El gobierno de la Ciudad y luego el bonaerense lanzaron al mercado Letras del Tesoro (Letes) para financiarse en el corto plazo. Lo que comenzó como respuesta a una necesidad de gestión, luego se sumó como opción a la acotada oferta de inversiones financieras de la plaza local. Fortalezas y debilidades de cada título y la extraña actuación del Banco Central.
Luego de la crisis del 2001, se dejaron de ofrecer en el mercado financiero argentino las Letras del Tesoro Nacional (se trataba de un título de corto plazo y mayor liquidez que los bonos tradicionales), lo que acotó aún más el flujo de operaciones en el mercado de capitales.
En 2009, el Gobierno de la ciudad comenzó a licitar letes ofreciéndole al mercado una nueva herramienta financiera. El año pasado se sumó el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, siendo los únicos dos distritos del país que ofrecen estos papeles actualmente.
La diferencia entre estos dos distritos es que el Banco Central no autorizó que los bancos compren letes de la ciudad para tener en su cartera. Abel Fernández, director General de Crédito Público de la Ciudad de Buenos Aires, reveló a La Política Online que esto les quita a las letes mucha demanda porque el mercado financiero en Argentina es muy chico y explica: “El mercado de capitales se compone de dos grandes agentes: bancos por un lado y compañías de seguro y fondos de inversión por el otro. Pero los bancos son el núcleo de la demanda, entonces si te lo cortan te dejan un pedazo muy pequeño”. Al no poder vender las letras a los bancos directamente, la demanda se redujo.
En la Ciudad sostienen que por eso la tasa de sus letes es alta, ya que entienden que no refleja la solidez y los buenos antecedentes financieros del gobierno porteño. Es decir que pagan una sobre tasa por la forzada iliquidez, que no refleja la seguridad del papel.
Mercado Secundario
Diego Martínez Burzaco, portfolio manager de Puente, explicó a La Política Online que estos gobiernos cubren sus necesidades de financiamiento de corto plazo con estas letras que toman los inversores institucionales, pero confirmó que el acceso a los consumidores minoristas es escaso.
Debido a la negativa del BCRA de dejar adquirir a los bancos para tener en sus carteras las letes de la Ciudad, el acceso a las mismas se dificulta, y debido al bajo nivel de operaciones se entorpece el desarrollo del mercado secundario, donde el público opera entre sí. Actualmente, no se puede vender rápido estos papeles, no hay un mercado fluido y la compra directa del consumidor minorista representa menos de un 10%.
Por esto, las letras tienen un nivel de liquidez bajo y los distritos que las ofrecen deben pagar una prima por liquidez, subiendo las tasas entre 50 y 100 puntos por encima de las del BCRA. Si estos papeles fuesen más líquidos y lo pudiesen adquirir los bancos y el público en general de una manera más rápida, esa prima no se pagaría y las tasas serían más bajas.
Martínez Burzaco explicó que a esto hay que sumarle que en su oferta de instrumentso financieros al mercado minorista, a los bancos les conviene más que los clientes destinen sus ahorros a plazos fijo, lo que libera esos fondos para que los use el banco. Afirmó además, que en Argentina el mercado tiene baja profundidad y sentenció: “necesitamos hacer más quienes trabajamos en los mercados”, para mejorarlo.
Abel Fernández concuerda en que el mercado financiero no está desarrollado y asegura que la negativa del BCRA “tiene que ver con cuestiones políticas y no con el instrumento. Pedimos a igual instrumento igual tratamiento”, debido a que a las letras del tesoro provincial sí se les permite operar en los bancos.
Comparación
Por la mayor dificultad al acceso de las letras del tesoro de la Ciudad, la tasa de sus letes es más alta de lo que podría ser. A mayor tasa, más atractivo se hace el bono, y menos recauda la administración que lo ofrece. Pero hay que tener en cuenta otros factores para considerarlo más o menos atrayente que el ofrecido por el gobierno de Daniel Scioli.
En la provincia de Buenos Aires, la tasa es aún algo más elevada. En este caso, el nivel de incertidumbre juega un papel importante: el Presupuesto 2011 para la provincia prevé un déficit financiero por $5.048 millones y las diferencias entre el gobernador Daniel Scioli y la presidenta Cristina Kirchner son evidentes. Para tener una idea de la tasa que se ve forzada a pagar la provincia, en el 2010 Buenos Aires regresó a los mercados financieros internacionales de crédito con la colocación de un bono por u$s 550 millones de dólares, a una tasa del 11,75% y a cinco años de plazo y luego con la emisión de las letras.
Del otro lado, en cambio, el panorama es distinto. La ciudad nunca dejó de pagar sus deudas, ni durante la crisis del 2001. Políticamente, el gobierno municipal ya se encuentra dividido del nacional. Por esto, las altas tasas tienen una correspondencia estrictamente con lo antes mencionado: el bajo nivel de operaciones y la imposibilidad de los bancos de adquirirlos directamente.
Martínez Burzaco indica que son productos que casi rinden lo mismo. “La demanda es homogénea, más o menos en cada salida se puede licitar entre 150 y 170 millones de pesos”, observa.
Desde el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, aseguraron: “Nuestro programa de letras está muy aceptado y las nuevas convocatorias son cada vez más ambiciosas”.
Desde la ciudad, recalcan que la posibilidad a los bancos de comprar las letes directamente no debe ser restringida, ya que es la mayor traba para que el consumidor compre directamente. “Si al inversor le das la oportunidad de elegir entre las distintas tasas, es él el que te pone el precio. Pero en el mercado financiero argentino falta la oportunidad de elegir. Hoy día, el minorista no se anima a participar en productos alternativos”, insistió Fernández, que agregó: “De generar las condiciones para un mercado más amplio, más certero y menos dependiente de unos pocos papeles que se operan en la bolsa, se debe ocupar el gobierno nacional. Las letras del tesoro aportan al desarrollo del mercado de capitales local”.
Entonces, siendo el bajo nivel de operaciones en el mercado secundario y el difícil acceso a las letras denominadores comunes entre ambos distritos, se desprende la exigencia al BCRA de una estrategia encauzada a desarrollar el mercado financiero y generar vías de transacciones más rápidas, independientemente de las tasas que ofrece una y otra administración.
Redimientos parejos
La última licitación de letes de la ciudad fue el 10 de marzo. Se colocó una letra a 49 días con un 11,30% de rendimiento. En total, el valor nominal de la emisión fue de 178.870.000 de pesos.
La provincia había convocado el 9 de marzo a una licitación a 49 días a 11.39% y hoy miércoles hizo una nueva convocatoria, en la que para la opción de plazo más corto (49 días) se tomaron 154.330.000 pesos a una tasa de interés del 11,4% y en el mediano plazo (91 días) fueron 89.110.000 pesos a una tasa de interés del 12,3%. (La Política OnLine).
Luego de la crisis del 2001, se dejaron de ofrecer en el mercado financiero argentino las Letras del Tesoro Nacional (se trataba de un título de corto plazo y mayor liquidez que los bonos tradicionales), lo que acotó aún más el flujo de operaciones en el mercado de capitales.
En 2009, el Gobierno de la ciudad comenzó a licitar letes ofreciéndole al mercado una nueva herramienta financiera. El año pasado se sumó el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, siendo los únicos dos distritos del país que ofrecen estos papeles actualmente.
La diferencia entre estos dos distritos es que el Banco Central no autorizó que los bancos compren letes de la ciudad para tener en su cartera. Abel Fernández, director General de Crédito Público de la Ciudad de Buenos Aires, reveló a La Política Online que esto les quita a las letes mucha demanda porque el mercado financiero en Argentina es muy chico y explica: “El mercado de capitales se compone de dos grandes agentes: bancos por un lado y compañías de seguro y fondos de inversión por el otro. Pero los bancos son el núcleo de la demanda, entonces si te lo cortan te dejan un pedazo muy pequeño”. Al no poder vender las letras a los bancos directamente, la demanda se redujo.
En la Ciudad sostienen que por eso la tasa de sus letes es alta, ya que entienden que no refleja la solidez y los buenos antecedentes financieros del gobierno porteño. Es decir que pagan una sobre tasa por la forzada iliquidez, que no refleja la seguridad del papel.
Mercado Secundario
Diego Martínez Burzaco, portfolio manager de Puente, explicó a La Política Online que estos gobiernos cubren sus necesidades de financiamiento de corto plazo con estas letras que toman los inversores institucionales, pero confirmó que el acceso a los consumidores minoristas es escaso.
Debido a la negativa del BCRA de dejar adquirir a los bancos para tener en sus carteras las letes de la Ciudad, el acceso a las mismas se dificulta, y debido al bajo nivel de operaciones se entorpece el desarrollo del mercado secundario, donde el público opera entre sí. Actualmente, no se puede vender rápido estos papeles, no hay un mercado fluido y la compra directa del consumidor minorista representa menos de un 10%.
