Según un informe de la Consultora Reporte Económico, desde esa fecha el peso se apreció un 36,4% como consecuencia de la inflación. Las inconsistencias macroeconómicas llevaron a que la salida de capitales sea del 20% del PBI desde que Cristina asumió su primer mandato. El riesgo de una devaluación del real y la situación del sistema financiero.
El reciente informe de la consultora Reporte Económico da cuenta del fenómeno de la apreciación cambiaria como consecuencia de la inflación y los nocivos efectos derivados de la intervención del Indec en el 2007.
Es que fue durante ese año que la suba de precios empezó a recrudecer, y la respuesta del gobierno fue lisa y llanamente comenzar a mentir con las estadísticas oficiales, complicando la confección de informes serios sobre la suba de precios.
El estudio difundido por la consultora de Alejandro Banzas señala que desde el 2007 la pérdida de competitividad del peso fue del 36,4%, “debiendo el dólar costar hoy $6, para alcanzar valores similares a los de cinco años atrás”, afirma.
Y continúa analizando la inconsistencia de las principales variables macroeconómicas. “La debilidad fiscal, junto a una expansiva política monetaria que convalida la suba del gasto, ha llevado al gobierno a tener que poner freno a la constante salida de capitales”, dice el informe. Desde que comenzó el primer mandato de Cristina, la salida de capitales llegó a la friolera del 20% del PBI.
“El único aliado, en materia de contención cambiaria ha sido Brasil, que con su política de apreciación del real frente al dólar, permitió evitar males mayores a nuestro deteriorado comercio exterior”, continúa el estudio. Desde Reporte Económico consideran que todo el aparato de intervenciones sobre importadores y exportadores puede convertirse en un “boomerang” que repercuta en el nivel de actividad.
Los números del informe muestran que la devaluación de los últimos doce meses fue del 8,1%, y en los últimos cuatro meses, del 2,6%. Es decir, en todos los casos estuvo por debajo del nivel de inflación. Por eso, si se toman los retocados números del Indec, el problema de la apreciación cambiaria tiene una magnitud mucho menos preocupante.
Sin embargo, la embestida de la presidenta contra los gremios y su intento por presionar subas salariales por debajo de la de precios, según la consultora se inscriben dentro de las problemáticas de este esquema. “La reacción del gobierno es presionar en favor de una menor escala de incrementos salariales, como forma de evitar, que junto con el diagnostico ya mencionado, se agregue una instancia más de pérdida de competitividad”, sostiene el informe
Comercio y dólares
El tipo de cambio real multilateral (es decir no sólo con respecto al dólar sino a más de una moneda extranjera) pasó de estar a un nivel de $240 en el período 2004-2007, a $150 en el 2012. En cambio, si se usa la metodología del Indec, el mismo estaría en 280, es decir incluso por arriba del valor original.
“El TCRM en la actualidad se ubica un 49% por encima del valor del fin de la convertibilidad. Al ritmo actual de crecimiento de los precios y el contexto internacional de los países que comercian con nuestro país, la posibilidad de que el TCRM alcance los valores del fin de la convertibilidad podría producirse dentro de dos años, en el 2014, previo a un recambio electoral presidencial”, reza el informe.
En ese sentido, son cruciales las decisiones de Comercio Exterior que pueda llegar a tomar Brasil, con quien se mantiene el 38,5% del comercio total, seguido por Europa con un 24,6% y EEUU (18,3%).
“Si bien es cierto que las necesidades de contener la inflación priman en el esquema interno brasileño, tampoco es menos cierto que en algún momento, la búsqueda de alcanzar un salto mayor de competitividad lo obligue a recostarse en una salida hacia el deslizamiento del tipo de cambio, que podría poner en aprietos a la economía argentina”, advierte el estudio. Según el especialista en Comercio Internacional Carlos Bruno, “si Brasil devalúa un 15% nos deja fuera del mercado”. Eso fue lo que pasó, por ejemplo, a fines de los 90’: una medida que terminó hundiendo aún más la deprimida economía argentina de ese entonces.
“Precisamente, con Brasil disponemos de un márgen más amplio (+88%), lo que nos permite sostener el TCRM en un valor 49%, más holgado que en el fin de la convertibilidad, pero indudablemente no se dispone de mucho hilo en el carretel sin poner manos a la obra para reducir drásticamente la inflación”, explican.
El informe concluye con un análisis del sistema financiero. La menor oferta de dólares, remarcan, llevó a que los bancos elevaran las tasas de interés para los préstamos de los exportadores. La serie tuvo un pico máximo en el 2006, cuando llegó al 9%. A partir de ahí, inició un sendero descendente hasta el 2011, cuando la tendencia se revirtió. La variable llegó a puntos mínimos cercanos al 1% pero a fines del año pasado alcanzó un valor próximo al 4%.
“Desde mayo de 2010 a hoy, los depósitos en la moneda americana se redujeron en 3.608 millones. Este comportamiento, estuvo en relación directa con la evolución macro económica, no obstante, el comercio exterior mantuvo una mayor demanda de dólares vía préstamos, con una reversión de la tendencia a partir de noviembre del año pasado”, indican desde Reporte Económico. Es decir que, a pesar de la caída de los depósitos en dólares en sintonía con la economía en general, la demanda de préstamos se mantuvo firme en un sendero ascendente hasta noviembre del 2011.
Las consecuencias ya se están viendo. “El mercado negro reacciona al alza, y consecuentemente la brecha entre el dólar oficial y el negro resulta un incentivo adicional para entrar en la bicicleta financiera, aumentando la demanda de dólares en el mercado bancario, para desviarlo en el mercado negro redituando suculentas ganancias en pesos”, concluyen en la consultora. Hoy el dólar “blue” llegó a $5,30. (La Política OnLine).
