Los familiares y amigos de Lucas Menghini Rey, el joven hallado muerto dos días después de la tragedia de Once , se reunieron en un teatro porteño para reclamar justicia para este "desastre previsible ", tal como definieron al choque ferroviario que dejó un saldo de 51 víctimas fatales y heridas a otras cientos.
En el encuentro, realizado en el teatro Margarita Xirgu, ubicado en Chacabuco 875, sus padres leyeron una carta dirigida a toda la sociedad.
La familia de Lucas sostuvo que por "la magnitud" del hecho lo sucedido en la terminal ferroviaria fue un "desastre previsible y no un accidente". "Sabemos que hay responsables de lo ocurrido", expresaron el padre y la madre de Menghini Rey a través de la carta.
Los padres del joven fallecido, también, repudiaron los hechos de violencia que se registraron el viernes pasado en la estación Once, cuando un grupo de gente provocó destrozos y se enfrentó con la Policía tras enterarse que se halló el cuerpo de Menghini Rey entre el tercer y cuarto vagón del tren siniestrado.
"Es una necesidad mía como mamá de Lucas expresar mi más enérgico repudio al comunicado emitido por el ministerio de Seguridad la Nación en el cual se da a entender la posibilidad de que Lucas tenga responsabilidad por lo ocurrido", dijo. "Convertir a la víctima en culpable es un recurso vil, bastardo y canalla", enfatizó.
Paolo y María Luján Menghini Rey, en la carta, aseguraron que "maldita es la impunidad, tan maldita como los que usan el dolor ajeno" frente a tragedias como la sucedida el miércoles último.
"Queremos que nos miren a los ojos y nos digan por qué, cómo no recorrieron exhaustivamente desde el primer momento cada centímetro de la formación. ¿No alcanzaban los recursos humanos para recorrer ocho vagones?", planteó la madre de Lucas, la víctima número 51 del desastre ferroviario.
Lara, hermana de Lucas, apuntó: "Lucas murió por errores y efectos evitables".
El padre de Lucas, que es trabajador de prensa, destinó un párrafo al rol de los medios. Agradeció encontrar siempre un micrófono para expresar los momentos de búsqueda de Lucas; sin embargo, repudió que los medios estuvieran esperándolo en las puertas de la morgue, así como el hecho de anunciar la muerte de su hijo cuando aún ellos no tenían la confirmación del hecho.
"Ninguna imagen, sonido y supuesta primicia puede violentar el derecho básico de intimidad. La obligación de imponer un cambio es nuestra, como trabajadores de prensa, pero sobre todo como seres humanos.
No puede ser importante la imagen de un padre que entra en una morgue para ver la imagen de su hijo", criticó.
Las palabras previas a la carta
"Nuestro único objetivo es exigir y obtener justicia para Lucas y para las otras 50 víctimas. Contamos, como en cada uno de los día transcurridos desde el miércoles, con ustedes y con su comprensión", anticiparon en un comunicado difundido en las últimas horas.
"El pasado sábado cerramos un capítulo y abrimos otro. Desde las 8.32 del miércoles 22 hasta el viernes 24 a las 20 nuestro miedo fue transformándose. En pánico, angustia, certezas, desazón, a veces. En esperanza e indignación. Hasta el momento en que una luz, lejos de apagarse, se encendió eternamente. Durante todas esas interminables 60 horas, miles de personas sufrieron junto a nosotros. Nos conocieran o no. Y lo siguen haciendo", manifestaron en otro fragmento del texto que hicieron circular para difundir la iniciativa.
Tal como lo adelantó la familia Menghini, no se trató de una conferencia de prensa convencional en la que se dará lugar a preguntas, sino tanto la madre, el padre como la hermana se alternaron -párrafo por párrafo- para leer un comunicado.
Un acto fuera de lo común
Después de 60 horas sin rastros de Lucas Menghini Rey, su cadáver fue encontrado entre el tercer y cuarto vagón del tren que protagonizó el desastre la semana pasada.
"El cuerpo estaba en el fuelle que separa el tercer y cuarto vagón", confirmaron a LA NACION fuentes de la investigación. Tras revisar las cámaras de seguridad de la estación de San Antonio de Padua, donde subió Menghini Rey, s e volvió a buscar en el vagón donde subió la víctima.
Según confiaron fuentes de la investigación, el cuerpo se encontraba en un espacio de 30 centímetros de espesor. Antes del accidente ese lugar medía alrededor de un metro y medio. "Estaba aplastado de una manera que no podía ser percibido en una búsqueda del personal. Se enviaron a los canes para un rastreo más profundo", explicaron los miembros del operativo.
En el lugar donde fue hallado el cadáver se encontró una mochila que contenía el documento de Menghini Rey y las que serían sus pertenencias.
El cuerpo fue llevado a la morgue, donde después de las 20 se le realizó una autopsia. Pasadas las 21, sus familiares realizaron el reconocimiento del joven, confirmaron fuentes judiciales a la agencia Télam. Paolo, el padre, y un tío del muchacho cumplieron con el doloroso trámite en la Morgue Judicial.
