Cien familias de los barrios Barrufaldi, San Antonio y Don Alfonso serán beneficiadas con mejoras habitacionales.
Este mes comenzó en San Miguel la etapa de censo del Plan Nacional de Abordaje Territorial: “Ahí en el lugar”. El mismo consiste en la mejora habitacional de viviendas, en este caso, para 100 familias de los barrios Barrufaldi, San Antonio y Don Alfonso que presentan alta vulnerabilidad social.
El plan es coordinado por distintos ministerios nacionales, como el de salud, trabajo, desarrollo social y las áreas de cultura y recreación. A nivel local, la Secretaría de Desarrollo Humano y Social es quien ejecuta dicho plan, que se sostiene con un monto de 1.300.000 pesos con los que se realizarán las mejoras habitacionales. “Nosotros relevamos las diferentes situaciones. Los casos que se priorizan son los de hacinamiento, donde muchas personas viven en un mismo ambiente; los casos de problema de salud crónica y discapacidad. En función de esos criterios, lo que se intenta es mejorar la calidad de vida”, explicó Luis Pradal, subsecretario de Economía Local y Hábitat Social.
El plan consta de tres módulos de materiales: el módulo uno, que es la construcción de una habitación; el módulo dos, habitación y baño; y el módulo tres, que es habitación, baño y cocina. “De acuerdo a la situación de cada familia, visita mediante de una trabajadora social y personal de obras, se le otorga un módulo u otro. No solamente le bajamos el material necesario para la construcción, sino que también se le ofrece la mano de obra para la misma, es decir, el equipo de albañiles que harán la mejora habitacional”, aclaró Pradal.
Mas allá de la mejora habitacional, el programa plantea un proyecto de mejora comunitaria, que implica la conformación de una mesa de gestión. Esta mesa consiste en reunir a los actores relevantes del barrio, dígase coordinadores zonales, representantes de centros de salud, escuelas, iglesia, trabajadoras sociales de Desarrollo Social de Nación, Presupuesto Participativo y funcionarios de Desarrollo Social del distrito, para que, a partir de allí, se comience a discutir cuál es la mejora más importante para el lugar. “En estas reuniones, uno de los temas más importante fue el tema de la contaminación del agua. Un posible proyecto es la construcción de un tanque comunitario que facilite a las familias afectadas por la contaminación de napas, que equivalen a diez manzanas aproximadamente”, ejemplificó el subsecretario. Alrededor de un 10% de los fondos serán destinados a los proyectos comunitarios.
El plan cuenta con la posibilidad de renovar por otras 100 mejoras más, cuando se finalice esta primera tanda.
“Esto sirve para generar empleo genuino, porque se necesita mano de obra calificada que conozca el oficio”, afirmó Pradal, ya que no sólo se le ofrece al vecino los materiales para la construcción, sino también la mano de obra.
Este mes comenzó en San Miguel la etapa de censo del Plan Nacional de Abordaje Territorial: “Ahí en el lugar”. El mismo consiste en la mejora habitacional de viviendas, en este caso, para 100 familias de los barrios Barrufaldi, San Antonio y Don Alfonso que presentan alta vulnerabilidad social.
El plan es coordinado por distintos ministerios nacionales, como el de salud, trabajo, desarrollo social y las áreas de cultura y recreación. A nivel local, la Secretaría de Desarrollo Humano y Social es quien ejecuta dicho plan, que se sostiene con un monto de 1.300.000 pesos con los que se realizarán las mejoras habitacionales. “Nosotros relevamos las diferentes situaciones. Los casos que se priorizan son los de hacinamiento, donde muchas personas viven en un mismo ambiente; los casos de problema de salud crónica y discapacidad. En función de esos criterios, lo que se intenta es mejorar la calidad de vida”, explicó Luis Pradal, subsecretario de Economía Local y Hábitat Social.
El plan consta de tres módulos de materiales: el módulo uno, que es la construcción de una habitación; el módulo dos, habitación y baño; y el módulo tres, que es habitación, baño y cocina. “De acuerdo a la situación de cada familia, visita mediante de una trabajadora social y personal de obras, se le otorga un módulo u otro. No solamente le bajamos el material necesario para la construcción, sino que también se le ofrece la mano de obra para la misma, es decir, el equipo de albañiles que harán la mejora habitacional”, aclaró Pradal.
Mas allá de la mejora habitacional, el programa plantea un proyecto de mejora comunitaria, que implica la conformación de una mesa de gestión. Esta mesa consiste en reunir a los actores relevantes del barrio, dígase coordinadores zonales, representantes de centros de salud, escuelas, iglesia, trabajadoras sociales de Desarrollo Social de Nación, Presupuesto Participativo y funcionarios de Desarrollo Social del distrito, para que, a partir de allí, se comience a discutir cuál es la mejora más importante para el lugar. “En estas reuniones, uno de los temas más importante fue el tema de la contaminación del agua. Un posible proyecto es la construcción de un tanque comunitario que facilite a las familias afectadas por la contaminación de napas, que equivalen a diez manzanas aproximadamente”, ejemplificó el subsecretario. Alrededor de un 10% de los fondos serán destinados a los proyectos comunitarios.
El plan cuenta con la posibilidad de renovar por otras 100 mejoras más, cuando se finalice esta primera tanda.
“Esto sirve para generar empleo genuino, porque se necesita mano de obra calificada que conozca el oficio”, afirmó Pradal, ya que no sólo se le ofrece al vecino los materiales para la construcción, sino también la mano de obra.
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