El reciente informe de la consultora Reporte Económico da cuenta del fenómeno de la apreciación cambiaria como consecuencia de la inflación y los nocivos efectos derivados de la intervención del Indec en el 2007.
Es que fue durante ese año que la suba de precios empezó a recrudecer, y la respuesta del gobierno fue lisa y llanamente comenzar a mentir con las estadísticas oficiales, complicando la confección de informes serios sobre la suba de precios.
El estudio difundido por la consultora de Alejandro Banzas señala que desde el 2007 la pérdida de competitividad del peso fue del 36,4%, “debiendo el dólar costar hoy $6, para alcanzar valores similares a los de cinco años atrás”, afirma.
Y continúa analizando la inconsistencia de las principales variables macroeconómicas. “La debilidad fiscal, junto a una expansiva política monetaria que convalida la suba del gasto, ha llevado al gobierno a tener que poner freno a la constante salida de capitales”, dice el informe. Desde que comenzó el primer mandato de Cristina, la salida de capitales llegó a la friolera del 20% del PBI.
“El único aliado, en materia de contención cambiaria ha sido Brasil, que con su política de apreciación del real frente al dólar, permitió evitar males mayores a nuestro deteriorado comercio exterior”, continúa el estudio. Desde Reporte Económico consideran que todo el aparato de intervenciones sobre importadores y exportadores puede convertirse en un “boomerang” que repercuta en el nivel de actividad.
Los números del informe muestran que la devaluación de los últimos doce meses fue del 8,1%, y en los últimos cuatro meses, del 2,6%. Es decir, en todos los casos estuvo por debajo del nivel de inflación. Por eso, si se toman los retocados números del Indec, el problema de la apreciación cambiaria tiene una magnitud mucho menos preocupante.
Sin embargo, la embestida de la presidenta contra los gremios y su intento por presionar subas salariales por debajo de la de precios, según la consultora se inscriben dentro de las problemáticas de este esquema. “La reacción del gobierno es presionar en favor de una menor escala de incrementos salariales, como forma de evitar, que junto con el diagnostico ya mencionado, se agregue una instancia más de pérdida de competitividad”, sostiene el informe
Comercio y dólares
El tipo de cambio real multilateral (es decir no sólo con respecto al dólar sino a más de una moneda extranjera) pasó de estar a un nivel de $240 en el período 2004-2007, a $150 en el 2012. En cambio, si se usa la metodología del Indec, el mismo estaría en 280, es decir incluso por arriba del valor original.
“El TCRM en la actualidad se ubica un 49% por encima del valor del fin de la convertibilidad. Al ritmo actual de crecimiento de los precios y el contexto internacional de los países que comercian con nuestro país, la posibilidad de que el TCRM alcance los valores del fin de la convertibilidad podría producirse dentro de dos años, en el 2014, previo a un recambio electoral presidencial”, reza el informe.
En ese sentido, son cruciales las decisiones de Comercio Exterior que pueda llegar a tomar Brasil, con quien se mantiene el 38,5% del comercio total, seguido por Europa con un 24,6% y EEUU (18,3%).
“Si bien es cierto que las necesidades de contener la inflación priman en el esquema interno brasileño, tampoco es menos cierto que en algún momento, la búsqueda de alcanzar un salto mayor de competitividad lo obligue a recostarse en una salida hacia el deslizamiento del tipo de cambio, que podría poner en aprietos a la economía argentina”, advierte el estudio. Según el especialista en Comercio Internacional Carlos Bruno, “si Brasil devalúa un 15% nos deja fuera del mercado”. Eso fue lo que pasó, por ejemplo, a fines de los 90’: una medida que terminó hundiendo aún más la deprimida economía argentina de ese entonces.
“Precisamente, con Brasil disponemos de un márgen más amplio (+88%), lo que nos permite sostener el TCRM en un valor 49%, más holgado que en el fin de la convertibilidad, pero indudablemente no se dispone de mucho hilo en el carretel sin poner manos a la obra para reducir drásticamente la inflación”, explican.
El informe concluye con un análisis del sistema financiero. La menor oferta de dólares, remarcan, llevó a que los bancos elevaran las tasas de interés para los préstamos de los exportadores. La serie tuvo un pico máximo en el 2006, cuando llegó al 9%. A partir de ahí, inició un sendero descendente hasta el 2011, cuando la tendencia se revirtió. La variable llegó a puntos mínimos cercanos al 1% pero a fines del año pasado alcanzó un valor próximo al 4%.
“Desde mayo de 2010 a hoy, los depósitos en la moneda americana se redujeron en 3.608 millones. Este comportamiento, estuvo en relación directa con la evolución macro económica, no obstante, el comercio exterior mantuvo una mayor demanda de dólares vía préstamos, con una reversión de la tendencia a partir de noviembre del año pasado”, indican desde Reporte Económico. Es decir que, a pesar de la caída de los depósitos en dólares en sintonía con la economía en general, la demanda de préstamos se mantuvo firme en un sendero ascendente hasta noviembre del 2011.
Las consecuencias ya se están viendo. “El mercado negro reacciona al alza, y consecuentemente la brecha entre el dólar oficial y el negro resulta un incentivo adicional para entrar en la bicicleta financiera, aumentando la demanda de dólares en el mercado bancario, para desviarlo en el mercado negro redituando suculentas ganancias en pesos”, concluyen en la consultora. Hoy el dólar “blue” llegó a $5,30. (La Política OnLine).
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