Dante Gullo sugirió a La Política OnLine que tratarán el tema este viernes en el Cacho, cuando se reúna el Consejo Nacional del PJ. Los sciolistas manejan el partido en la provincia y planean una reunión conjunta. La declaración de Scioli blanqueando sus aspiraciones presidenciales causó un terremoto en la Casa Rosada y ya está dividiendo al peronismo bonarense.
El kirchnerismo buscará quitarle a Scioli el control del PJ bonaerense, un ámbito donde desde hace tiempo no se definen las candidaturas, pero el gobernador podría usar como base de sus aspiraciones presidenciales que blanqueó este sábado.
El viernes a las 16 el Consejo Nacional del PJ se reunirá en la sede partidaria del Chaco, con el objetivo de definir una fecha de elecciones para renovar mandatos próximos a vencer. Habría un acuerdo para prorrogarlos hasta fin de año o comienzos de 2013 y se enganche con la definición de candidaturas.
Pero los consejeros podrán hablar sobre los temas que lo aquejan en el clásico ítem de “actualidad nacional”, infaltable en cada orden del día. “Y ahí hablaremos del PJ bonaerense. De la renuncia de Moyano”, deslizó a La Política OnLine el legislador porteño Juan Carlos Dante Gullo, miembro de la mesa directiva del PJ y de los más cercanos a la Casa Rosada.
-¿Van a decidir el futuro del PJ bonaerense desde el Consejo nacional? – consultó La Política OnLine .
-No. Sólo vamos a conversar –aclaró el diputado.
La renuncia de Moyano dejó el Consejo provincial en manos de la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, quien siempre se mostró como leal a Cristina Kirchner, pero el viernes no dudó en defender a Scioli de la embestida de Gabriel Mariotto.
El resto de la cúpula también es más cercana al gobernador que a sus detractores de la Casa Rosada. El intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, es el secretario general; el senador Osvaldo Goicoechea, artífice de la Juan Domingo, es el adjunto; el jefe comunal de Hurlingham, Luis Acuña; y José Pampuro, director del Banco Provincia, es el secretario político.
Según pudo saber La Política OnLine , este grupo ya estaría punteando a los 47 consejeros para ver si podía sesionar a la brevedad, como un gesto simbólico a Scioli. El principal vocero K es José Ottavis, quien solía recibir retos de los históricos caudillos (Acuña lo maltrató el año pasado en Sierra de los Padres) y ahora se venga desde la vicepresidencia de la Cámara de Diputados.
Los mandatos del PJ bonaerense vencen en diciembre y además de la Juan Domingo, el sciolismo busca contención con un armado sustentado en el círculo íntimo del gobernador. En palabras de Dante Gullo tal vez el viernes decidan coincidir ese recambio con el del Consejo Nacional.
Como bien describió Moyano para justificar su partida, el PJ bonaerense no tuvo incidencia en el último cierre de lista, cuando su apoderado Jorge Landau, quien también ostenta ese cargo en el partido nacional, cerraba las actas junto a Carlos Zannini sin importar los anhelos de los consejeros provinciales. La mayoría supo el domingo que varios jóvenes de La Cámpora representarían a sus regiones.
Pero al kirchnerismo no le agradaría que el partido sea un plataforma simbólica de Scioli,quien el sábado fue claro al señalar que sólo desistiría de sus aspiraciones si la Presidenta es habilitada -vía reforma constitucional- a competir por otro mandato. Como muestra del alcance de su definición Curto y Acuña no dudaron en apoyarlo, aun cuando ambos saben que pueden recibir una represalia de Nación. “Están cansados de que les metan listas paralelas. A Acuña le pusieron varias y metió los 10 concejales”, recordó una fuente de la primera sección.
Alerta en la Casa Rosada
El kirchnerismo acusó el impacto de las confesas aspiraciones de Scioli. El periodista Horacio Verbitsky, habitual vocero de los deseos de Cristina, lo invitó a abandonar la gobernación para encabezar la lista de diputados el año próximo.
No fue un ofrecimiento inocente: con su nombre y foto, el gobernador permitiría sumar muchos diputados, necesarios para impulsar una reforma constitucional.
Además, este esquema bloquearía un plan suyo de apadrinar una lista propia para quedarse con varias bancas que ya es coordinada por Alberto Fernández, como adelantó La Política OnLine Una de las primeras reuniones del ex jefe de Gabinete fue con el intendente de Malvinas Argentinas, el rebelde Jesús Cariglino.