Por esto, las letras tienen un nivel de liquidez bajo y los distritos que las ofrecen deben pagar una prima por liquidez, subiendo las tasas entre 50 y 100 puntos por encima de las del BCRA. Si estos papeles fuesen más líquidos y lo pudiesen adquirir los bancos y el público en general de una manera más rápida, esa prima no se pagaría y las tasas serían más bajas.
Martínez Burzaco explicó que a esto hay que sumarle que en su oferta de instrumentso financieros al mercado minorista, a los bancos les conviene más que los clientes destinen sus ahorros a plazos fijo, lo que libera esos fondos para que los use el banco. Afirmó además, que en Argentina el mercado tiene baja profundidad y sentenció: “necesitamos hacer más quienes trabajamos en los mercados”, para mejorarlo.
Abel Fernández concuerda en que el mercado financiero no está desarrollado y asegura que la negativa del BCRA “tiene que ver con cuestiones políticas y no con el instrumento. Pedimos a igual instrumento igual tratamiento”, debido a que a las letras del tesoro provincial sí se les permite operar en los bancos.
Comparación
Por la mayor dificultad al acceso de las letras del tesoro de la Ciudad, la tasa de sus letes es más alta de lo que podría ser. A mayor tasa, más atractivo se hace el bono, y menos recauda la administración que lo ofrece. Pero hay que tener en cuenta otros factores para considerarlo más o menos atrayente que el ofrecido por el gobierno de Daniel Scioli.
En la provincia de Buenos Aires, la tasa es aún algo más elevada. En este caso, el nivel de incertidumbre juega un papel importante: el Presupuesto 2011 para la provincia prevé un déficit financiero por $5.048 millones y las diferencias entre el gobernador Daniel Scioli y la presidenta Cristina Kirchner son evidentes. Para tener una idea de la tasa que se ve forzada a pagar la provincia, en el 2010 Buenos Aires regresó a los mercados financieros internacionales de crédito con la colocación de un bono por u$s 550 millones de dólares, a una tasa del 11,75% y a cinco años de plazo y luego con la emisión de las letras.
Del otro lado, en cambio, el panorama es distinto. La ciudad nunca dejó de pagar sus deudas, ni durante la crisis del 2001. Políticamente, el gobierno municipal ya se encuentra dividido del nacional. Por esto, las altas tasas tienen una correspondencia estrictamente con lo antes mencionado: el bajo nivel de operaciones y la imposibilidad de los bancos de adquirirlos directamente.
Martínez Burzaco indica que son productos que casi rinden lo mismo. “La demanda es homogénea, más o menos en cada salida se puede licitar entre 150 y 170 millones de pesos”, observa.
Desde el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, aseguraron: “Nuestro programa de letras está muy aceptado y las nuevas convocatorias son cada vez más ambiciosas”.
Desde la ciudad, recalcan que la posibilidad a los bancos de comprar las letes directamente no debe ser restringida, ya que es la mayor traba para que el consumidor compre directamente. “Si al inversor le das la oportunidad de elegir entre las distintas tasas, es él el que te pone el precio. Pero en el mercado financiero argentino falta la oportunidad de elegir. Hoy día, el minorista no se anima a participar en productos alternativos”, insistió Fernández, que agregó: “De generar las condiciones para un mercado más amplio, más certero y menos dependiente de unos pocos papeles que se operan en la bolsa, se debe ocupar el gobierno nacional. Las letras del tesoro aportan al desarrollo del mercado de capitales local”.
Entonces, siendo el bajo nivel de operaciones en el mercado secundario y el difícil acceso a las letras denominadores comunes entre ambos distritos, se desprende la exigencia al BCRA de una estrategia encauzada a desarrollar el mercado financiero y generar vías de transacciones más rápidas, independientemente de las tasas que ofrece una y otra administración.
Redimientos parejos
La última licitación de letes de la ciudad fue el 10 de marzo. Se colocó una letra a 49 días con un 11,30% de rendimiento. En total, el valor nominal de la emisión fue de 178.870.000 de pesos.
La provincia había convocado el 9 de marzo a una licitación a 49 días a 11.39% y hoy miércoles hizo una nueva convocatoria, en la que para la opción de plazo más corto (49 días) se tomaron 154.330.000 pesos a una tasa de interés del 11,4% y en el mediano plazo (91 días) fueron 89.110.000 pesos a una tasa de interés del 12,3%. (La Política OnLine).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario