Ayer cayeron 400 milímetros en la capital bonaerense, donde por la tarde las casas y las calles se cubrieron de agua, que arrasó con lo que pasaba y todavía cubre algunos barrios. La ciudad está paralizada y cientas de familias perdieron todo.
Era un río. Alrededor de las 15 horas de ayer, tras un mediodía soleado de feriado que había invitado a darse una vuelta, la lluvia comenzó a golpear sobre todo el caso urbano y las localidades de La Plata hasta cubrir calles, plazas, veredas y entrar en las casas.
Desde un primer piso el panorama era escalofriante: las corrientes de agua corrían a una velocidad increíble y se chocaban en las cunetas provocando oleajes de hasta medio metro. A su paso arrasaba con basura y pedazos de vehículos que seguían un rumbo indefinido.
Mucha gente que volvía a sus hogares no sabía como hacerlo: los colectivos suspendieron sus servicios y caminar era peligroso.
Los más valientes intentaban subirlo a las veredas, pero en un momento no era garantía de nada. Algunos permanecían adentro, dispuestos a todo. El agua comenzó ascender tanto que en toda la ciudad no había planta baja que no la tuviera en el living.
Hubo quienes prefirieron no caminar contra la corriente ayer, buscaron refugio y recién esta mañana fueron a ver que les había quedado. “Perdí todo”, era la frase más recurrente. Quienes no tuvieron donde ir, todavía están en la calle,
Los que se quedaron se subían arriba de las mesas y si la altura del agua las superaba, salían. “Yo fui a cuidar a mi abuela. Hoy volví y no había nada”, explicó un damnificado, que ya se fue de su departamento de 60 y diagonal 74, a cinco cuadras de la catedral.
Ayer, la lluvia parecía no parar nunca. Siguió toda la tarde, insinuó bajar al anochecer pero retomó con más furia y recién aflojó sobre la medianoche, cuando ya habían caído 400 milímetros, una cifra escalofriante.
La ciudad había quedado dividida por las calles 18 y 19, que eran como dos ríos con más de un metro de agua. Era imposible cruzar esas calles.
Se sabía que si el centro se cubría de agua, en los barrios periféricos que suelen sufrir anegamientos, se podía esperar lo peor y así fue: el agua rondó entre uno y dos metros en algunos casos, con consecuencias fatales.
Las zonas más afectadas fueron Tolosa, Ringhelet, La Loma, Villa Elvira y Plaza Castelli, zonas en las que elagua hizo flotar electrodomésticos y todavía no pueden sacarla. Peor: no tienen hacia donde empujarla.
En el hospital Español, en 9 y 35, no más de diez cuadras del centro geográfico, las veredas están inundadas y los vecinos todavía caminan sin saber qué hacer. Los pacientes fueron trasladados y desde el nosocomio expulsan el agua con máquinas pero no hacen más que anegar las calles.
En esa esquina la escena es desgarradora: antes que calles se pierdan en las aguas hay barriales con restos de alimentos, ropas, muchos pájaros muertos, medicamentos y cualquier producto que los comercios de la zona vendían hasta la semana pasada. Los autos que permanecieron en pié, están deteriorados.
Desde ahí, el curso de agua comienza y llega a Tolosa (que comienza después de 32) y Ringhelet, la zona que recorrió Sergio Berni. Todo es un lago y bomberos e infantería rastrean la zona en busca de cadáveres.
Con cuarenta muertos confirmados hasta hora, la ciudad amaneció en medio de un desamparo total: las persianas cerradas, la administración pública decretó asueto y en cualquier esquina la gente lamentaba su desgracia y la de un amigo. Los vecinos salían de los comercios que encuentran abiertos con bidones de agua.
Casi nadie quedó al margen, ya que a diferencia de otras inundaciones, esta vez fue general, sólo que en la zonas más céntricas dernó durante la noche.
Custodiada por infantería, la municipalidad de La Plata estaba desierta, con despachos cerrados, pasillos oscuros y, claro, mucha agua. Los funcionarios y los concejales recorrían hospitales y centros de evacuados.
Alrededor de 3000 personas están en los 33 centros de evacuados habilitados por el municipio. De todos modos, miles de vecinos decidieron evacuarse anoche, cuando nadie pedía por ellos. (La Política OnLine).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario