La sesión en el parlamento porteño debió pasar a cuarto intermedio cerca de la medianoche luego de que el PRO no consiguiera los votos para aprobar un proyecto clave del jefe de gobierno e intentara hacer caer la sesión. Los militantes sindicales coparon los palcos.
La maratónica sesión de más de 10 horas de la Legislatura porteña terminó a los gritos luego de que el PRO bajara el proyecto para crear el instituto de evaluación docente que pidió Mauricio Macri.
El PRO no pudo conseguir la mayoría para sancionar esa ley clave para el jefe de gobierno, que ayer se aferró al informe Pisa, que muestra a Argentina en los peores niveles educativos, y le pidió ayuda a Elisa Carrió y Pino Solanas para que le aprobaran la ley en la sesión de hoy.
Pero ni los legisladores de Unen ni los K, que durante la extensa jornada le hicieron caer un puñado de leyes importantes al PRO y le votaron otras tantas, quisieron quedar pegados a la ley que es resistida fuertemente por los gremios docentes que coparon los palcos durante la sesión.
La oposición se abroqueló de tal forma, que a la legisladora María América González, que en las últimas sesiones le había votado al PRO hasta el catering, la hicieron volver en un remis de la entrega de diplomas de su hijo.
En ese contexto, cerca de la medianoche, el macrismo intentó bajar el proyecto para llevarlo a la sesión del lunes próximo y evitar que se votara, puesto que la oposición reunía los 31 votos para rechazarlo.
Pero tras un momento de confusión durante la votación para suspender el tratamiento del proyecto, se armó un griterío tal que el vicepresidente de la Legislatura, Cristian Ritondo, se retiró del recinto ofuscado.
El vice segundo, Dante Gullo, encauzó la sesión y el proyecto quedó reservado en secretaría, por lo que podría ser desempolvado el lunes, aunque el PRO seguirá en problemas para conseguir los votos. (La Política OnLine).
El PRO no pudo conseguir la mayoría para sancionar esa ley clave para el jefe de gobierno, que ayer se aferró al informe Pisa, que muestra a Argentina en los peores niveles educativos, y le pidió ayuda a Elisa Carrió y Pino Solanas para que le aprobaran la ley en la sesión de hoy.
Pero ni los legisladores de Unen ni los K, que durante la extensa jornada le hicieron caer un puñado de leyes importantes al PRO y le votaron otras tantas, quisieron quedar pegados a la ley que es resistida fuertemente por los gremios docentes que coparon los palcos durante la sesión.
La oposición se abroqueló de tal forma, que a la legisladora María América González, que en las últimas sesiones le había votado al PRO hasta el catering, la hicieron volver en un remis de la entrega de diplomas de su hijo.
En ese contexto, cerca de la medianoche, el macrismo intentó bajar el proyecto para llevarlo a la sesión del lunes próximo y evitar que se votara, puesto que la oposición reunía los 31 votos para rechazarlo.
Pero tras un momento de confusión durante la votación para suspender el tratamiento del proyecto, se armó un griterío tal que el vicepresidente de la Legislatura, Cristian Ritondo, se retiró del recinto ofuscado.
El vice segundo, Dante Gullo, encauzó la sesión y el proyecto quedó reservado en secretaría, por lo que podría ser desempolvado el lunes, aunque el PRO seguirá en problemas para conseguir los votos. (La Política OnLine).
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