Fueron los soportes que utilizaron Rodríguez Saá y Duhalde para la primaria que iniciarán en Capital Federal. El puntano buscó ayuda en ONG y grupos de inmigrantes y contrató call centers para llamara la gente. Más clásico, Duhalde apostó a la movilización de sus gremios afines.
“Esta es una mezcla entre lo nuevo y lo viejo. Los punteros y la nueva militancia. Veremos en qué queda”. Quien habla es uno de los principales operadores de Alberto Rodríguez Saá, partícipe de la interna del peronismo federal que desde mañana dirimirá con Eduardo Duhalde.
El primer capítulo será en Capital Federal, la semana que viene se repetirá en el noreste (Misiones, Formosa Chaco, Corrientes y Entre Ríos) y la otra en el noroeste (a excepción de Salta, que tiene elección general).
Tras un descanso de dos semanas por semana santa y 1 de mayo seguirá con un cronograma intenso y sin interrupciones en otras cuatro regiones: Córdoba y Santa Fe, Cuyo (Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis), Patagonia y Provincia de Buenos Aires.
En todos los casos hay una duda: cuánta gente irá a votar. “No sé, ni me interesa”, respondió el operador de Rodríguez Saá. Lo cierto es que nadie puede calcularlo porque el padrón es general.
Y el temor por una incursión del kirchnerismo para torcer la balanza circula por algunos sectores duhaldistas. En el bunker de Rodríguez Saá no desconocen ese riesgo, pero lo minimizan: “Es una selección de candidatos. Puede votar cualquiera”.
La bronca de los puntanos es que se usará el de 2009 y así quedarán excluidos los más jóvenes. ¿Por qué bronca? Porque aseguran tener el apoyo de una fracción disidente del peronismo porteño que les asegura presencia en 13 de las 15 comunas. Por primera vez, en Capital no se votará por circunscripciones.
Alberto Rodríguez Saá
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No es esta la única curiosidad: para sumar aliados, los operadores puntanos identificaron una posibilidad en las colectividades. “Estuvimos con coreanos, chinos, bolivianos y gitanos. Los inmigrantes quieren participar y esa puede ser una gran sorpresa”, avizoran.
Para todo el país, Rodríguez Saá contrató un sistema de telemarkting con el que se comunica con la mayoría de las casas. A eso le agregará alianzas provinciales, que todavía no empezó a mostrar.
Duhalde clásico: gremios y rosca
Eduardo Duhalde peleó para imponer esta interna como novedoso sistema de selección. Pero a la hora de buscar votos apeló a lo que mejor maneja: apoyo gremial, acuerdos regionales y aparato.
En Capital tendrá mucha incidencia Luis Barrionuevo y el aporte de su sindicato de Gastronómicos y de todos los que confluyen en la CGT Azul y Blanca. “Serán la clave de la elección porteña. Para las regiones se harán notar Uatre y los acuerdos con peronistas y hasta con radicales enfrentados a los gobiernos kirchneristas”, se entusiasman.
El impensado aporte radical a Duhalde se vería la semana que viene en Formosa y Misiones, donde lo que persiste de la UCR por estas horas estudia sociedades con peronistas díscolos para destronar a los kirchneristas gobernantes.
Los duhaldistas creen que ganarán sin problemas “70 a 30 o 80 20”, especulan. Y están enojados por las declaraciones de Rodríguez Saá en su cierre de campaña con alusiones a Duhalde. “No era lo que estaba acordado. Pero Alberto es un tipo difícil”, se lamentan. La historia, chica o grande, recién comienza. (La Política OnLine).
“Esta es una mezcla entre lo nuevo y lo viejo. Los punteros y la nueva militancia. Veremos en qué queda”. Quien habla es uno de los principales operadores de Alberto Rodríguez Saá, partícipe de la interna del peronismo federal que desde mañana dirimirá con Eduardo Duhalde.
El primer capítulo será en Capital Federal, la semana que viene se repetirá en el noreste (Misiones, Formosa Chaco, Corrientes y Entre Ríos) y la otra en el noroeste (a excepción de Salta, que tiene elección general).
Tras un descanso de dos semanas por semana santa y 1 de mayo seguirá con un cronograma intenso y sin interrupciones en otras cuatro regiones: Córdoba y Santa Fe, Cuyo (Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis), Patagonia y Provincia de Buenos Aires.
En todos los casos hay una duda: cuánta gente irá a votar. “No sé, ni me interesa”, respondió el operador de Rodríguez Saá. Lo cierto es que nadie puede calcularlo porque el padrón es general.
Y el temor por una incursión del kirchnerismo para torcer la balanza circula por algunos sectores duhaldistas. En el bunker de Rodríguez Saá no desconocen ese riesgo, pero lo minimizan: “Es una selección de candidatos. Puede votar cualquiera”.
La bronca de los puntanos es que se usará el de 2009 y así quedarán excluidos los más jóvenes. ¿Por qué bronca? Porque aseguran tener el apoyo de una fracción disidente del peronismo porteño que les asegura presencia en 13 de las 15 comunas. Por primera vez, en Capital no se votará por circunscripciones.
Alberto Rodríguez Saá
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No es esta la única curiosidad: para sumar aliados, los operadores puntanos identificaron una posibilidad en las colectividades. “Estuvimos con coreanos, chinos, bolivianos y gitanos. Los inmigrantes quieren participar y esa puede ser una gran sorpresa”, avizoran.
Para todo el país, Rodríguez Saá contrató un sistema de telemarkting con el que se comunica con la mayoría de las casas. A eso le agregará alianzas provinciales, que todavía no empezó a mostrar.
Duhalde clásico: gremios y rosca
Eduardo Duhalde peleó para imponer esta interna como novedoso sistema de selección. Pero a la hora de buscar votos apeló a lo que mejor maneja: apoyo gremial, acuerdos regionales y aparato.
En Capital tendrá mucha incidencia Luis Barrionuevo y el aporte de su sindicato de Gastronómicos y de todos los que confluyen en la CGT Azul y Blanca. “Serán la clave de la elección porteña. Para las regiones se harán notar Uatre y los acuerdos con peronistas y hasta con radicales enfrentados a los gobiernos kirchneristas”, se entusiasman.
El impensado aporte radical a Duhalde se vería la semana que viene en Formosa y Misiones, donde lo que persiste de la UCR por estas horas estudia sociedades con peronistas díscolos para destronar a los kirchneristas gobernantes.
Los duhaldistas creen que ganarán sin problemas “70 a 30 o 80 20”, especulan. Y están enojados por las declaraciones de Rodríguez Saá en su cierre de campaña con alusiones a Duhalde. “No era lo que estaba acordado. Pero Alberto es un tipo difícil”, se lamentan. La historia, chica o grande, recién comienza. (La Política OnLine).
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