El ex presidente aseguró que según una encuesta de Julio Aurelio mide “20 puntos” aunque desde la consultura aclararon que llega al 15 por ciento. De acuerdo al análisis que hacen en su entorno, el crecimiento se debe a la decisión de Mauricio Macri de bajarse de la presidencia. Mientras, se acelera el acercamiento entre el PRO y el duhaldismo. El resultado del sondeo provocó nerviosismo en el oficialismo y la consultora habría sido presionada para que no se difundan los datos.
“Mido veinte puntos, en la Ciudad estoy segundo”. Seguro de su futuro y envalentonado por los resultados de una encuesta que ya está circulando en el peronismo federal, Eduardo Duhalde aseguró hoy que la presidenta Cristina Kirchner le pondrá “la banda presidencial” en diciembre y remarcó que supera ampliamente al candidato radical Ricardo Alfonsín.
“No hay nada raro, voy a estar en segunda vuelta. Se necesita experiencia y no me mueven intereses políticos. Cada día mejoro en las encuestas, estoy segundo en intención de voto tanto en la Ciudad como en el interior”, señaló Duhalde a Radio Mitre.
Su principal argumento es un sondeo realizado por la consultora Aresco de Julio Aurelio, que le daría una intención de voto del 20 por ciento. La encuesta causó escozor en el oficialismo y según contaron fuentes duhaldistas a LPO, Aurelio habría sufrido algún tipo de presión para que no se difundieran los datos. “Querían bajar los números, por eso Eduardo no los decía públicamente”, señalaron las fuentes.
De todos modos, desde la consultura relativizaron los números esgrimidos por Duhalde y negaron haber sido presionados por el Gobierno.
“Es verdad que Duhalde que ha subido pero no llega a los 20, como proyección llega al 17 por ciento. Sí capitaliza votos del electorado de Macri, pero una parte pequeña”, dijeron desde la empresa.
El sondeo – de 3225 casos en todo el país- muestra que Duhalde tiene una intención de votos del 15,3 por ciento y una proyección del 17,8 por ciento. En tanto, Cristina Kirchner tiene una intención de voto del 45,1 por ciento y una proyección del 52,7 por ciento, y Ricardo Alfonsín una intención del 10,8 por ciento y una proyección del 12,8 por ciento. Elisa Carrió llega a una intención del 7,2 y una proyección del 8,5 por ciento.
El dato sobre Duhalde no es menor para el kirchnerismo. Un Duhalde con una intención de voto del 10 por ciento no es materia de preocupación para el kirchnerismo pero sí lo es si supera los 20 puntos. Allí no pesan sólo los votos, sino que también comienza a tallar la posible salida de dirigentes un tanto relegados en kirchnerismo -o el peronismo en general- hacia el duhaldismo, como lógica estrategia de posicionamiento.
Lo concreto es que en las huestes de Duhalde están más que eufóricos con el crecimiento del último mes y atan ese fenómeno a la decisión de Mauricio Macri de bajarse de la pelea presidencial.
Se trata de un voto con un perfil netamente ideológico. Quien votaba a Macri presidente difícilmente se incline por Cristina o por un frente progresista como el que intenta consolidar Ricardo Alfonsín, razonan en el duhaldismo.
“Lo de Alfonsín ha sido penoso, la foto de él sudoroso y no pudiendo resolver el problema de la conducción suma mucho. La gente se inclina por alguien que le garantice conducción. Algunos medios como La Nación han decidido que no existimos. Pero nos hacen un favor mostrando las debilidades de Ricardito”, confió un diputado del sector.
Este escenario, más la buena elección que hizo el macrista Miguel del Sel en las primarias santafesinas con ayuda del duhaldismo, hacen crecer las posibilidades entre un acuerdo Duhalde-Macri. Se sabe que con quien mejor se relaciona políticamente el jefe de Gobierno es con el ex presidente y que si todavía no cerró una alianza es por el costo político que podría ocasionarle en la Ciudad: Duhalde tiene una imagen negativa muy alta en Capital.
Por eso, en una forma de disfrazar el pacto surgió la idea de hacer competir a Federico Pinedo o al mismo Felipe Solá en una interna con Duhalde aunque ahora la idea está en stand by. Ni Pinedo ni Solá mueven el amperímetro y el costo monetario para instalarlos es demasiado grande como para arriesgarse.
De todos modos, en la gira que Duhalde inició esta semana por el norte, habrá varias reuniones con referentes del PRO que quedaron huérfanos con la bajada de Macri. Hoy el ex presidente se presentará en Tucumán y allí se espera la presencia del ex vicegobernador de Palito Ortega, Julio Díaz Lozano, y el ex senador José Fernando Carbonell. Se espera que la experiencia se repita en Santiago del Estero y Chaco.
“Sorprende la cantidad de gente del PRO que nos llama, tanto en el interior de Buenos Aires como en el resto de las provincias”, confió un hombre del armado duhaldista.
Igualmente, en el PRO todavía no quieren lanzarse de cabeza a un acuerdo y advierten sobre “la intermitencia” en la campaña de Duhalde.
