(La Política On Line). La crisis financiera de la ciudad está complicando la gestión: ahora las contratistas pretenden una fuerte redeterminación de precios. Aducen suba de costos y presión del gremio de Camioneros. Además están en desacuerdo con que se les pague en bonos. Por su lado, en Espacio Pública aseguran que “se está negociando”. El rol de Moyano, las promesas del PRO y las amenazas encubiertas.
El millonario contrato por la recolección de basura puede volver a ser un duro dolor de cabeza para Mauricio Macri. Es que el recorte masivo que ordenó el jefe de gobierno en toda la administración dejó complicadas las negociaciones con las empresas contratistas de la ciudad que, inclusive deberán aceptar un bono a tres años, si es que se aprueba el proyecto que envió el Ejecutivo a la Legislatura porteña.En este contexto, mientras el nuevo pliego para un nuevo contrato (ya se venció y el macrismo lo extendió por dos años más) por 10 años sigue parado por la oposición, el gobierno intenta rediscutir las condiciones en el complejo contexto para la gestión.
El nuevo contrato, si bien en 2008 fue impulsado por el PRO, fue dejado en “stand by” por el propio oficialismo ya que, dados los nuevos costos producto de la crisis económica y la inflación, para 2009 se calculó que se debería desembolsar alrededor de $1.400 millones, casi el doble de lo que se pensaba el año pasado cuando se envió el proyecto.Si bien en el Ministerio Espacio Público que conduce Juan Pablo Piccardo ya han aceptado que hay “crisis” por la falta de recursos de toda la administración, explicaron a LPO que se intentará avanzar en el tema en las próximas semanas. “Se está trabajando en la negociación con las empresas y se están evaluando mejoras en el contrato”, dijeron voceros de la cartera, sin dar mayores detalles. La idea que maneja Piccardo es alcanzar un acuerdo antes de que la presión se transforme en problemas concretos para Macri. A principios de año el jefe comunal había decidido intentar bajar los costos por la recolección de basura en un 30% para este año, lo que representa alrededor de $250 millones. Presión empresarialDel lado de las empresas aducen que los costos subieron y que por ello necesitan una redeterminación de precios que se demora. Entre otras cuestiones, uno de los problemas que aducen es que el gremio de camioneros que lidera Pablo Moyano sigue presionando por aumentos salariales y beneficios a los que, según dicen, no pueden enfrentar. La presión gremial es trasladada de parte de las empresas al gobierno porteño, y por ello ya han mantenido una serie de reuniones con Piccardo y los funcionarios de la ciudad para ver cómo salir del atolladero. Según comentó a LPO una alta fuente de una empresa que trabaja en zona norte, el ministro de Espacio Público les habría dicho que él se iba a encargar de que no haya conflictos sindicales. En principio, una idea que sonaba era que Moyano se quede, con alguna de sus firmas, con un sector de la denominada “zona testigo”, que se ubica en Villa Lugano y donde el Estado se hace cargo de la recolección a través del cuestionado Ente de Higiene Urbana, dependencia que supo controlar el presidente del bloque kirchnerista, Diego Kravetz. Otro problema extra que aducen en el sector empresarial es que además de haber aumentado costos por inflación y la presión de los camioneros, se les suma ahora la posibilidad de que el gobierno les pague con un bono a 2012. Camioneros “en alerta”A todo esto, desde el sindicato de Camioneros, el jefe de prensa Héctor “Yuyo” López, le dijo a LPO que el gremio “está en estado de alerta”.
“En la ciudad, y también en la provincia, quieren achicar presupuesto”, aseguró. Y, si bien aclaró que “todavía no tomaremos ninguna medida”, afirmó que esperarán a ver qué ocurre en las próximas semanas. Otra fuente de Camioneros, en el mismo sentido, dijo que si bien Moyano no volverá a la ofensiva ya, está midiendo la situación para saber cuándo regresar a la ofensiva contra Macri, como había ocurrido en marzo de este año (ver recuadro). “La próxima semana o la otra no habrá novedades, pero sólo están agazapados”, trazó la fuente a modo de conclusión. Habrá que esperar a ver cómo se resuelven las negociaciones entre Piccardo y las empresas que, al menos por ahora, continuarán explotando el servicio en la ciudad.
