encaminada a promocionar contenidos relevantes.

Twitter decidió por su parte este mes empezar a etiquetar como peligroso el contenido del rey de las redes sociales: el presidente estadounidense, Donald Trump.

Facebook lleva recibiendo críticas desde hace años porque se niega a controlar cualquier tipo de información tóxica que se comparte en su plataforma en nombre de la libertad de expresión. Zuckerberg afirmó que la nueva política estaba en estudio tres semanas antes de que empezara el boicot. Facebook es la segunda plataforma de anuncios del mundo, detrás de Google, con unos ingresos anuales por publicidad de 69.700 millones de dólares.

La campaña fue iniciada por las organizaciones Free Press y Common Sense Media, con apoyo del principal lobby de defensa de los afroamericanos, Naacp, y el principal lobby judío, la Liga Antidifamación (ADL), bajo el nombre de Stop Hate for Profit (no al odio por dinero).

El director de Common Sense Media, Jim Steyer, afirmó anteayer que el siguiente paso es hacerla global.
La retirada de la publicidad de Facebook llega en un momento muy particular. Por un lado, las empresas están cancelando campañas por el freno en el consumo derivado de la pandemia.

Además, se produce en medio de la indignación que está cambiando el discurso sobre el racismo y el odio en Estados Unidos y que hizo intolerable cualquier ambigüedad racista o discriminatoria.

Pero sobre todo revela una preocupación por la falta de evolución de las redes desde que la campaña de Trump las utilizó para desincentivar el voto y propagar desinformación. Poco cambió desde aquella campaña, que tomó al mundo político por sorpresa y que provocó investigaciones en el Congreso estadounidense. La posibilidad de que se repita es uno de los grandes asuntos de la campaña de 2020. Cada avance de las redes sociales en la dirección de controlar un poco más el contenido que se comparte en ellas es contestado por Trump con acusaciones de censura y sesgo.

Las acciones de Facebook bajaron un 8% el viernes. La cifra supone borrar en un día 56.000 millones de dólares del valor de la empresa. Para Zuckerberg supuso una pérdida de 7200 millones en su fortuna. Las de Twitter, que no es objeto de la campaña de boicot, cayeron un 7%.

El 18 de este mes marcó un punto de inflexión en la relación de Facebook con Trump cuando la red retiró un anuncio de campaña del presidente por contener un símbolo que podía confundirse con uno utilizado por los nazis.

La campaña de Trump identificó al difuso grupo de ultraizquierda Antifa con un triángulo rojo invertido, el símbolo que los nazis cosían en la ropa de los prisioneros políticos en los campos de concentración.

El mensaje fue denunciado por la Liga Antidifamación. La decisión de Facebook supuso un antes y un después en su política de no intervenir en el contenido político de su plataforma. (Asteriscos TV).

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