viernes, agosto 02, 2013

¿Los intendentes pueden hacer que gane Insaurralde?

Los consultores coinciden en que ninguna encuesta mide con precisión su arrastre y surge la duda si son capaces de torcer una elección legislativa que, a diferencia de la anterior, no está signada por la crisis económica. Jorge Giacobbe cree que es un dato menor y Massa ganará sin problemas.

El papel de los líderes territoriales en la elección bonaerense es una incógnita en todos los frentes, sobre todo luego de conocerse una serie de encuestas que dan un panorama parejo entre Martín Insaurralde y Sergio Massa. 

Ocurre que en las elecciones legislativas no siempre existen candidatos nacionales capaces de arrasar con los votos hacia abajo, como es habitual en las presidenciales. Por lo tanto, la pregunta sobre si votaría a uno u otro candidato hoy no sería tan decisiva y muchos se preguntan si no está soslayando un dato clave: El peso d elos liderazgos territoriales empujando la boleta de abajo hacia arriba el día del comicio. 

“Es imposible medir cuanto suman los intendentes. Lo único que podes ver es cuanto Massa o Insaurralde generan en los distritos con alcaldes afines”, sostuvo el consultor Carlos Germano.

“Hay casos a tener en cuenta como La Matanza, el distrito más poblado de la provincia, donde el intendente Fernando Espinoza será candidato testimonial y habilitaron la foto de Balestrini en la boleta”, agregó Germano.

Otro candidato testimonial es Francisco “Barba” Gutiérrez, de Quilmes. En su entorno aseguran que su imagen levantará 15 puntos su boleta y por lo tanto la de Martín Insaurralde, salvo que el massismo logre en las generales instalar una idea de corte que hoy no se ve. 

No es el único caso: Alejandro Granados en Ezeiza también encabeza la boleta y en muchos otros distritos, los intendentes han puesto a un familiar o esposa en la lista -como Fernando Gray en Esteban Echeverría- para que el apellido figure al tope.

La paridad que muestran los sondeos explica además que, a diferencia de 2009 y de 2005, esta vez no hay una ola en contra y a favor del Gobierno que ponga a todos los intendentes de rehenes ante los sectores medios. 

“En la última legislativa jugaban las broncas por la crisis de campo, que aportaban a un escenario conflictivo por la crisis económica. Ahora estamos viendo que el consumo no bajó, la gente viaja y por lo tanto no habrá una ola en contra del Gobierno”, interpreta Germano.

Ricardo Rouvier señala que siempre hay que tener en cuenta que un oficialismo puede sumar más “porque no se puede medir ciertos fenómenos. Además, hay metodologías más o menos profundas. La principal es la domiciliaria y a veces no hay dinero para hacerla”, explica.

Rouvier también cree que “es muy complicado” medir el aporte de los intendentes, cuya actuación en la legislativas es siempre motivo de suspicacia por su capacidad, demostrada, de armar listas en todos los frentes peronistas.

Aunque no es lo que predomina esta vez al menos entre los que eligieron no saltar el cerco. “En 2009 Kirchner no perdió intendentes formalmente pero los que se quedaron jugaron a varias puntas con colectoras. Ahora los que se quedaron están más orgánicos y sólo algunos hicieron un doble juego fuerte”, comentó a LPO un operador de Massa del interior bonaerense, donde más tiene que levantar. 

El eterno problema
Otro elemento siempre importante en la provincia de Buenos Aires y más en una elección pareja es la fiscalización. Lo sabe Elisa Carrió que vio como le desaparecían las boletas en 2007 y muchos de sus candidatos a intendentes terminaron a décimas de los electos y con innumerables denuncias de fraude. 

Son muchos los candidatos massistas que compiten contra intendentes y exigen por estas horas apoyo logístico para evitar perder de vista las urnas. 

Para el consultor Jorge Giacobbe, los intendentes tendrán un peso ínfimo y Massa ganará por 10 puntos en las primarias y ampliará la diferencia en las generales. 

“Decir que los intendentes pesan en el resultado es un pensamiento de hace veinte años. Hoy el 60% de la población se considera independiente por lo que con suerte pueden llegar a manejar un 10% de los votos”, describe. Pero el margen de votos propios que deja en manos de los intendentes, en una elección pareja como la que vaticinan algunos sondeos, no es despreciable.

“Si las encuestas que maneja el Gobierno hablan de dos candidatos de 30 y dos de 15 no hay más votos que buscar. Están todos ahí. Pero nadie que cree que vayan a ganar, ellos hablan de una elección pareja, porque aquí no hay ninguna paridad”, concluye. (La Política OnLine).

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