En el año 2014, la industria argentina se retrajo respecto del año anterior y el mercado de trabajo comenzó a sufrir los efectos de la recesión. Economistas y consultoras analizan cómo serán los próximos meses en materia de actividad, inflación y tipo de cambio.
Los economistas más escuchados por los mercados no dudan en subrayar la necesidad de llegar a un acuerdo con los fondos buitre sobre la deuda pendiente de reestructuración.
Es un paso necesario, dicen, para volver al mercado de crédito externo y financiar la transición política hasta las elecciones de 2015, pero también entienden que eso no es suficiente y los más ortodoxos opinan que se debe avanzar en un ajuste fiscal y profundizar la restricción monetaria, aun cuando la recesión se extienda por varios meses más.
La desaceleración inflacionaria forzada por la caída de la actividad, a su juicio tampoco alcanza y vaticinan mayor presión sobre el mercado cambiario.
El economista Luis Secco, al participar de la cena foro de IDEA en Rosario, dijo no ver una segunda mitad del año fácil. La “falta de un “macroplán” para contener la inflación, que “incluso desacelerada quedó en niveles altísimos”, afecta la expectativas. Esto limita el “menú de herramientas” del gobierno para hacer política económica e impulsar una recuperación.
“Ninguno de los problemas económicos de la Argentina se resuelven en los tribunales de Nueva York”, sentenció el economista, para quien el pago a los holdouts es una decisión elemental. “Si esto termina mal será más difícil conseguir plata de afuera y mantener la estabilidad cambiaria”, señaló, pero advierte que, aun si “sale bien”, no será “tan fácil” conseguir dinero afuera en los próximos meses.
En su opinión, si bien hay entre los inversores externos un “apetito por el riesgo argentino”, el límite de la salida al mercado de crédito está dado por la emisión de bonos para financiar los acuerdos con Repsol, el Club de París y un esquema similar de pago a los holdouts. “De acá a fin de año podría haber una emisión de 12 mil millones de dólares, que no generarán dinero fresco”, dijo.
Más allá del resultado de estas estrategias, la salida de la recesión “va a ser lenta”, opinó Secco, quien llamó la atención sobre el “limitado menú” de instrumentos para hacer crecer más rápido la economía: “Puede seguir con la expansión monetaria y fiscal, cuya efectividad en tiempos de alta inflación está severamente cuestionada”, pero “lo más reactivante en este contexto es frenar la inflación”.
A su vez, para el economista Jorge Todesca “hay pocas posibilidades de que esta recesión se revierta durante este gobierno” y opinó que “a lo máximo que se puede aspirar” es a que las actuales autoridades “contengan la situación, para que no haya un colapso o un estallido”.
“No hay fuerza en la economía (argentina) como para que se ponga en marcha en el corto plazo”, dijo y condicionó cualquier evolución razonable de la actividad a un “imprescindible” acuerdo con los fondos buitres.
2014: Inflación del 31,5%, interés al 26%, dólar a $9,10
Por otra parte, una reseña sobre consultoras del diario rosarino La Capital indica que el escenario elaborado por el último informe del estudio Bein & Asociados, la inflación cerrará en un nivel de 31,5% anual en 2014, contra una tasa de interés de referencia en 26% y un dólar oficial de 9,10 pesos.
El estudio que conduce el economista Miguel Bein consideró que hay incentivos suficientes para llegar a un acuerdo con los fondos buitre, que despejen “el último escollo de relevancia que mantiene al país por fuera de los mercados de capitales”.
Las divisas que ingresen por la cuenta Capital permitirían, en su opinión, contribuir al financiamiento del Tesoro, “limitando la presión sobre el BCRA y, consecuentemente, el crecimiento”.
“El uso del tipo de cambio como semiancla permitiría moderar la inflación en el margen y, en simultáneo, moderar la erosión de los salarios, de modo de estabilizar el nivel de actividad”, evaluó.
Si esto sucede, la economía se “normalizaría” en el segundo semestre, aunque en niveles más bajos a los de un año atrás. En este escenario, el PBI caería 1,5% en 2014, con una estabilización en la segunda mitad.
