La posibilidad de que la ex ministra de Salud sea la compañera de fórmula de Ricardo Alfonsín allanó el camino para un acuerdo entre radicales y denarvaistas. El alejamiento de Hermes Binner y esa posible candidatura destrabó las diferencias entre ambas partes interrumpidas desde que el empresario quería colocar en ese lugar a un peronista.
Las diferencias entre socialistas y radicales permitieron a Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez retomar el diálogo para avanzar en una alianza electoral. En ese contexto una posible candidatura de Graciela Ocaña a vicepresidenta podría ser la llave para cerrar el acuerdo.
Alfonsín y De Narváez lograron retomar el diálogo luego de las elecciones primarias en Santa Fe cuando -impulsado por los resultados que obtuvo su delfín político- Hermes Binner dijo que “tenía ganas” de ser presidente y marcó distancia respecto a un acuerdo con el colombiano.
Ahora, la posibilidad que Graciela Ocaña sea candidata a vice presidenta allana el camino para consolidar la alianza. Es que justamente la vice presidencia fue uno de los escollos que hicieron que las negociaciones se enfriaran.
El diálogo estuvo prácticamente cortado entre alfonsinistas y denarvaístas durante varios días luego que el ex titular de Casa Tía manifestara su intención de armar con el radical un acuerdo de carácter nacional y exigiera designar como candidato a vice a un peronista. Por el contrario, Alfonsín intentaba circunscribir el acuerdo al territorio provincial y, claro, no aceptaba un peronista para compartir la fórmula.
Ahora, la aparición de Ocaña en la escena, junto con el quiebre de las relaciones entre Alfonsín y Binner, obliga al radical a avanzar en las negociaciones con De Narváez. “Es que Alfonsín necesita la provincia de Buenos Aires y la opción después de Daniel Scioli es Francisco De Narváez”, dijo a La Política Online una fuente del denarvaismo.
En ese marco, el sentido que cobra una candidatura a vice de la ex ministra de Salud no es menor. Todos saben que Ocaña no es parte del armado de Unión Celeste y Blanco y que sólo mantiene con el empresario una sociedad política plasmada días atrás en una foto que De Narvaéz y Ocaña se sacaron en un basural de Luján.
Quedaría entonces como candidato a vice alguien que está lejos del peronismo y que mantiene un perfil progresista. Ambas partes (radicales y denarvaistas) quedarían conformes. Además la foto previa en el basural blanqueando la sociedad le significaría a De Narváz la designación de alguien de su entorno. (La Política OnLine).
Las diferencias entre socialistas y radicales permitieron a Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez retomar el diálogo para avanzar en una alianza electoral. En ese contexto una posible candidatura de Graciela Ocaña a vicepresidenta podría ser la llave para cerrar el acuerdo.
Alfonsín y De Narváez lograron retomar el diálogo luego de las elecciones primarias en Santa Fe cuando -impulsado por los resultados que obtuvo su delfín político- Hermes Binner dijo que “tenía ganas” de ser presidente y marcó distancia respecto a un acuerdo con el colombiano.
Ahora, la posibilidad que Graciela Ocaña sea candidata a vice presidenta allana el camino para consolidar la alianza. Es que justamente la vice presidencia fue uno de los escollos que hicieron que las negociaciones se enfriaran.
El diálogo estuvo prácticamente cortado entre alfonsinistas y denarvaístas durante varios días luego que el ex titular de Casa Tía manifestara su intención de armar con el radical un acuerdo de carácter nacional y exigiera designar como candidato a vice a un peronista. Por el contrario, Alfonsín intentaba circunscribir el acuerdo al territorio provincial y, claro, no aceptaba un peronista para compartir la fórmula.
Ahora, la aparición de Ocaña en la escena, junto con el quiebre de las relaciones entre Alfonsín y Binner, obliga al radical a avanzar en las negociaciones con De Narváez. “Es que Alfonsín necesita la provincia de Buenos Aires y la opción después de Daniel Scioli es Francisco De Narváez”, dijo a La Política Online una fuente del denarvaismo.
En ese marco, el sentido que cobra una candidatura a vice de la ex ministra de Salud no es menor. Todos saben que Ocaña no es parte del armado de Unión Celeste y Blanco y que sólo mantiene con el empresario una sociedad política plasmada días atrás en una foto que De Narvaéz y Ocaña se sacaron en un basural de Luján.
Quedaría entonces como candidato a vice alguien que está lejos del peronismo y que mantiene un perfil progresista. Ambas partes (radicales y denarvaistas) quedarían conformes. Además la foto previa en el basural blanqueando la sociedad le significaría a De Narváz la designación de alguien de su entorno. (La Política OnLine).
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