Ante las dificultades de Mariotto y Ottavis de conseguir sancionar la reforma tributaria, Lorenzino le pidió al gobernador que la sacara por decreto. Pero la ministra de Economía adelantó que no lo harán. La pelea por vero quien absorbe el costo político y el miedo a otra 125.
Tras dos semanas de manifestaciones callejeras y hasta peleas entre ruralistas y militantes de Cámpora por la reforma tributaria bonaerense, Cristina Kirchner quiso dar por terminado el asunto y forzar a Daniel Scioli a aplicarlo por decreto.
El pedido formal lo hizo nada menos que el ministro de Economía, Hernán Lorenzino. “La Legislatura le dio al gobernador las facultades para disponer un revalúo general en la Provincia, es decir, para revaluar todos los campos en la provincia de Buenos Aires”, declaró esta tarde.
Lorenzino buscó así cerrar las arduas negociaciones que se suscitan en la Cámara de Diputados, lideradas donde el presidente Horacio González y el vice José Ottavis, referente bonaerense de La Cámpora, quienes desde ayer no logran el quórum para iniciar la sesión y tratar la reforma tributaria.
Pero Scioli no está dispuesto a absorber el total costo político de la medida y mandó a su ministra de Economía a contradecir a su par nacional. “La modificación no se puede hacer por decreto debido a que “el código fiscal no lo permite”, dijo Silvina Batakis.
Lorenzino no lo pensó así. “El gobernador ya ha avanzado fuertemente en lo que tiene que ver con la valuación del impuesto inmobiliario urbano, para mejorar la recaudación. Por eso debería hacerse lo mismo con relación al campo”.
“Las valuaciones fiscales de los campos en la provincia de Buenos Aires no refleja el valor real de los mismos en el mercado. Si las valuaciones no son las adecuadas, la recaudación que la Provincia está teniendo en términos del impuesto inmobiliario rural, es menos de la que debería”, agregó.
El proyecto contiene varios aumentos impositivos pero que más revuelo trajo es el de las valuaciones rurales, que además representar una suba en la recaudación bonaerense. Contempla también un endeudamiento para la provincia y los municipios que necesita ser votados por los dos tercios del recinto.
El Senado logró aprobarlo el jueves por la mañana en acuerdo con la UCR y el Fap, que habilitaron el quórum para que sea tratado y enviado a diputados.
Pero esa tarde Diputados no consiguió lo mismo, porque ningún bloque opositor se atrevió a bajar al recinto luego de que un grupo de militantes de La Cámpora se trompeara con ruralistas que intentaban entrar al recinto.
Antes de esa escena los radicales y el Pro peronismo estaban dispuestos a aportar al quórum pero desistieron con esos sucesos. El clima empeoró esta semana cuando los chacareros volvieron a copar las inmediaciones de la Legislatura provincial, en un clima similar al de las protestas por la 125. A Ottavis y González se les hizo imposible conseguir los dos votos que restaban para iniciar la sesión.
Tal vez por eso, Cristina quiso terminar con todo esta tarde y le pidió a Scioli que aplicara el impuestazo por decreto y evitar así que Ottavis y Mariotto siguieran haciendo cuentas. Pero no lo consiguió.
El vicegobernador no la tenía fácil: si como se negoció durante esta tarde, el proyecto vuelve con cambios al Senado, los radicales no están dispuestos a repetir el apoyo luego de que Mariotto blanqueara por televisión que acordó el quórum a cambio del pedido de informes sobre publicidad oficial. Será otra negociación que comienza.
Tras dos semanas de manifestaciones callejeras y hasta peleas entre ruralistas y militantes de Cámpora por la reforma tributaria bonaerense, Cristina Kirchner quiso dar por terminado el asunto y forzar a Daniel Scioli a aplicarlo por decreto.
El pedido formal lo hizo nada menos que el ministro de Economía, Hernán Lorenzino. “La Legislatura le dio al gobernador las facultades para disponer un revalúo general en la Provincia, es decir, para revaluar todos los campos en la provincia de Buenos Aires”, declaró esta tarde.
Lorenzino buscó así cerrar las arduas negociaciones que se suscitan en la Cámara de Diputados, lideradas donde el presidente Horacio González y el vice José Ottavis, referente bonaerense de La Cámpora, quienes desde ayer no logran el quórum para iniciar la sesión y tratar la reforma tributaria.
Pero Scioli no está dispuesto a absorber el total costo político de la medida y mandó a su ministra de Economía a contradecir a su par nacional. “La modificación no se puede hacer por decreto debido a que “el código fiscal no lo permite”, dijo Silvina Batakis.
Lorenzino no lo pensó así. “El gobernador ya ha avanzado fuertemente en lo que tiene que ver con la valuación del impuesto inmobiliario urbano, para mejorar la recaudación. Por eso debería hacerse lo mismo con relación al campo”.
“Las valuaciones fiscales de los campos en la provincia de Buenos Aires no refleja el valor real de los mismos en el mercado. Si las valuaciones no son las adecuadas, la recaudación que la Provincia está teniendo en términos del impuesto inmobiliario rural, es menos de la que debería”, agregó.
El proyecto contiene varios aumentos impositivos pero que más revuelo trajo es el de las valuaciones rurales, que además representar una suba en la recaudación bonaerense. Contempla también un endeudamiento para la provincia y los municipios que necesita ser votados por los dos tercios del recinto.
El Senado logró aprobarlo el jueves por la mañana en acuerdo con la UCR y el Fap, que habilitaron el quórum para que sea tratado y enviado a diputados.
Pero esa tarde Diputados no consiguió lo mismo, porque ningún bloque opositor se atrevió a bajar al recinto luego de que un grupo de militantes de La Cámpora se trompeara con ruralistas que intentaban entrar al recinto.
Antes de esa escena los radicales y el Pro peronismo estaban dispuestos a aportar al quórum pero desistieron con esos sucesos. El clima empeoró esta semana cuando los chacareros volvieron a copar las inmediaciones de la Legislatura provincial, en un clima similar al de las protestas por la 125. A Ottavis y González se les hizo imposible conseguir los dos votos que restaban para iniciar la sesión.
Tal vez por eso, Cristina quiso terminar con todo esta tarde y le pidió a Scioli que aplicara el impuestazo por decreto y evitar así que Ottavis y Mariotto siguieran haciendo cuentas. Pero no lo consiguió.
El vicegobernador no la tenía fácil: si como se negoció durante esta tarde, el proyecto vuelve con cambios al Senado, los radicales no están dispuestos a repetir el apoyo luego de que Mariotto blanqueara por televisión que acordó el quórum a cambio del pedido de informes sobre publicidad oficial. Será otra negociación que comienza.
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