La alarma kirchnerista ante la declaración de Scioli fue tan evidente, que en las últimas horas se vivió una catarata de declaraciones de voceros kirchneristas contra el gobernador, efecto cascada que suele dispararse desde alguno de los principales despachos de la Casa Rosada.
El pimero en cuestionarlo públicamente fue el diputado provincial Fernando "Chino" Navarro, integrante del Movimiento Evita, uno de los más activos en impulsar la re releección de Cristina. También lo cruzó Julián Domínguez, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación que cree que si hace todo bien en 2015 puede tener una chance de competir por la gobernación. Y lo mismo hizo el senador Aníbal Fernández.
Cerrar el cerco
En rigor, las advertencias verbales no son más que el correlato del plan trazado en la Casa Rosada para forzar a Scioli a resignar sus aspiraciones presidenciales o en todo caso condicionarlo in extremis.
La receta es conocida: ahogo financiero, presión política desde la legislatura y diálogo directo con los intendentes, quienes según como se comportan reciben o no fondos para obras públicas, que coordinan directamente Julio de Vido y Gabriel Mariotto.
Sin embargo, lo que parece un plan perfecto no logró hasta ahora calar en lo más importante. Es que Scioli mide mucho, incluso más que la presidenta según las últimas encuestas de Aresco (de Julio Aurelio) y Managment & Fit (de Mariel Fornoni).
Por eso sus palabras encendieron las alarmas de la Casa Rosada, que no suele inmutarse ante afirmaciones similares de otros aspirantes al sillón de RIvadaviam como el salteño, Juan Manuel Urtubey, que pese a sus esfuerzos no logra mover el amperímetro electoral a nivel nacional.
El kirchnerismo se alteró más cuando en los últimos días lo vio fotografiarse con el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, y sobre todo con el intendente de Tigre, Sergio Masa, otro de los políticos que más mide en el país.
Es que el kirchnerismo sigue sin solución fácil para el principal problema que plantea la política: la solución. Por eso los sectores más duros que rodean a la presidenta, tienen una frase que define su estrategia: "La continuidad de Cristina es Cristina". La alarma que por estas horas impera tiene que ver con que las últimas mediciones indican un rechazo pronunciado de la sociedad por una nueva reforma constitucional que habilite a la Presidenta la posibilidad de competir por un tercer mandato.
El kirchnerismo buscará quitarle a Scioli el control del PJ bonaerense, un ámbito donde desde hace tiempo no se definen las candidaturas, pero el gobernador podría usar como base de sus aspiraciones presidenciales que blanqueó este sábado.
El viernes a las 16 el Consejo Nacional del PJ se reunirá en la sede partidaria del Chaco, con el objetivo de definir una fecha de elecciones para renovar mandatos próximos a vencer. Habría un acuerdo para prorrogarlos hasta fin de año o comienzos de 2013 y se enganche con la definición de candidaturas.
Pero los consejeros podrán hablar sobre los temas que lo aquejan en el clásico ítem de “actualidad nacional”, infaltable en cada orden del día. “Y ahí hablaremos del PJ bonaerense. De la renuncia de Moyano”, deslizó a La Política OnLine el legislador porteño Juan Carlos Dante Gullo, miembro de la mesa directiva del PJ y de los más cercanos a la Casa Rosada.
-¿Van a decidir el futuro del PJ bonaerense desde el Consejo nacional? – consultó La Política OnLine .
-No. Sólo vamos a conversar –aclaró el diputado.
La renuncia de Moyano dejó el Consejo provincial en manos de la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, quien siempre se mostró como leal a Cristina Kirchner, pero el viernes no dudó en defender a Scioli de la embestida de Gabriel Mariotto.
El resto de la cúpula también es más cercana al gobernador que a sus detractores de la Casa Rosada. El intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, es el secretario general; el senador Osvaldo Goicoechea, artífice de la Juan Domingo, es el adjunto; el jefe comunal de Hurlingham, Luis Acuña; y José Pampuro, director del Banco Provincia, es el secretario político.
Según pudo saber La Política OnLine , este grupo ya estaría punteando a los 47 consejeros para ver si podía sesionar a la brevedad, como un gesto simbólico a Scioli. El principal vocero K es José Ottavis, quien solía recibir retos de los históricos caudillos (Acuña lo maltrató el año pasado en Sierra de los Padres) y ahora se venga desde la vicepresidencia de la Cámara de Diputados.
