La disparada en el precio de los alimentos y en los combustibles proyecta el costo de vida hacia el 27% anual. Carne, pan, lácteos y naftas golpean con fuerza al bolsillo.
En noviembre, la disparada del precio de los alimentos -que promediaron subas de 4% en el mes- sumado a los ajustes en los combustibles y en el transporte público, impulsado un alza de entre 2 y 2,5% en la inflación.
En noviembre, la disparada del precio de los alimentos -que promediaron subas de 4% en el mes- sumado a los ajustes en los combustibles y en el transporte público, impulsado un alza de entre 2 y 2,5% en la inflación.
Así, el índice de precios anualizado se acerca al 26,4% y, cerraría el año -incluyendo la inercia que pueda tomar la canasta en diciembre- cercano al 27%.
El costo de vida sería así el más alto en la década, profundizando una tendencia que comenzó en el 2007 y no detuvo su marcha aún en la crisis del 2009.
Un estudio de la consultora Elypsis señaló que los alimentos "siguieron siendo el principal impulso de los precios el mes pasado, especialmente por la suba de la carne".
La consultora estimó un 2,1% para la inflación mensual y del 26% anual.
Para el economista Roberto Dvoskin, más allá de las presiones puntuales que existen todos los meses en la inflación, el punto más importante es el manejo de “las expectativas inflacionarias que suelen crecer a partir de las expectativas de un mayor consumo”.
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