¿Qué es la enfermedad vascular?
Las arterias llevan la sangre del corazón a todo el cuerpo. Cuando están saludables tienen un revestimiento liso lo cual evita la formación de coágulos y promueve el flujo sanguíneo. Sin embargo cuando se crean depósitos grasos (placa) estamos en presencia de una enfermedad obstructiva vascular ateroesclerótica. Esta afección puede involucrar arterias del corazón y / o arterias periféricas (enfermedad vascular periférica): carótidas / renales / miembros inferiores / aorta .También las arterias pueden dilatarse (aneurisma) lo cual afecta principalmente a la arteria aorta sobre todo a nivel del abdomen.
¿Cuáles son las consecuencias de la enfermedad vascular periférica?
Cuando el territorio afectado es el carotideo, las consecuencias pueden ser devastadoras ya que su obstrucción puede producir infarto cerebral (llamado ACV: accidente cerebro vascular) siendo esta la principal causa de discapacidad y la tercer causa de muerte en el mundo.
Cuando la obstrucción se localiza a nivel de las arterias renales puede asociarse a hipertensión arterial y deterioro de la función del riñón. Cuando la obstrucción se localiza a nivel de las arterias de las piernas (muy común en diabéticos y fumadores) produce dificultad al caminar, expresado como dolor sobre todo a nivel de las pantorrillas (claudicación intermitente o síndrome del mirador de vidrieras) o cuando la enfermedad este muy avanzada con dolor de reposo.
Cuando se dilata la arteria aorta (principal arteria del sistema circulatorio) el mayor riesgo es la ruptura, cuadro de extrema gravedad con altísima mortalidad.
¿Cómo podemos prevenir esta enfermedad?
La enfermedad vascular ateroesclerótica es la consecuencia del impacto de los factores de riesgo a nivel de la pared vascular.
Los factores de riesgo son:
• Sexo masculino.
• Edad
• Niveles elevados de colesterol en la sangre.
• Presión arterial alta.
• Diabetes.
• Consumo de cigarrillos (tabaquismo).
• Antecedentes familiares.
• Obesidad.
• Sedentarismo.
• Stress.
La mayoria de estos factores pueden corregirse: dejar de fumar, bajar los niveles de colesterol o la presión arterial, controlar la diabetes, hacer actividad física.
¿Como podemos detectarla?
Un detallado interrogatorio y examen físico son fundamentales para detectar la enfermedad.
Los estudios complementarios, sobre todo las imágenes son de gran utilidad. Generalmente el primer estudio de elección es el eco-doppler, el cual nos permite detectar en los distintos territorios la presencia de la enfermedad vascular, desde las etapas incipientes hasta cuando ya ha avanzada, brindando el porcentaje de obstrucción y el grado de dilatación de la aorta abdominal dando información del tamaño del aneurisma.
En algunos casos necesitamos recurrir a otras imágenes como la tomografía computada, la resonancia magnética o la angiografía (cateterismo) para definir mejor el grado de obstrucción o la dilatación de la aorta abdominal lo cual va a ser fundamental para la estrategia terapéutica.
En el ICBA (Instituto Cardiovascular de Buenos Aires) cuentan con un departamento de imágenes con alta experiencia y tecnología de avanzada, donde se integran las distintas modalidades de imágenes permitiendo una mayor exactitud en el diagnostico.
¿Como podemos tratar la enfermedad vascular periférica?
“Hoy contamos con distintas herramientas para el tratamiento de la enfermedad vascular periferica. El avance tecnológico ha permitido un gran desarrollo de la industria farmacéutica y existe en la actualidad medicación que nos ayuda a controlar a los factores de riesgo y evitar que progrese la enfermedad” comenta el Dr. Fernando Belcastro, médico cardiólogo del ICBA.
Cuando la obstrucción arterial es muy severa tenemos distintos tratamientos: la cirugía convencional como la cirugía de carótida (donde se remueve la placa de grasa que produce la obstrucción), el by pass de miembros inferiores para saltear la obstrucción y la cirugía de aorta abdominal (donde se excluye la dilatación del a aorta).
En los últimos años la medicina ha ido cambiando, cada vez es menos invasiva, tal es el caso de la angioplastia. La misma consiste en abrir la arteria (carótida, renal, de miembros inferiores) con un balón y luego se coloca un stent para mantenerla abierta. Para el tratamiento del aneurisma de aorta también existe un procedimiento quirúrgico menos invasivo, que consiste en excluir el aneurisma colocando una prótesis (endoprotesis) por la ingle.
En el ICBA la mayoría de los pacientes con aneurisma de aorta son tratados por esta técnica. Para concluir es importante tener en cuenta que cuando un paciente tiene enfermedad vascular periférica tiene alta probabilidad (aproximadamente 6 de 10 pacientes) de tener enfermedad coronaria, ya que la ateroesclerosis es una enfermedad que afecta en mayor o menor medida a todas las arterias del organismo, por lo que es fundamental el abordaje global de estos pacientes.
“Como sabemos no existen enfermedades sino pacientes enfermos por lo que en nuestra institución cada paciente es evaluado en forma conjunta entre los cirujanos, cardiólogos intervencionistas y cardiólogos clínicos para definir cuál es el mejor tratamiento” finaliza el Dr. Belcastro.