Para Bein, en el último lustro la política del desendeudamiento y el activismo monetario del Banco Central se encontraron al final del camino con el dilema de la restricción externa: “De vivir con lo nuestro a vivir de contado”, tituló uno de sus últimos informes.
Hacia 2015, la salida estará atada a un retorno del mercado de capitales y al financiamiento dolarizado, aprovechando que la deuda flotante no llega al 15% del PBI.
A su vez, para los economistas del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (Iaef), la agenda de la economía doméstica en el segundo semestre es “harto compleja” más allá del litigio con los holdouts, ya que el escenario de “estanflación” se profundiza, con un déficit fiscal que rondará los 140 millones de pesos.
“Todo ello hace esperar una política sostenida de esterilización por parte del BCRA, más allá de la tregua que tomó en junio”, señaló el Iaef, y presagió que esta política desplazará al sector privado del mercado de crédito interno, lo que “afectaría negativamente la actividad económica de las empresas”.
Los ejecutivos de finanzas no ven una inversión privada significativa en la transición hasta las próximas elecciones.
Otra consultora, Economía & Regiones, anticipa que la economía “se dificulta” en el segundo semestre del año, más allá de la pelea con los fondos buitres, ya que “tiene dos frentes de conflicto abiertos: la negociación con los holdouts y la problemática de sus políticas fiscal y monetaria”.
Estas últimas son, a su juicio, los problemas de fondos de la economía argentina, por lo que más allá de que se pague a los acreedores que no entraron al canje de deuda, los economistas de ese centro de estudios no esperan “una oleada de ingresos de capitales en lo inmediato”.
A su criterio, la actual estabilidad de las reservas y del tipo de cambio son “obra y gracia” de las políticas del Banco Central, que deben hacer frente al “desborde fiscal” fogoneado por el Ministerio de Economía.
“El peor escenario de mediano plazo sería aquel en el cual la política fiscal expansiva siga como hasta ahora a todo vapor”, señaló la consultora.
También existen los optimistas: por ejemplo, para el Bank of America Merril Lynch, el gobierno cerrará un acuerdo con los holdouts y evitará el default, lo cual normalizará su relación con los mercados de capitales y le permitirá bajar las tasas de interés.
Esta organización prevé “un tipo de cambio estabilizado y altos rendimientos que abren una oportunidad de vender dólares para invertir en pesos”. (Empresas News).
La desaceleración inflacionaria forzada por la caída de la actividad, a su juicio tampoco alcanza y vaticinan mayor presión sobre el mercado cambiario.
El economista Luis Secco, al participar de la cena foro de IDEA en Rosario, dijo no ver una segunda mitad del año fácil. La “falta de un “macroplán” para contener la inflación, que “incluso desacelerada quedó en niveles altísimos”, afecta la expectativas. Esto limita el “menú de herramientas” del gobierno para hacer política económica e impulsar una recuperación.
“Ninguno de los problemas económicos de la Argentina se resuelven en los tribunales de Nueva York”, sentenció el economista, para quien el pago a los holdouts es una decisión elemental. “Si esto termina mal será más difícil conseguir plata de afuera y mantener la estabilidad cambiaria”, señaló, pero advierte que, aun si “sale bien”, no será “tan fácil” conseguir dinero afuera en los próximos meses.
En su opinión, si bien hay entre los inversores externos un “apetito por el riesgo argentino”, el límite de la salida al mercado de crédito está dado por la emisión de bonos para financiar los acuerdos con Repsol, el Club de París y un esquema similar de pago a los holdouts. “De acá a fin de año podría haber una emisión de 12 mil millones de dólares, que no generarán dinero fresco”, dijo.
Más allá del resultado de estas estrategias, la salida de la recesión “va a ser lenta”, opinó Secco, quien llamó la atención sobre el “limitado menú” de instrumentos para hacer crecer más rápido la economía: “Puede seguir con la expansión monetaria y fiscal, cuya efectividad en tiempos de alta inflación está severamente cuestionada”, pero “lo más reactivante en este contexto es frenar la inflación”.
A su vez, para el economista Jorge Todesca “hay pocas posibilidades de que esta recesión se revierta durante este gobierno” y opinó que “a lo máximo que se puede aspirar” es a que las actuales autoridades “contengan la situación, para que no haya un colapso o un estallido”.
“No hay fuerza en la economía (argentina) como para que se ponga en marcha en el corto plazo”, dijo y condicionó cualquier evolución razonable de la actividad a un “imprescindible” acuerdo con los fondos buitres.
2014: Inflación del 31,5%, interés al 26%, dólar a $9,10
Por otra parte, una reseña sobre consultoras del diario rosarino La Capital indica que el escenario elaborado por el último informe del estudio Bein & Asociados, la inflación cerrará en un nivel de 31,5% anual en 2014, contra una tasa de interés de referencia en 26% y un dólar oficial de 9,10 pesos.
El estudio que conduce el economista Miguel Bein consideró que hay incentivos suficientes para llegar a un acuerdo con los fondos buitre, que despejen “el último escollo de relevancia que mantiene al país por fuera de los mercados de capitales”.
Las divisas que ingresen por la cuenta Capital permitirían, en su opinión, contribuir al financiamiento del Tesoro, “limitando la presión sobre el BCRA y, consecuentemente, el crecimiento”.
“El uso del tipo de cambio como semiancla permitiría moderar la inflación en el margen y, en simultáneo, moderar la erosión de los salarios, de modo de estabilizar el nivel de actividad”, evaluó.
Si esto sucede, la economía se “normalizaría” en el segundo semestre, aunque en niveles más bajos a los de un año atrás. En este escenario, el PBI caería 1,5% en 2014, con una estabilización en la segunda mitad.
Para Bein, en el último lustro la política del desendeudamiento y el activismo monetario del Banco Central se encontraron al final del camino con el dilema de la restricción externa: “De vivir con lo nuestro a vivir de contado”, tituló uno de sus últimos informes.
Hacia 2015, la salida estará atada a un retorno del mercado de capitales y al financiamiento dolarizado, aprovechando que la deuda flotante no llega al 15% del PBI.
A su vez, para los economistas del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (Iaef), la agenda de la economía doméstica en el segundo semestre es “harto compleja” más allá del litigio con los holdouts, ya que el escenario de “estanflación” se profundiza, con un déficit fiscal que rondará los 140 millones de pesos.
“Todo ello hace esperar una política sostenida de esterilización por parte del BCRA, más allá de la tregua que tomó en junio”, señaló el Iaef, y presagió que esta política desplazará al sector privado del mercado de crédito interno, lo que “afectaría negativamente la actividad económica de las empresas”.
Los ejecutivos de finanzas no ven una inversión privada significativa en la transición hasta las próximas elecciones.
Otra consultora, Economía & Regiones, anticipa que la economía “se dificulta” en el segundo semestre del año, más allá de la pelea con los fondos buitres, ya que “tiene dos frentes de conflicto abiertos: la negociación con los holdouts y la problemática de sus políticas fiscal y monetaria”.
Estas últimas son, a su juicio, los problemas de fondos de la economía argentina, por lo que más allá de que se pague a los acreedores que no entraron al canje de deuda, los economistas de ese centro de estudios no esperan “una oleada de ingresos de capitales en lo inmediato”.
A su criterio, la actual estabilidad de las reservas y del tipo de cambio son “obra y gracia” de las políticas del Banco Central, que deben hacer frente al “desborde fiscal” fogoneado por el Ministerio de Economía.
“El peor escenario de mediano plazo sería aquel en el cual la política fiscal expansiva siga como hasta ahora a todo vapor”, señaló la consultora.
También existen los optimistas: por ejemplo, para el Bank of America Merril Lynch, el gobierno cerrará un acuerdo con los holdouts y evitará el default, lo cual normalizará su relación con los mercados de capitales y le permitirá bajar las tasas de interés.
Esta organización prevé “un tipo de cambio estabilizado y altos rendimientos que abren una oportunidad de vender dólares para invertir en pesos”. (Empresas News).
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