Los datos se dieron a conocer en el Congreso de Atención Primaria que reúne a más de 500 referentes de la Salud. “Estamos hablando de una reducción de 25.700 casos de hepatitis A en el país y de 8.322 en la Provincia en el último lustro”, explicó el ministro de Salud, Alejandro Collia.
Desde que la vacuna contra la hepatitis A es gratuita y universal la cantidad de enfermos por este virus se redujo en un 99 por ciento en la provincia de Buenos Aires y, desde hace 5 años, ya no se registran las formas más graves de esta enfermedad, es decir, ya no hay muertes ni casos que requieran un trasplante hepático para seguir con vida.
En 2005, el año en que comenzó a aplicarse gratis la vacuna, alrededor de 26 mil argentinos al año contrajeron hepatitis A y, de ese total, unos 8.400 eran bonaerenses. Cinco años más tarde, el efecto de la vacunación redujo el número de enfermos por ese virus a 329 anuales a nivel nacional y a 78 en la provincia de Buenos Aires.
“Estamos hablando de una reducción de 25.700 casos de hepatitis A en el país y de 8.322 en la Provincia en el último lustro”, explicó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia durante el Congreso Provincial de Atención Primaria de la Salud que desde ayer y hasta el viernes, se lleva a cabo en el Hotel Provincial de Mar del Plata y reúne a 500 referentes del sistema sanitario.
Eñ Ministro agregó que en la Provincia la vacuna que se aplica gratis desde 2005 cuando el niño cumple un año, “tiene un altísimo nivel de adhesión, al punto que vacunamos al 97 por ciento de la población de esa edad”. Collia detalló que incluso “desde 2007, gracias a la inmunización, ya no se registraron casos fulminantes de hepatitis A, que eran aquellos que provocaban muertes o que requerían trasplantes de hígado”.
Según un estudio realizado en los hospitales Garrahan y Posadas, entre 1993 y 1999, unos 100 chicos menores de 15 años presentaron las formas fulminantes de la hepatitis. “De ese total de casos, al 60 por ciento de los afectados se le detectó el virus A de la enfermedad”, explicó la experta Margarita Ramonet, hepatóloga pediatra y una de las autoras de esa investigación, quien disertó en el Congreso de APS sobre el Impacto del Uso del Esquema de Vacunación Universal.
El pasado 12 de abril el ministro de Salud nacional, Juan Manzur, mostró los resultados de la implementación de la vacuna anti hepatitis A en el país ante una comisión de expertos de la OMS quienes calificaron de positivo el esquema de vacunación que se implementa actualmente consistente en una única dosis al año de vida del niño.
Estudio local
Ramonet presentó un estudio nacional sobre hepatitis A en el que se observó que, sobre un total de 433 chicos no vacunados al año de edad, el 68,2 por ciento no tenía anticuerpos contra el virus que produce esta enfermedad.
“Esto quiere decir que antes de vacunarse, la mayoría de los chicos no tenían defensas contra esta hepatitis, de modo que eran susceptibles de enfermarse y de contagiar a otros”, detalló Lilian Moriconi, directora de Epidemiología en la dirección provincial de Atención Primaria de la Salud.
Luego, según otro estudio presentado por la experta Margarita Ramonet, se estudiaron 1.139 chicos vacunados cuatro años después de la aplicación y se observó que el 93 por ciento de los vacunados había desarrollado los anticuerpos suficientes como para no contraer la enfermedad aún expuesto al virus.
Contagio y síntomas
La hepatitis A se contrae por la vía fecal-oral: la persona enferma presenta virus en la materia fecal, de modo que si va al baño y no se higieniza, al contactar con cualquier superficie (picaportes, mesas, sillas, etc.) puede iniciar el ciclo de contagio. Basta con que otra persona no vacunada toque esas superficies contaminadas y luego se lleve la mano a la boca para que contraiga la enfermedad.
Entre los síntomas más comunes de esta hepatitis que provoca la inflamación del hígado, figuran el desgano excesivo; la ictericia, que es el color amarillento de piel y conjuntivas; un color oscuro en la orina y claro en la materia fecal. En estas condiciones el infectado requiere reposo que puede durar un mes o aún más.
Sin embargo, “este virus también puede pasar inadvertido, sobre todo en los menores de 6 años. Para evitarlo, hay que vacunarlos cuando cumplen un año”, enfatizó Luis Crovetto, director provincial de Atención Primaria.
