BUENOS AIRES, Agosto 20, (PUNTO CERO-La Política OnLine) La principal preocupación por estas horas en la Casa Rosada no es Claudio Uberti y sus valijas venezolanas, ni el despedido José Luis López. El verdadero temor es que trascienda una causa que pone en la mira a la ministra de Desarrollo Social y hermana presidencial, Alicia Kirchner.
El apellido del presidente y la candidata del oficialismo quedaría así vinculado directamente a la corrupción, por si a alguien le quedaba alguna duda, luego de Skanska, la bolsa de Felisa, el maletín de Uberti y el despido de López, sólo por mencionar los casos más recientes.
La Política Online accedió a documentación que revela que justicia en lo contecioso administrativo federal investiga irregularidades en la entrega de subsidios, que habrían quedado en evidencia, por groseros detalles como la entrega de cheques correlativos a una misma entidad y pese a que correspondían a meses distintos.
La causa, recayó en el juzgado en lo contencioso administrativo número 12, secretaría 22, y lleva el número 29898. Básicamente investiga el destino de subsidios destinados a aplicar en las provincias de Santiago del Estero y Chaco.
Allí los investigadores se sorprendieron al corroborar la correlación de cheques por 4.060 pesos cada uno, girados a través del Banco Patagonia, entre enero y mayo de este año, por cifras que superan los 80 mil pesos. La correlación de los valores indicaría que todos fueron emitidos en el mismo momento, pero se les puso distinta fecha.
Los investigadores creen que estos cheques luego se cambian en una mesa de dinero, y la hipótesis que manejan es que se trata de fondos robados al Estado, nada menos que destinados a la supuesta ayuda a los sectores más desprotegidos, para financiar campañas políticas.
Lo grave del caso es que sería apenas la punta de una práctica mucho más extendida y que abarcaría a varios de los programas de ayuda económica que maneja Alicia Kirchner.
Las sospechas
La ministra recibió la mala noticia en Santa Cruz, y colaboradores cercanos la escucharon despotricar particularmente contra Carlos Castagnetto y Fernando Gray. Ambos funcionarios del ministerio comparten sugestivas coincidencias.
Carlos Castagnetto es secretario de Coordinación del ministerio, goza de la íntima confianza de la ministra y compite por la intendencia de La Plata. La Política Online ya informó sobre la millonaria campaña de este ex arquero de fútbol que se da el lujo de promocionar su postulación en partidos internacionales de la Selección argentina, el segundo más caro de la televisión nacional.
Fernando Gray es el secretario de Comunicación del ministerio, puesto que conserva desde las épocas de Hilda “Chiche” Duhalde, cuando muchos lo recuerdan como uno de los más fanáticos “chichistas” del gobierno.
Desde esas épocas duhaldistas que Gray, que supo reconvertirse en kirchnerista de paladar negro, ambicionaba ser intendente de Estéban Echeverria. Aspiración que mantiene, también gracias a una costosa campaña publicitaria, que le permite por ejemplo mantener una gigantografía con su rostro en la autopista de camino a Ezeiza.
Esta información habría llegado a manos del empresario y candidato a gobernador opositor Francisco de Narváez, quien a su vez la habría compartido con un legislador del ARI, que estaría trabajando en el caso, que por estas horas ya habría provocado una nueva rabieta de la primera dama, que arrastra una pésima relación con la hermana del presidente.
El apellido del presidente y la candidata del oficialismo quedaría así vinculado directamente a la corrupción, por si a alguien le quedaba alguna duda, luego de Skanska, la bolsa de Felisa, el maletín de Uberti y el despido de López, sólo por mencionar los casos más recientes.
La Política Online accedió a documentación que revela que justicia en lo contecioso administrativo federal investiga irregularidades en la entrega de subsidios, que habrían quedado en evidencia, por groseros detalles como la entrega de cheques correlativos a una misma entidad y pese a que correspondían a meses distintos.
La causa, recayó en el juzgado en lo contencioso administrativo número 12, secretaría 22, y lleva el número 29898. Básicamente investiga el destino de subsidios destinados a aplicar en las provincias de Santiago del Estero y Chaco.
Allí los investigadores se sorprendieron al corroborar la correlación de cheques por 4.060 pesos cada uno, girados a través del Banco Patagonia, entre enero y mayo de este año, por cifras que superan los 80 mil pesos. La correlación de los valores indicaría que todos fueron emitidos en el mismo momento, pero se les puso distinta fecha.
Los investigadores creen que estos cheques luego se cambian en una mesa de dinero, y la hipótesis que manejan es que se trata de fondos robados al Estado, nada menos que destinados a la supuesta ayuda a los sectores más desprotegidos, para financiar campañas políticas.
Lo grave del caso es que sería apenas la punta de una práctica mucho más extendida y que abarcaría a varios de los programas de ayuda económica que maneja Alicia Kirchner.
Las sospechas
La ministra recibió la mala noticia en Santa Cruz, y colaboradores cercanos la escucharon despotricar particularmente contra Carlos Castagnetto y Fernando Gray. Ambos funcionarios del ministerio comparten sugestivas coincidencias.
Carlos Castagnetto es secretario de Coordinación del ministerio, goza de la íntima confianza de la ministra y compite por la intendencia de La Plata. La Política Online ya informó sobre la millonaria campaña de este ex arquero de fútbol que se da el lujo de promocionar su postulación en partidos internacionales de la Selección argentina, el segundo más caro de la televisión nacional.
Fernando Gray es el secretario de Comunicación del ministerio, puesto que conserva desde las épocas de Hilda “Chiche” Duhalde, cuando muchos lo recuerdan como uno de los más fanáticos “chichistas” del gobierno.
Desde esas épocas duhaldistas que Gray, que supo reconvertirse en kirchnerista de paladar negro, ambicionaba ser intendente de Estéban Echeverria. Aspiración que mantiene, también gracias a una costosa campaña publicitaria, que le permite por ejemplo mantener una gigantografía con su rostro en la autopista de camino a Ezeiza.
Esta información habría llegado a manos del empresario y candidato a gobernador opositor Francisco de Narváez, quien a su vez la habría compartido con un legislador del ARI, que estaría trabajando en el caso, que por estas horas ya habría provocado una nueva rabieta de la primera dama, que arrastra una pésima relación con la hermana del presidente.
Situación que alimenta la paranoia de los pingüinos que ven detrás de cada denuncia de corrupción, no la confirmación de los robos, sino el producto de una conspiración del jefe de Gabinete Alberto Fernández y la propia Cristina Kirchner, deseosos de dejarlos afuera de un próximo gobierno, que todavía no ganaron, pero ya descuentan. (PUNTO CERO-La Política OnLine).
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