En el encuentro, realizado en el teatro Margarita Xirgu, ubicado en Chacabuco 875, sus padres leyeron una carta dirigida a toda la sociedad.
La familia de Lucas sostuvo que por "la magnitud" del hecho lo sucedido en la terminal ferroviaria fue un "desastre previsible y no un accidente". "Sabemos que hay responsables de lo ocurrido", expresaron el padre y la madre de Menghini Rey a través de la carta.
Los padres del joven fallecido, también, repudiaron los hechos de violencia que se registraron el viernes pasado en la estación Once, cuando un grupo de gente provocó destrozos y se enfrentó con la Policía tras enterarse que se halló el cuerpo de Menghini Rey entre el tercer y cuarto vagón del tren siniestrado.
"Es una necesidad mía como mamá de Lucas expresar mi más enérgico repudio al comunicado emitido por el ministerio de Seguridad la Nación en el cual se da a entender la posibilidad de que Lucas tenga responsabilidad por lo ocurrido", dijo. "Convertir a la víctima en culpable es un recurso vil, bastardo y canalla", enfatizó.
Paolo y María Luján Menghini Rey, en la carta, aseguraron que "maldita es la impunidad, tan maldita como los que usan el dolor ajeno" frente a tragedias como la sucedida el miércoles último.
"Queremos que nos miren a los ojos y nos digan por qué, cómo no recorrieron exhaustivamente desde el primer momento cada centímetro de la formación. ¿No alcanzaban los recursos humanos para recorrer ocho vagones?", planteó la madre de Lucas, la víctima número 51 del desastre ferroviario.
Lara, hermana de Lucas, apuntó: "Lucas murió por errores y efectos evitables".
El padre de Lucas, que es trabajador de prensa, destinó un párrafo al rol de los medios. Agradeció encontrar siempre un micrófono para expresar los momentos de búsqueda de Lucas; sin embargo, repudió que los medios estuvieran esperándolo en las puertas de la morgue, así como el hecho de anunciar la muerte de su hijo cuando aún ellos no tenían la confirmación del hecho.
"Ninguna imagen, sonido y supuesta primicia puede violentar el derecho básico de intimidad. La obligación de imponer un cambio es nuestra, como trabajadores de prensa, pero sobre todo como seres humanos.
No puede ser importante la imagen de un padre que entra en una morgue para ver la imagen de su hijo", criticó.
Las palabras previas a la carta
"Nuestro único objetivo es exigir y obtener justicia para Lucas y para las otras 50 víctimas. Contamos, como en cada uno de los día transcurridos desde el miércoles, con ustedes y con su comprensión", anticiparon en un comunicado difundido en las últimas horas.
"El pasado sábado cerramos un capítulo y abrimos otro. Desde las 8.32 del miércoles 22 hasta el viernes 24 a las 20 nuestro miedo fue transformándose. En pánico, angustia, certezas, desazón, a veces. En esperanza e indignación. Hasta el momento en que una luz, lejos de apagarse, se encendió eternamente. Durante todas esas interminables 60 horas, miles de personas sufrieron junto a nosotros. Nos conocieran o no. Y lo siguen haciendo", manifestaron en otro fragmento del texto que hicieron circular para difundir la iniciativa.
Tal como lo adelantó la familia Menghini, no se trató de una conferencia de prensa convencional en la que se dará lugar a preguntas, sino tanto la madre, el padre como la hermana se alternaron -párrafo por párrafo- para leer un comunicado.
Un acto fuera de lo común
Después de 60 horas sin rastros de Lucas Menghini Rey, su cadáver fue encontrado entre el tercer y cuarto vagón del tren que protagonizó el desastre la semana pasada.
"El cuerpo estaba en el fuelle que separa el tercer y cuarto vagón", confirmaron a LA NACION fuentes de la investigación. Tras revisar las cámaras de seguridad de la estación de San Antonio de Padua, donde subió Menghini Rey, s e volvió a buscar en el vagón donde subió la víctima.
Según confiaron fuentes de la investigación, el cuerpo se encontraba en un espacio de 30 centímetros de espesor. Antes del accidente ese lugar medía alrededor de un metro y medio. "Estaba aplastado de una manera que no podía ser percibido en una búsqueda del personal. Se enviaron a los canes para un rastreo más profundo", explicaron los miembros del operativo.
En el lugar donde fue hallado el cadáver se encontró una mochila que contenía el documento de Menghini Rey y las que serían sus pertenencias.
El cuerpo fue llevado a la morgue, donde después de las 20 se le realizó una autopsia. Pasadas las 21, sus familiares realizaron el reconocimiento del joven, confirmaron fuentes judiciales a la agencia Télam. Paolo, el padre, y un tío del muchacho cumplieron con el doloroso trámite en la Morgue Judicial.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario