La legisladora kirchnerista deberá abandonar la Legislatura en diciembre y por eso busca seducir a la presidenta con un perfil institucional que le asegure un cargo en el Gobierno. Retomó su actividad académica en la UBA y tiene una ONG y un programa de TV en los que publica informes de gestión contra Macri.
María José Lubertino quiere ganarse la estima de Cristina Kirchner y para eso adoptó un perfil bajo que se contrasta de manera imponente con su habitual carácter exuberante.
Como explicó LPO, la legisladora kirchnerista se quedará sin trabajo el 10 de diciembrepuesto que está inscripta en el puesto número 15 de la lista del Frente para la Victoria, un lugar testimonial si se tiene en cuenta que el kirchnerismo se deberá conformar con sólo seis bancas si repite el resultado de las primarias.
La legisladora intenta dejar en el olvido las actitudes explosivas que en el pasado incluso le valieron el inicio de causas avaladas por sus propios compañeros de bloque en la Junta de Ética, como cuando en plena sesión le pidió a los legisladores macristas Sergio Bergman y Victoria Morales Gorleri que sacaran las kipás y los rosarios de “nuestros ovarios”.
Lubertino aflojó con las declaraciones grandilocuentes y con la presentación de proyectos controvertidos como el del reparto de preservativos gratuitos en las escuelas primarias y redujo el contenido totalmente aleatorio e impredecible de su cuenta de Twitter, en donde ahora se dedica a hacer anuncios de campaña y linkear informes institucionales.
Para moldear ese perfil más institucional y no tan petardista, Lubertino retornó al ámbito académico: volvió a su cátedra de Derecho en la UBA, que ganó por concurso hace años.
Durante su paso por el Inadi, Lubertino utilizó a la Facultad como un verdadero cuartel de operaciones. Allí solía reunir en el comedor de profesores a asesores como Ricardo Rouvier, Roberto Bacman y Roberto Starke para intercalar líneas de asesoramiento con el tradicional filet con puré del buffet.
Lubertino tiene además una ONG llamada Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos, que creó cuando estaba al frente del Inadi y con ella promociona informes contra la gestión de Mauricio Macri.
Además produce un programa de televisión llamado Acción Urbana que se emite los lunes por el canal Metro, del Grupo Clarín, en el que también baja línea contra el gobierno de Macri.
Con estas armas, Lubertino espera seducir a Cristina Kirchner para volver al Inadi o al menos obtener un puesto en algún organismo de la Ciudad o el Gobierno nacional. (La Política OnLine).
Como explicó LPO, la legisladora kirchnerista se quedará sin trabajo el 10 de diciembrepuesto que está inscripta en el puesto número 15 de la lista del Frente para la Victoria, un lugar testimonial si se tiene en cuenta que el kirchnerismo se deberá conformar con sólo seis bancas si repite el resultado de las primarias.
Es por eso que la ex titular del Inadi bajó el perfil de una manera llamativa, justamente para generar el efecto contrario que provocaron sus extravagancias que la terminaron desplazando a ese lugar en la lista, cuando en 2009 se ubicó tercera en la boleta del Frente para la Victoria.
La legisladora intenta dejar en el olvido las actitudes explosivas que en el pasado incluso le valieron el inicio de causas avaladas por sus propios compañeros de bloque en la Junta de Ética, como cuando en plena sesión le pidió a los legisladores macristas Sergio Bergman y Victoria Morales Gorleri que sacaran las kipás y los rosarios de “nuestros ovarios”.
Lubertino aflojó con las declaraciones grandilocuentes y con la presentación de proyectos controvertidos como el del reparto de preservativos gratuitos en las escuelas primarias y redujo el contenido totalmente aleatorio e impredecible de su cuenta de Twitter, en donde ahora se dedica a hacer anuncios de campaña y linkear informes institucionales.
Para moldear ese perfil más institucional y no tan petardista, Lubertino retornó al ámbito académico: volvió a su cátedra de Derecho en la UBA, que ganó por concurso hace años.
Durante su paso por el Inadi, Lubertino utilizó a la Facultad como un verdadero cuartel de operaciones. Allí solía reunir en el comedor de profesores a asesores como Ricardo Rouvier, Roberto Bacman y Roberto Starke para intercalar líneas de asesoramiento con el tradicional filet con puré del buffet.
Lubertino tiene además una ONG llamada Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos, que creó cuando estaba al frente del Inadi y con ella promociona informes contra la gestión de Mauricio Macri.
Además produce un programa de televisión llamado Acción Urbana que se emite los lunes por el canal Metro, del Grupo Clarín, en el que también baja línea contra el gobierno de Macri.
Con estas armas, Lubertino espera seducir a Cristina Kirchner para volver al Inadi o al menos obtener un puesto en algún organismo de la Ciudad o el Gobierno nacional. (La Política OnLine).
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