(La Política On Line). “Luego de tres horas de debate y con 46 votos a favor y sólo 2 en contra, el Consejo del partido resolvió desplazarlo de la presidencia porque él no la ejercía”, contó a LPO Juan Manuel Olmos, quien asumió el cargo.
El PJ porteño echó de la presidencia del partido a Alberto Fernández.
El Consejo del Partido Justicialista resolvió ayer a última hora de la noche desplazar de su conducción al ex jefe de Gabinete. Lo reemplaza el actual vicepresidente segundo, el legislador porteño, Juan Manuel Olmos.
“Luego de tres horas de debate y con 46 votos a favor y sólo 2 en contra, el Consejo del partido resolvió desplazarlo de la presidencia porque él no la ejercía”, contó a LPO Olmos.
"La carta orgánica partidaria así lo dispone cuando un miembro del consejo no ejerce sus funciones por un determinado tiempo", señaló.
En la sede porteña de la calle San José, hubo dos posturas enfrentadas pero se resolvió por encontrar un punto en común más moderado.
Los sectores ultrakirchneristas, en la voz de Héctor Fernández, pedían expulsar a Alberto Fernández del partido. No cayó nada bien sus últimas apariciones en los medios donde denunció que el Gobierno lo espiaba. Tampoco simpatizó que fuera columnista del diario Crítica de la Argentina, matutino que apuró la salida del Gobierno del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, con sus investigaciones sobre el enriquecimiento ilícito del funcionario que ya se encuentran en la Justicia.
Otros, no tan kirchneristas, culpan al ex jefe de Gabinete por la derrota electoral que el PJ sufrió en la Ciudad de Buenos Aires. “Por su falta de conducción, el partido tuvo que aceptar que encabece la lista de diputados a Carlos Heller y que no fuera un peronista” aseguraron fuentes partidarias a La Política Online. “No trató de convencer a Rafael Bielsa ni a Daniel Filmus y apoyó a Aníbal Ibarra. Eso no se olvida”, remarcaron.
Pero hubo dos de los presentes que lo defendieron. Se trata de los albertristas, Cristian Asinelli y Sergio Barrionuevo. Ellos pidieron un cuarto intermedio para preguntarle a Alberto si quería seguir en funciones o que renunciara.
La decisión por abrumadora mayoría fue que se lo desplazara del cargo.
El PJ porteño echó de la presidencia del partido a Alberto Fernández.
El Consejo del Partido Justicialista resolvió ayer a última hora de la noche desplazar de su conducción al ex jefe de Gabinete. Lo reemplaza el actual vicepresidente segundo, el legislador porteño, Juan Manuel Olmos.
“Luego de tres horas de debate y con 46 votos a favor y sólo 2 en contra, el Consejo del partido resolvió desplazarlo de la presidencia porque él no la ejercía”, contó a LPO Olmos.
"La carta orgánica partidaria así lo dispone cuando un miembro del consejo no ejerce sus funciones por un determinado tiempo", señaló.
En la sede porteña de la calle San José, hubo dos posturas enfrentadas pero se resolvió por encontrar un punto en común más moderado.
Los sectores ultrakirchneristas, en la voz de Héctor Fernández, pedían expulsar a Alberto Fernández del partido. No cayó nada bien sus últimas apariciones en los medios donde denunció que el Gobierno lo espiaba. Tampoco simpatizó que fuera columnista del diario Crítica de la Argentina, matutino que apuró la salida del Gobierno del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, con sus investigaciones sobre el enriquecimiento ilícito del funcionario que ya se encuentran en la Justicia.
Otros, no tan kirchneristas, culpan al ex jefe de Gabinete por la derrota electoral que el PJ sufrió en la Ciudad de Buenos Aires. “Por su falta de conducción, el partido tuvo que aceptar que encabece la lista de diputados a Carlos Heller y que no fuera un peronista” aseguraron fuentes partidarias a La Política Online. “No trató de convencer a Rafael Bielsa ni a Daniel Filmus y apoyó a Aníbal Ibarra. Eso no se olvida”, remarcaron.
Pero hubo dos de los presentes que lo defendieron. Se trata de los albertristas, Cristian Asinelli y Sergio Barrionuevo. Ellos pidieron un cuarto intermedio para preguntarle a Alberto si quería seguir en funciones o que renunciara.
La decisión por abrumadora mayoría fue que se lo desplazara del cargo.
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