El millonario contrato por la recolección de basura puede volver a ser un duro dolor de cabeza para Mauricio Macri. Es que el recorte masivo que ordenó el jefe de gobierno en toda la administración dejó complicadas las negociaciones con las empresas contratistas de la ciudad que, inclusive deberán aceptar un bono a tres años, si es que se aprueba el proyecto que envió el Ejecutivo a la Legislatura porteña.En este contexto, mientras el nuevo pliego para un nuevo contrato (ya se venció y el macrismo lo extendió por dos años más) por 10 años sigue parado por la oposición, el gobierno intenta rediscutir las condiciones en el complejo contexto para la gestión.
El nuevo contrato, si bien en 2008 fue impulsado por el PRO, fue dejado en “stand by” por el propio oficialismo ya que, dados los nuevos costos producto de la crisis económica y la inflación, para 2009 se calculó que se debería desembolsar alrededor de $1.400 millones, casi el doble de lo que se pensaba el año pasado cuando se envió el proyecto.Si bien en el Ministerio Espacio Público que conduce Juan Pablo Piccardo ya han aceptado que hay “crisis” por la falta de recursos de toda la administración, explicaron a LPO que se intentará avanzar en el tema en las próximas semanas. “Se está trabajando en la negociación con las empresas y se están evaluando mejoras en el contrato”, dijeron voceros de la cartera, sin dar mayores detalles. La idea que maneja Piccardo es alcanzar un acuerdo antes de que la presión se transforme en problemas concretos para Macri. A principios de año el jefe comunal había decidido intentar bajar los costos por la recolección de basura en un 30% para este año, lo que representa alrededor de $250 millones. Presión empresarialDel lado de las empresas aducen que los costos subieron y que por ello necesitan una redeterminación de precios que se demora. Entre otras cuestiones, uno de los problemas que aducen es que el gremio de camioneros que lidera Pablo Moyano sigue presionando por aumentos salariales y beneficios a los que, según dicen, no pueden enfrentar. La presión gremial es trasladada de parte de las empresas al gobierno porteño, y por ello ya han mantenido una serie de reuniones con Piccardo y los funcionarios de la ciudad para ver cómo salir del atolladero. Según comentó a LPO una alta fuente de una empresa que trabaja en zona norte, el ministro de Espacio Público les habría dicho que él se iba a encargar de que no haya conflictos sindicales. En principio, una idea que sonaba era que Moyano se quede, con alguna de sus firmas, con un sector de la denominada “zona testigo”, que se ubica en Villa Lugano y donde el Estado se hace cargo de la recolección a través del cuestionado Ente de Higiene Urbana, dependencia que supo controlar el presidente del bloque kirchnerista, Diego Kravetz. Otro problema extra que aducen en el sector empresarial es que además de haber aumentado costos por inflación y la presión de los camioneros, se les suma ahora la posibilidad de que el gobierno les pague con un bono a 2012. Camioneros “en alerta”A todo esto, desde el sindicato de Camioneros, el jefe de prensa Héctor “Yuyo” López, le dijo a LPO que el gremio “está en estado de alerta”.
“En la ciudad, y también en la provincia, quieren achicar presupuesto”, aseguró. Y, si bien aclaró que “todavía no tomaremos ninguna medida”, afirmó que esperarán a ver qué ocurre en las próximas semanas. Otra fuente de Camioneros, en el mismo sentido, dijo que si bien Moyano no volverá a la ofensiva ya, está midiendo la situación para saber cuándo regresar a la ofensiva contra Macri, como había ocurrido en marzo de este año (ver recuadro). “La próxima semana o la otra no habrá novedades, pero sólo están agazapados”, trazó la fuente a modo de conclusión. Habrá que esperar a ver cómo se resuelven las negociaciones entre Piccardo y las empresas que, al menos por ahora, continuarán explotando el servicio en la ciudad.
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