Los mandatos del PJ bonaerense vencen en diciembre y además de la Juan Domingo, el sciolismo busca contención con un armado sustentado en el círculo íntimo del gobernador. En palabras de Dante Gullo tal vez el viernes decidan coincidir ese recambio con el del Consejo Nacional.
Como bien describió Moyano para justificar su partida, el PJ bonaerense no tuvo incidencia en el último cierre de lista, cuando su apoderado Jorge Landau, quien también ostenta ese cargo en el partido nacional, cerraba las actas junto a Carlos Zannini sin importar los anhelos de los consejeros provinciales. La mayoría supo el domingo que varios jóvenes de La Cámpora representarían a sus regiones.
Pero al kirchnerismo no le agradaría que el partido sea un plataforma simbólica de Scioli,quien el sábado fue claro al señalar que sólo desistiría de sus aspiraciones si la Presidenta es habilitada -vía reforma constitucional- a competir por otro mandato. Como muestra del alcance de su definición Curto y Acuña no dudaron en apoyarlo, aun cuando ambos saben que pueden recibir una represalia de Nación. “Están cansados de que les metan listas paralelas. A Acuña le pusieron varias y metió los 10 concejales”, recordó una fuente de la primera sección.
Alerta en la Casa Rosada
El kirchnerismo acusó el impacto de las confesas aspiraciones de Scioli. El periodista Horacio Verbitsky, habitual vocero de los deseos de Cristina, lo invitó a abandonar la gobernación para encabezar la lista de diputados el año próximo.
No fue un ofrecimiento inocente: con su nombre y foto, el gobernador permitiría sumar muchos diputados, necesarios para impulsar una reforma constitucional.
Además, este esquema bloquearía un plan suyo de apadrinar una lista propia para quedarse con varias bancas que ya es coordinada por Alberto Fernández, como adelantó La Política OnLine Una de las primeras reuniones del ex jefe de Gabinete fue con el intendente de Malvinas Argentinas, el rebelde Jesús Cariglino.
La alarma kirchnerista ante la declaración de Scioli fue tan evidente, que en las últimas horas se vivió una catarata de declaraciones de voceros kirchneristas contra el gobernador, efecto cascada que suele dispararse desde alguno de los principales despachos de la Casa Rosada.
El pimero en cuestionarlo públicamente fue el diputado provincial Fernando "Chino" Navarro, integrante del Movimiento Evita, uno de los más activos en impulsar la re releección de Cristina. También lo cruzó Julián Domínguez, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación que cree que si hace todo bien en 2015 puede tener una chance de competir por la gobernación. Y lo mismo hizo el senador Aníbal Fernández.
Cerrar el cerco
En rigor, las advertencias verbales no son más que el correlato del plan trazado en la Casa Rosada para forzar a Scioli a resignar sus aspiraciones presidenciales o en todo caso condicionarlo in extremis.
La receta es conocida: ahogo financiero, presión política desde la legislatura y diálogo directo con los intendentes, quienes según como se comportan reciben o no fondos para obras públicas, que coordinan directamente Julio de Vido y Gabriel Mariotto.
Sin embargo, lo que parece un plan perfecto no logró hasta ahora calar en lo más importante. Es que Scioli mide mucho, incluso más que la presidenta según las últimas encuestas de Aresco (de Julio Aurelio) y Managment & Fit (de Mariel Fornoni).
Por eso sus palabras encendieron las alarmas de la Casa Rosada, que no suele inmutarse ante afirmaciones similares de otros aspirantes al sillón de RIvadaviam como el salteño, Juan Manuel Urtubey, que pese a sus esfuerzos no logra mover el amperímetro electoral a nivel nacional.
El kirchnerismo se alteró más cuando en los últimos días lo vio fotografiarse con el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, y sobre todo con el intendente de Tigre, Sergio Masa, otro de los políticos que más mide en el país.
Es que el kirchnerismo sigue sin solución fácil para el principal problema que plantea la política: la solución. Por eso los sectores más duros que rodean a la presidenta, tienen una frase que define su estrategia: "La continuidad de Cristina es Cristina". La alarma que por estas horas impera tiene que ver con que las últimas mediciones indican un rechazo pronunciado de la sociedad por una nueva reforma constitucional que habilite a la Presidenta la posibilidad de competir por un tercer mandato.
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