El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible de la Provincia de Buenos Aires, OPDS, realizó un relevamiento en la zona del Río Paraná de Las Palmas a la altura del kilómetro 59,5 donde chocaron dos buques de carga.
El choque se produjo el viernes 24 de febrero entre una embarcación que trasladaba contenedores de bandera brasilera, el Amazonia, de más de cien metros de eslora (largo) y un arenero de origen argentino, el Doña Lucía.
Inicialmente se hizo presente el Director Ejecutivo del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, OPDS, José Molina y el Director Provincial de Islas, Francisco Serrano, quienes realizaron un extenso recorrido en la zona y posteriormente, personal profesional de la Dirección Provincial de Recursos Naturales de la autoridad ambiental provincial, acompañados de la Prefectura Naval Argentina de Tigre realizaron un relevamiento del área.
Del mismo surgió que el buque mayor recibió un impacto de la otra embarcación desde uno de sus laterales, situación que hizo que desviara su dirección y encallara en tierra, en una zona de islas. El barco ingresó aproximadamente unos diez o quince metros en tierra, arrastrando a su paso numerosos árboles y dos muelles de atraque de botes de pequeño porte de dos propiedades.
La embarcación quedó incrustada a una distancia de veinte metros a la derecha de una casa que no tenía habitantes en ese momento y a quince metros de distancia de su delantera de una propiedad donde sus habitantes se encontraban durmiendo al momento del hecho.
Más allá de los daños materiales menores, de acuerdo a lo informado por personal de la Prefectura no hubo personas accidentadas, y a partir del relevamiento técnico efectuado por el OPDS pudo verificarse que no se produjeron derrames de combustibles que pudieran generar daños ecológicos en la zona de la colisión.
Los barcos se encontraban alistándose para ser remolcados a puerto, y al momento del relevamiento se encontraban los peritos de partes, para verificar los daños materiales, y así dar debida notificación a las compañías de seguro de ambas embarcaciones, y de esta forma compensar los daños económicos sobre las propiedades de los isleños afectados.
El choque se produjo el viernes 24 de febrero entre una embarcación que trasladaba contenedores de bandera brasilera, el Amazonia, de más de cien metros de eslora (largo) y un arenero de origen argentino, el Doña Lucía.
Inicialmente se hizo presente el Director Ejecutivo del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, OPDS, José Molina y el Director Provincial de Islas, Francisco Serrano, quienes realizaron un extenso recorrido en la zona y posteriormente, personal profesional de la Dirección Provincial de Recursos Naturales de la autoridad ambiental provincial, acompañados de la Prefectura Naval Argentina de Tigre realizaron un relevamiento del área.
Del mismo surgió que el buque mayor recibió un impacto de la otra embarcación desde uno de sus laterales, situación que hizo que desviara su dirección y encallara en tierra, en una zona de islas. El barco ingresó aproximadamente unos diez o quince metros en tierra, arrastrando a su paso numerosos árboles y dos muelles de atraque de botes de pequeño porte de dos propiedades.
La embarcación quedó incrustada a una distancia de veinte metros a la derecha de una casa que no tenía habitantes en ese momento y a quince metros de distancia de su delantera de una propiedad donde sus habitantes se encontraban durmiendo al momento del hecho.
Más allá de los daños materiales menores, de acuerdo a lo informado por personal de la Prefectura no hubo personas accidentadas, y a partir del relevamiento técnico efectuado por el OPDS pudo verificarse que no se produjeron derrames de combustibles que pudieran generar daños ecológicos en la zona de la colisión.
Los barcos se encontraban alistándose para ser remolcados a puerto, y al momento del relevamiento se encontraban los peritos de partes, para verificar los daños materiales, y así dar debida notificación a las compañías de seguro de ambas embarcaciones, y de esta forma compensar los daños económicos sobre las propiedades de los isleños afectados.
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