BUENOS AIRES, Agosto 21, (PUNTO CERO) En una comunicación donde le recuerda los deberes legales y funcionales impuestos por Decreto en relación a la preservación del Teatro Nacional Cervantes, el Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, le recomienda al Secretario de Cultura de la Presidencia de la Nación "la inmediata reparación de la instalación de energía eléctrica, de protección contra incendio y de emergencia, garantizando la seguridad de quienes trabajan en ese teatro y del público concurrente al mismo".
Consigna el Ombudsman nacional que la Asociación Argentina de Actores, la Sociedad General de Autores (ARGENTORES), el Movimiento de Apoyo al Teatro (MATe), el Centro Latinoamericano de Creación Teatral (CELCIT) y la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE) se presentaron ante la Institución para expresar que "la crisis que actualmente atraviesa el teatro Nacional Cervantes no sólo pone en riesgo su estructura material y su funcionamiento sino que denuncia la histórica indiferencia del Estado frente a los valores de la Cultura".
Mondino dirigió un primer pedido de informes al Secretario de Cultura y éste respondió el pasado 6 de agosto que "a esa fecha el conflicto gremial existente en el teatro Cervantes ha sido superado con la firma de un acta de entendimiento".
Por las características del problema planteado, el Ombudsman dispuso que funcionarios de la institución concurrieran al Cervantes. Efectuada una recorrida por el edificio observaron deterioros de diverso grado, entre ellos:
- instalaciones y equipos para la provisión de energía eléctrica vetustos y faltos de mantenimiento;
- carencia de un sistema autónomo de luces de emergencia; tres calderas de las cuatro instaladas fuera de servicio;
- equipos de aire acondicionado sobre plataformas que cedieron al peso de los mismos;
- pisos y paredes (y sus tapizados) afectados por humedad de filtraciones;
- valiosos pisos cerámicos policromados remendados con cemento y sectores que no fueron recuperados luego del incendio de 1991.
Consigna el Ombudsman nacional que la Asociación Argentina de Actores, la Sociedad General de Autores (ARGENTORES), el Movimiento de Apoyo al Teatro (MATe), el Centro Latinoamericano de Creación Teatral (CELCIT) y la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE) se presentaron ante la Institución para expresar que "la crisis que actualmente atraviesa el teatro Nacional Cervantes no sólo pone en riesgo su estructura material y su funcionamiento sino que denuncia la histórica indiferencia del Estado frente a los valores de la Cultura".
Mondino dirigió un primer pedido de informes al Secretario de Cultura y éste respondió el pasado 6 de agosto que "a esa fecha el conflicto gremial existente en el teatro Cervantes ha sido superado con la firma de un acta de entendimiento".
Por las características del problema planteado, el Ombudsman dispuso que funcionarios de la institución concurrieran al Cervantes. Efectuada una recorrida por el edificio observaron deterioros de diverso grado, entre ellos:
- instalaciones y equipos para la provisión de energía eléctrica vetustos y faltos de mantenimiento;
- carencia de un sistema autónomo de luces de emergencia; tres calderas de las cuatro instaladas fuera de servicio;
- equipos de aire acondicionado sobre plataformas que cedieron al peso de los mismos;
- pisos y paredes (y sus tapizados) afectados por humedad de filtraciones;
- valiosos pisos cerámicos policromados remendados con cemento y sectores que no fueron recuperados luego del incendio de 1991.
En su recomendación Mondino señala que se torna imperativo dar una respuesta adecuada a los reclamos que efectúa el personal del Cervantes tanto para el resguardo de su seguridad como la del público que concurra al mismo y "proveer las medidas pertinentes para subsanar los problemas descriptos precedentemente". (PUNTO CERO).
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