“Es desconcertante lo que pasa. Se lanza y después desaparece. Además, nos llama la atención que no aparezca en los diarios. Es raro que (José Ignacio) De Mendiguren y (Luis) Betnaza hagan primero una reunión con Ricardito y no con Duhalde”, señaló una fuente del PRO. (La Política OnLine).
“Mido veinte puntos, en la Ciudad estoy segundo”. Seguro de su futuro y envalentonado por los resultados de una encuesta que ya está circulando en el peronismo federal, Eduardo Duhalde aseguró hoy que la presidenta Cristina Kirchner le pondrá “la banda presidencial” en diciembre y remarcó que supera ampliamente al candidato radical Ricardo Alfonsín.
“No hay nada raro, voy a estar en segunda vuelta. Se necesita experiencia y no me mueven intereses políticos. Cada día mejoro en las encuestas, estoy segundo en intención de voto tanto en la Ciudad como en el interior”, señaló Duhalde a Radio Mitre.
Su principal argumento es un sondeo realizado por la consultora Aresco de Julio Aurelio, que le daría una intención de voto del 20 por ciento. La encuesta causó escozor en el oficialismo y según contaron fuentes duhaldistas a LPO, Aurelio habría sufrido algún tipo de presión para que no se difundieran los datos. “Querían bajar los números, por eso Eduardo no los decía públicamente”, señalaron las fuentes.
De todos modos, desde la consultura relativizaron los números esgrimidos por Duhalde y negaron haber sido presionados por el Gobierno.
“Es verdad que Duhalde que ha subido pero no llega a los 20, como proyección llega al 17 por ciento. Sí capitaliza votos del electorado de Macri, pero una parte pequeña”, dijeron desde la empresa.
El sondeo – de 3225 casos en todo el país- muestra que Duhalde tiene una intención de votos del 15,3 por ciento y una proyección del 17,8 por ciento. En tanto, Cristina Kirchner tiene una intención de voto del 45,1 por ciento y una proyección del 52,7 por ciento, y Ricardo Alfonsín una intención del 10,8 por ciento y una proyección del 12,8 por ciento. Elisa Carrió llega a una intención del 7,2 y una proyección del 8,5 por ciento.
El dato sobre Duhalde no es menor para el kirchnerismo. Un Duhalde con una intención de voto del 10 por ciento no es materia de preocupación para el kirchnerismo pero sí lo es si supera los 20 puntos. Allí no pesan sólo los votos, sino que también comienza a tallar la posible salida de dirigentes un tanto relegados en kirchnerismo -o el peronismo en general- hacia el duhaldismo, como lógica estrategia de posicionamiento.
Lo concreto es que en las huestes de Duhalde están más que eufóricos con el crecimiento del último mes y atan ese fenómeno a la decisión de Mauricio Macri de bajarse de la pelea presidencial.
Se trata de un voto con un perfil netamente ideológico. Quien votaba a Macri presidente difícilmente se incline por Cristina o por un frente progresista como el que intenta consolidar Ricardo Alfonsín, razonan en el duhaldismo.
“Lo de Alfonsín ha sido penoso, la foto de él sudoroso y no pudiendo resolver el problema de la conducción suma mucho. La gente se inclina por alguien que le garantice conducción. Algunos medios como La Nación han decidido que no existimos. Pero nos hacen un favor mostrando las debilidades de Ricardito”, confió un diputado del sector.
Este escenario, más la buena elección que hizo el macrista Miguel del Sel en las primarias santafesinas con ayuda del duhaldismo, hacen crecer las posibilidades entre un acuerdo Duhalde-Macri. Se sabe que con quien mejor se relaciona políticamente el jefe de Gobierno es con el ex presidente y que si todavía no cerró una alianza es por el costo político que podría ocasionarle en la Ciudad: Duhalde tiene una imagen negativa muy alta en Capital.
Por eso, en una forma de disfrazar el pacto surgió la idea de hacer competir a Federico Pinedo o al mismo Felipe Solá en una interna con Duhalde aunque ahora la idea está en stand by. Ni Pinedo ni Solá mueven el amperímetro y el costo monetario para instalarlos es demasiado grande como para arriesgarse.
De todos modos, en la gira que Duhalde inició esta semana por el norte, habrá varias reuniones con referentes del PRO que quedaron huérfanos con la bajada de Macri. Hoy el ex presidente se presentará en Tucumán y allí se espera la presencia del ex vicegobernador de Palito Ortega, Julio Díaz Lozano, y el ex senador José Fernando Carbonell. Se espera que la experiencia se repita en Santiago del Estero y Chaco.
“Sorprende la cantidad de gente del PRO que nos llama, tanto en el interior de Buenos Aires como en el resto de las provincias”, confió un hombre del armado duhaldista.
Igualmente, en el PRO todavía no quieren lanzarse de cabeza a un acuerdo y advierten sobre “la intermitencia” en la campaña de Duhalde.
“Es desconcertante lo que pasa. Se lanza y después desaparece. Además, nos llama la atención que no aparezca en los diarios. Es raro que (José Ignacio) De Mendiguren y (Luis) Betnaza hagan primero una reunión con Ricardito y no con Duhalde”, señaló una fuente del PRO. (La Política OnLine).
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