La tercera forma de aparición de esta hepatitis es la fulminante, que antes de la aplicación gratuita de la vacuna provocaba una veintena de casos anuales. Esto implicaba la muerte o bien la necesidad de un trasplante.
Desde que la vacuna contra la hepatitis A es gratuita y universal la cantidad de enfermos por este virus se redujo en un 99 por ciento en la provincia de Buenos Aires y, desde hace 5 años, ya no se registran las formas más graves de esta enfermedad, es decir, ya no hay muertes ni casos que requieran un trasplante hepático para seguir con vida.
En 2005, el año en que comenzó a aplicarse gratis la vacuna, alrededor de 26 mil argentinos al año contrajeron hepatitis A y, de ese total, unos 8.400 eran bonaerenses. Cinco años más tarde, el efecto de la vacunación redujo el número de enfermos por ese virus a 329 anuales a nivel nacional y a 78 en la provincia de Buenos Aires.
“Estamos hablando de una reducción de 25.700 casos de hepatitis A en el país y de 8.322 en la Provincia en el último lustro”, explicó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia durante el Congreso Provincial de Atención Primaria de la Salud que desde ayer y hasta el viernes, se lleva a cabo en el Hotel Provincial de Mar del Plata y reúne a 500 referentes del sistema sanitario.
Eñ Ministro agregó que en la Provincia la vacuna que se aplica gratis desde 2005 cuando el niño cumple un año, “tiene un altísimo nivel de adhesión, al punto que vacunamos al 97 por ciento de la población de esa edad”. Collia detalló que incluso “desde 2007, gracias a la inmunización, ya no se registraron casos fulminantes de hepatitis A, que eran aquellos que provocaban muertes o que requerían trasplantes de hígado”.
Según un estudio realizado en los hospitales Garrahan y Posadas, entre 1993 y 1999, unos 100 chicos menores de 15 años presentaron las formas fulminantes de la hepatitis. “De ese total de casos, al 60 por ciento de los afectados se le detectó el virus A de la enfermedad”, explicó la experta Margarita Ramonet, hepatóloga pediatra y una de las autoras de esa investigación, quien disertó en el Congreso de APS sobre el Impacto del Uso del Esquema de Vacunación Universal.
El pasado 12 de abril el ministro de Salud nacional, Juan Manzur, mostró los resultados de la implementación de la vacuna anti hepatitis A en el país ante una comisión de expertos de la OMS quienes calificaron de positivo el esquema de vacunación que se implementa actualmente consistente en una única dosis al año de vida del niño.
Estudio local
Ramonet presentó un estudio nacional sobre hepatitis A en el que se observó que, sobre un total de 433 chicos no vacunados al año de edad, el 68,2 por ciento no tenía anticuerpos contra el virus que produce esta enfermedad.
“Esto quiere decir que antes de vacunarse, la mayoría de los chicos no tenían defensas contra esta hepatitis, de modo que eran susceptibles de enfermarse y de contagiar a otros”, detalló Lilian Moriconi, directora de Epidemiología en la dirección provincial de Atención Primaria de la Salud.
Luego, según otro estudio presentado por la experta Margarita Ramonet, se estudiaron 1.139 chicos vacunados cuatro años después de la aplicación y se observó que el 93 por ciento de los vacunados había desarrollado los anticuerpos suficientes como para no contraer la enfermedad aún expuesto al virus.
Contagio y síntomas
La hepatitis A se contrae por la vía fecal-oral: la persona enferma presenta virus en la materia fecal, de modo que si va al baño y no se higieniza, al contactar con cualquier superficie (picaportes, mesas, sillas, etc.) puede iniciar el ciclo de contagio. Basta con que otra persona no vacunada toque esas superficies contaminadas y luego se lleve la mano a la boca para que contraiga la enfermedad.
Entre los síntomas más comunes de esta hepatitis que provoca la inflamación del hígado, figuran el desgano excesivo; la ictericia, que es el color amarillento de piel y conjuntivas; un color oscuro en la orina y claro en la materia fecal. En estas condiciones el infectado requiere reposo que puede durar un mes o aún más.
Sin embargo, “este virus también puede pasar inadvertido, sobre todo en los menores de 6 años. Para evitarlo, hay que vacunarlos cuando cumplen un año”, enfatizó Luis Crovetto, director provincial de Atención Primaria.
La tercera forma de aparición de esta hepatitis es la fulminante, que antes de la aplicación gratuita de la vacuna provocaba una veintena de casos anuales. Esto implicaba la muerte o bien la necesidad de un trasplante.
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