BUENOS AIRES, Agosto 20, (PUNTO CERO-La Política OnLine) El diario Hoy aportó más datos a las crecientes desinteligencias y celos varios que están contaminando la relación del vicepresidente Daniel Scioli con la Casa Rosada, que ahora se dedica a impugnarle colaboradores como si fuera un chico al que se le eligen los amigos.
Según el diario platense, en el kirchnerismo no aceptan que este frecuente a Susana Decibe, Oscar Roggero y una fundación en la que trabajó la hija de Cavallo.
Una claro ejemplo de que detrás de estos ninguneos menores existe un problema político de fondo, esto es que Scioli crece en las encuestas y Cristina cae, lo revela el simple hecho de que el propio jefe de campaña de Cristina, Alberto Fernández, fue funcionario de Domingo Cavallo y candidato de su partido con la procesista Elena Cruz y hasta ahora nadie le cuestionó esas pasadas elecciones políticas.
El matutino informa que la Casa Rosada enrojeció cuando “descubrió” los nombres de algunos personajes de consulta de Daniel Scioli, el candidato oficialista para la gobernación bonaerense.
En esa lista negra –una tarea que divierte especialmente a Cristina Kirchner es elaborar listados de enemigos e indeseables-, el gobierno incluyó a la ex ministra de Educación de Carlos Menem, Susana Decibe; el ex presidente del bloque de senadores del PJ menemista, Oscar Roggero; y una fundación en la que trabajó la hija de Domingo Cavallo.
La hija del ex ministro, que ahora vive en Estados Unidos, fue miembro fundadora y directora del área de Política de Salud de CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Desarrollo).
El colmo de la paranoia oficial entonces es no ya perseguir personas por portación de apellido, sino directamente instituciones. Lástima que no apliquen el mismo celo para revisar sus propios cuestionados –y denunciados-, como ser Ricardo Jaime, Julio de Vido, Alberto Fernández, Nilda Garré, Alicia Kirchner y siguen las firmas.
En el file kirchnerista se menciona como cuestionable que el director ejecutivo del CIPPEC sea Nicolás Ducoté, consultor internacional para las Naciones Unidas, Transparencia International , BID, Banco Mundial y el World Economic Forum.
El matutino recuerda que el kirchnerismo vigila los pasos de Scioli, que saltó a la política con el envión que recibió de Menem y fue hombre mimado de Eduardo Duhalde. El trato con el matrimonio Kirchner fue oscilante: de la frialdad a altas temperaturas. Cristina llegó a zarandearlo verbalmente en una sesión en el Senado. Eso es pasado, pero no tanto.
De hecho, para completar la fórmula provincial el presidente Néstor Kirchner eligió a Alberto Balestrini -un hombre de plena confianza- para ser la sombra del ex motonauta.
En el kirchnerismo sospechan que el vicepresidente buscará ser candidato a presidente en 2011 cuando el libreto K indica que es el turno de Néstor o la posible reelección de Cristina.
En una conversación con legisladores, el gobernador Felipe Solá “confesó” -como publicó Hoy el 26 de julio- que quiere volver a la Provincia en 2011. ¿Tendrá alguna certeza de que Scioli no intentará la reelección como gobernador?, se pregunta el matutino.
Según el diario platense, en el kirchnerismo no aceptan que este frecuente a Susana Decibe, Oscar Roggero y una fundación en la que trabajó la hija de Cavallo.
Una claro ejemplo de que detrás de estos ninguneos menores existe un problema político de fondo, esto es que Scioli crece en las encuestas y Cristina cae, lo revela el simple hecho de que el propio jefe de campaña de Cristina, Alberto Fernández, fue funcionario de Domingo Cavallo y candidato de su partido con la procesista Elena Cruz y hasta ahora nadie le cuestionó esas pasadas elecciones políticas.
El matutino informa que la Casa Rosada enrojeció cuando “descubrió” los nombres de algunos personajes de consulta de Daniel Scioli, el candidato oficialista para la gobernación bonaerense.
En esa lista negra –una tarea que divierte especialmente a Cristina Kirchner es elaborar listados de enemigos e indeseables-, el gobierno incluyó a la ex ministra de Educación de Carlos Menem, Susana Decibe; el ex presidente del bloque de senadores del PJ menemista, Oscar Roggero; y una fundación en la que trabajó la hija de Domingo Cavallo.
La hija del ex ministro, que ahora vive en Estados Unidos, fue miembro fundadora y directora del área de Política de Salud de CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Desarrollo).
El colmo de la paranoia oficial entonces es no ya perseguir personas por portación de apellido, sino directamente instituciones. Lástima que no apliquen el mismo celo para revisar sus propios cuestionados –y denunciados-, como ser Ricardo Jaime, Julio de Vido, Alberto Fernández, Nilda Garré, Alicia Kirchner y siguen las firmas.
En el file kirchnerista se menciona como cuestionable que el director ejecutivo del CIPPEC sea Nicolás Ducoté, consultor internacional para las Naciones Unidas, Transparencia International , BID, Banco Mundial y el World Economic Forum.
El matutino recuerda que el kirchnerismo vigila los pasos de Scioli, que saltó a la política con el envión que recibió de Menem y fue hombre mimado de Eduardo Duhalde. El trato con el matrimonio Kirchner fue oscilante: de la frialdad a altas temperaturas. Cristina llegó a zarandearlo verbalmente en una sesión en el Senado. Eso es pasado, pero no tanto.
De hecho, para completar la fórmula provincial el presidente Néstor Kirchner eligió a Alberto Balestrini -un hombre de plena confianza- para ser la sombra del ex motonauta.
En el kirchnerismo sospechan que el vicepresidente buscará ser candidato a presidente en 2011 cuando el libreto K indica que es el turno de Néstor o la posible reelección de Cristina.
En una conversación con legisladores, el gobernador Felipe Solá “confesó” -como publicó Hoy el 26 de julio- que quiere volver a la Provincia en 2011. ¿Tendrá alguna certeza de que Scioli no intentará la reelección como gobernador?, se pregunta el matutino.
La “ficha” sobre la oleada menemista cerca de Scioli saltó a cinco días del lanzamiento de la fórmula en Mar del Plata. Balestrini, a quienes algunos llaman el comisario del Gobierno pese a que él infantilmente lo niega, ya había transmitido los límites a su supuesto jefe: “Ni Patti, ni Cavallo”. (PUNTO CERO-La Política OnLine).
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