En el mundo es el segundo cáncer más frecuente y la causa más común de muerte en mujeres. Según la OMS, su incidencia se encuentra en aumento en el mundo en desarrollo debido a mayor expectativa de vida, aumento de urbanización y adopción de estilos de vida occidentales.
El riesgo de padecer cáncer de mama para una mujer promedio es del 13%, o sea que aproximadamente una cada 8 mujeres, tiene la posibilidad de padecer cáncer de mama a lo largo de su vida. Las mujeres con un pariente de primer grado (madre, hermana, hija) que hayan padecido cáncer de mama antes de los 50 años tienen un riesgo de dos a cuatro veces mayor, que la población femenina en general.
En el cáncer de mama el pronóstico está estrechamente ligado al momento de la detección, sabiendo que el diagnóstico temprano evita y disminuye en gran medida los procedimientos quirúrgicos radicales, atenúa la repercusión psíquica y sociofamiliar desencadenados de la propia patología.
La médica especialista en diagnóstico por imágenes Carolina Chouela, quien es coordinadora del servicio de mamografía de Argus Diagnóstico Médico San Lucas y del Servicio de resonancia del hospital Fernández, explicó que "las actividades de prevención primaria para evitar la aparición del problema sólo pueden hacerse a nivel de recomendaciones hacia un cambio de estilo de vida saludable: lactancia materna, dieta con bajo contenido de lípidos, realizar actividad física, evitar el tabaquismo".
Chouela aclaró no obstante que "la herramienta más efectiva para lograr la reducción de la mortalidad generada por esta patología, hoy en día, es la prevención secundaria mediante el diagnóstico precoz, en estadios iniciales con el estudio de la mujer asintomática, mediante la realización del autoexamen mamario y de estudios por imágenes".
La especialista destacó que los beneficios del screening mamario, "han sido demostrados en numerosos estudios randomizados, desde mediados de la década de 1980 a la fecha".
La médica indicó que en dichos estudios "se ve una reducción del índice de mortalidad por cáncer de mama en por lo menos un 25%".
"Esto quedó claramente demostrado en la población de 50 años o más, y en los últimos años, una gran parte de las sociedades científicas internacionales recomendaron comenzar el “tamizaje o screening” partir de los 40 en forma anual (Recomendaciones del ACR 1997), teniendo un familiar directo con la enfermedad se recomienda comenzar 10 años antes", señaló.
Según Chouela, "es de suma utilidad realizar la mamografía y ecografía en forma conjunta, ya que son métodos complementarios pudiendo identificar lesiones con mayor precisión".
"El objetivo fundamental del diagnóstico por imágenes de la mama en lo referente a patología neoplásica consiste no sólo en Descubrir, Caracterizar y Estadificar sino también descartar su existencia. La RM con contraste en el estudio de la mama cumple, por su alto Valor Predictivo Negativo (sensibilidad), el objetivo de descartar patología tumoral infiltrante y multifocal", añadió.
La experta comentó que "siempre que se evalúa el parénquima mamario se debe utilizar contraste paramagnético (Gadolinio)".
"La RM con inyección de gadolinio ha demostrado poseer gran sensibilidad para la detección del cáncer de mama y particularmente para los cánceres infiltrantes. Las indicaciones de la Resonancia mamaria está en evolución permanente, y hay que
tener en cuenta que es fundamental la tecnología disponible, la experiencia y capacitación de los profesionales actuantes. No es una técnica de primera indicación y su empleo debe reservar para los casos en que los estudios previos no sean concluyentes", agregó.
Dijo también que "entre las ventajas de este método encontramos que es una vista tridimensional del parénquima mamario, tiene alta sensibilidad en mamas densas y no utiliza radiación ionizante".
La Resonancia en mama es de gran ayuda para:
- Evaluar la extensión local de la enfermedad, en el cáncer preoperatorio
- Evaluar los implantes mamarios
- Evaluar la mama operada e irradiada
- En el carcinoma oculto por imagenología convencional
- Screening en mujeres jóvenes de alto riesgo
- Monitoreo de respuesta al tratamiento quimioterápico
- Descartar enfermedad mamaria en caso de sospecha en la Ecografía Mamaria
Algunos factores de riesgo son:
- Edad: el riesgo aumenta en mujeres entre los 50 y 65 años
- Antecedentes familiares como madre o hermana que hayan padecido la enfermedad antes de los 50 años.
- Inicio del ciclo menstrual antes de los 12 años.
- Tratamientos prolongados con terapia hormonal.
- Portar genes que favorecen el cáncer de mama (BRCA1 y BRCA2)
- No haber dado de mamar.
- Elevado consumo de grasas y/o alcohol, sedentarismo.
Consultar ante los siguientes signos y sintomas
- Aparición de nódulo/s a la palpación
- Modificación morfológica del seno, cambio de textura o retracción de piel y signos de inflamación,
- Descamación, dolor, secreción y/o retracción del pezón.
"La mamografía y ecografía realizadas en forma conjunta permiten detectar precozmente esta enfermedad, por ello se recomienda a las mujeres realizarse este estudio al menos una vez al año en forma rutinario a partir de los 35/40 años, así como también cuando existe una alteración percibida por la paciente", comentó Chouela.
La profesional afirmó que "el mejor tratamiento para el cáncer de mama es la detección precoz de la enfermedad, es por eso que hacemos hincapié en las campañas de prevención". (Asteriscos TV).
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