Las arterias llevan la sangre del corazón a todo el cuerpo. Cuando están saludables tienen un revestimiento liso lo cual evita la formación de coágulos y promueve el flujo sanguíneo. Sin embargo cuando se crean depósitos grasos (placa) estamos en presencia de una enfermedad obstructiva vascular ateroesclerótica. Esta afección puede involucrar arterias del corazón y / o arterias periféricas (enfermedad vascular periférica): carótidas / renales / miembros inferiores / aorta .También las arterias pueden dilatarse (aneurisma) lo cual afecta principalmente a la arteria aorta sobre todo a nivel del abdomen.
¿Cuáles son las consecuencias de la enfermedad vascular periférica?
Cuando el territorio afectado es el carotideo, las consecuencias pueden ser devastadoras ya que su obstrucción puede producir infarto cerebral (llamado ACV: accidente cerebro vascular) siendo esta la principal causa de discapacidad y la tercer causa de muerte en el mundo.
Cuando la obstrucción se localiza a nivel de las arterias renales puede asociarse a hipertensión arterial y deterioro de la función del riñón. Cuando la obstrucción se localiza a nivel de las arterias de las piernas (muy común en diabéticos y fumadores) produce dificultad al caminar, expresado como dolor sobre todo a nivel de las pantorrillas (claudicación intermitente o síndrome del mirador de vidrieras) o cuando la enfermedad este muy avanzada con dolor de reposo.
Cuando se dilata la arteria aorta (principal arteria del sistema circulatorio) el mayor riesgo es la ruptura, cuadro de extrema gravedad con altísima mortalidad.
¿Cómo podemos prevenir esta enfermedad?
La enfermedad vascular ateroesclerótica es la consecuencia del impacto de los factores de riesgo a nivel de la pared vascular.
Los factores de riesgo son:
• Sexo masculino.
• Edad
• Niveles elevados de colesterol en la sangre.
• Presión arterial alta.
• Diabetes.
• Consumo de cigarrillos (tabaquismo).
• Antecedentes familiares.
• Obesidad.
• Sedentarismo.
• Stress.
La mayoria de estos factores pueden corregirse: dejar de fumar, bajar los niveles de colesterol o la presión arterial, controlar la diabetes, hacer actividad física.
¿Como podemos detectarla?
Un detallado interrogatorio y examen físico son fundamentales para detectar la enfermedad.
Los estudios complementarios, sobre todo las imágenes son de gran utilidad. Generalmente el primer estudio de elección es el eco-doppler, el cual nos permite detectar en los distintos territorios la presencia de la enfermedad vascular, desde las etapas incipientes hasta cuando ya ha avanzada, brindando el porcentaje de obstrucción y el grado de dilatación de la aorta abdominal dando información del tamaño del aneurisma.
En algunos casos necesitamos recurrir a otras imágenes como la tomografía computada, la resonancia magnética o la angiografía (cateterismo) para definir mejor el grado de obstrucción o la dilatación de la aorta abdominal lo cual va a ser fundamental para la estrategia terapéutica.
En el ICBA (Instituto Cardiovascular de Buenos Aires) cuentan con un departamento de imágenes con alta experiencia y tecnología de avanzada, donde se integran las distintas modalidades de imágenes permitiendo una mayor exactitud en el diagnostico.
¿Como podemos tratar la enfermedad vascular periférica?
“Hoy contamos con distintas herramientas para el tratamiento de la enfermedad vascular periferica. El avance tecnológico ha permitido un gran desarrollo de la industria farmacéutica y existe en la actualidad medicación que nos ayuda a controlar a los factores de riesgo y evitar que progrese la enfermedad” comenta el Dr. Fernando Belcastro, médico cardiólogo del ICBA.
Cuando la obstrucción arterial es muy severa tenemos distintos tratamientos: la cirugía convencional como la cirugía de carótida (donde se remueve la placa de grasa que produce la obstrucción), el by pass de miembros inferiores para saltear la obstrucción y la cirugía de aorta abdominal (donde se excluye la dilatación del a aorta).
En los últimos años la medicina ha ido cambiando, cada vez es menos invasiva, tal es el caso de la angioplastia. La misma consiste en abrir la arteria (carótida, renal, de miembros inferiores) con un balón y luego se coloca un stent para mantenerla abierta. Para el tratamiento del aneurisma de aorta también existe un procedimiento quirúrgico menos invasivo, que consiste en excluir el aneurisma colocando una prótesis (endoprotesis) por la ingle.
En el ICBA la mayoría de los pacientes con aneurisma de aorta son tratados por esta técnica. Para concluir es importante tener en cuenta que cuando un paciente tiene enfermedad vascular periférica tiene alta probabilidad (aproximadamente 6 de 10 pacientes) de tener enfermedad coronaria, ya que la ateroesclerosis es una enfermedad que afecta en mayor o menor medida a todas las arterias del organismo, por lo que es fundamental el abordaje global de estos pacientes.
“Como sabemos no existen enfermedades sino pacientes enfermos por lo que en nuestra institución cada paciente es evaluado en forma conjunta entre los cirujanos, cardiólogos intervencionistas y cardiólogos clínicos para definir cuál es el mejor tratamiento” finaliza el Dr. Belcastro.
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