Si bien no lo confirma, Jesús Cariglino está
preparado para la batalla electoral de 2015. El mandamás de Malvinas
Argentinas se apresta a ser uno de los candidatos a gobernador del
Frente Renovador, en una interna que se presume poblada. “Esta vez sí
quieren poner a un bonaerense”, ironiza, aunque aclara que se pondrá el
traje sólo si obtiene el acompañamiento de un grupo de dirigentes que
hoy abreva en las filas de Sergio Massa.
Desde su despacho en el municipio, Cariglino renueva sus credenciales de opositor y asegura en entrevista con Primera Sección que hay “mucha disconformidad” de intendentes y legisladores del FpV con el Gobierno. En esa línea, define a Daniel Sciolicomo un presidenciable “con poco diálogo con la política”. Si bien apoya a Alejandro Granados en el Ministerio de Seguridad, advierte que “todavía debe estar buscando a los 60 mil hombres que el gobernador dice que tiene”.
- ¿Por qué considera que ha llegado el momento de recorrer la Provincia para disputar la gobernación en 2015?
-
En principio, todavía no está resuelto. Sí estamos trabajando mucho en
la gestión y en las cosas que nos ocupan día a día. Tengo un gran
compromiso con la gente de Malvinas y en eso está volcado todo mi
esfuerzo. Sí hay un trabajo hecho en la Provincia de muchos dirigentes
que nos conocemos desde hace muchos años, y esta vez sí quieren poner a
un bonaerense con experiencia al frente de la provincia de Buenos Aires,
porque siempre nos gobiernan desde el Obelisco. Entonces, estos
dirigentes amigos que uno tiene son los que hoy nos hacen reunirnos y
trabajar, y cada vez se suman más, inclusive intendentes, legisladores y
gente de distintos partidos políticos. Creo que tiene que ser una
elección muy democrática para ver quién va a conducir los destinos de la
Provincia a partir de 2015.
- Pero a usted le interesaría integrar ese pelotón.
-
Sí, por supuesto. Hoy diría que soy uno de los elegidos. Siempre queda
la puerta abierta, como falta tiempo, de que podamos conformar un equipo
y un proyecto que sea más importante que los hombres.
- Ese equipo definiría sus candidatos a través de las PASO dentro del Frente Renovador.
-
Puede ser, sí. En principio, para lanzar mi candidatura a gobernador
quiero que me elija la gente que me acompaña, que son dirigentes muy
importantes que están en todas las secciones electorales de la
Provincia, y hay muchos con los que todavía me falta hablar. La primera
etapa es pasar eso, después vendrán las PASO si hay otros candidatos en
el mismo espacio, y veremos cómo nos va. Estamos muy confiados en que
nos va a ir bien.
- Más allá de su participación actual en el
Frente Renovador, ¿cómo definiría el momento que hoy vive el peronismo,
que acaba de renovar autoridades?
- El kirchnerismo absorbió
el PJ y ha tratado de destruirlo, como al radicalismo y a otros partidos
políticos. Todo lo que sea instituciones ha ideo destruyéndolas. Yo hoy
no hablo mucho de peronismo porque el peronismo lo tiene el
kirchnerismo, está secuestrado. Hablo de juntar vocaciones políticas en
un frente, con acuerdos, juntarnos los mejores hombres y que prevalezca
el proyecto.
- A Sergio Massa se le atribuye la lectura
de que la democracia de partidos es casi nula, por lo que hoy impera una
“democracia de personas”, que encabezan frentes electorales.
-
Creo que los partidos están debilitados y hay que recuperarlos como
todas las instituciones, la Presidencia, la Gobernación, la Legislatura y
la Justicia. Son todas instituciones que están avasalladas, se mezclan
los roles de cada uno. Es cierto. Después de 2015 habrá primero que
gestionar mucho para normalizar y blanquear la economía del país,
nuestras relaciones con el mundo, hacer un esfuerzo engomar con los
temas prioritarios, que son educación, salud, seguridad, justicia. Poner
en marcha el país y convocar al mundo a que venga a invertir en
Argentina y generar fuentes de empleo. Después de eso, vendrá
reconstituir los partidos políticos y los debates, que siempre
enriquecen los proyectos.
- ¿Qué tiene que tener ese gobierno de 2015?
-
Sentido común, por sobre todas las cosas. No mirar más el pasado, dejar
el espejo retrovisor y mirar al frente. Y, por supuesto, no hay que
llegar a 2015 para elaborar un proyecto. Nosotros venimos trabajando con
un equipo de gente en el tema sanitario, policía, estamos viendo cómo
se descentraliza el país en lo económico, y cómo el federalismo empieza a
ser lo que siempre fue. Tenemos que llegar al 2015 con un proyecto que,
al día siguiente de haber asumido, sea quien sea el gobernador o el
presidente, pueda ponerse en marcha. Y esto va a generar mucha confianza
para afuera del país, mucha inversión y trabajo en la Argentina, y mi
temor es que la gente no esté calificada para esos nuevos desafíos.
- ¿Por qué?
-
Me preocupan los jóvenes que están en las esquinas, los ni-ni, y
aquellos que han perdido la cultura del trabajo por un plan. Es la lucha
que venimos dando en Malvinas. Acá hay 800 jóvenes haciendo pasantías
pagas, de 2700 pesos cada una, que antes no tenían en qué lugar estar,
simplemente buscaban un lugar de encuentro y tomarse algo en la esquina.
Hoy están trabajando cada uno en lo que les gusta y sabe hacer, y ahí
vamos descubriendo los valores que tienen y derivándolos a otras áreas.
Esto se va a tener que ampliar a toda la provincia y el país, porque
esta última década ha sido la de distribución de planes y empobrecerlos
no sólo económica sino culturalmente. Para aquella inversión que venga a
Argentina va a haber una gran cantidad de faltante de recursos humanos
que pueda cubrir esos cargos.
Granados, reelecciones y después
- ¿Qué mirada tiene sobre la gestión de Alejandro Granados en el Ministerio de Seguridad?
-
La mejor decisión que hizo el gobernador fue elegir a un intendente
para que ocupe ese cargo. Por supuesto que está a prueba, Alejandro está
haciendo todas las pruebas posibles. Creo que, hasta aquí, le está
yendo bien. En Malvinas está funcionando el Comando de Patrullas
Comunitarias (CPC), que fue el primero que se inauguró en la Provincia,
con unos resultados fantásticos. Por supuesto que está la patrulla
comunitaria y la policía provincial, y la policía de aproximación, la
municipal, los 50 patrulleros nuestros que están colaborando. Las
detenciones, los allanamientos y todas las cosas que hacemos acá,
denunciando en nombre de los vecinos con un expediente municipal, están
dando muy buenos resultados. Lo de Granados nos dio la posibilidad de
que podamos contar con la policía para hacer allanamientos. Hoy tuve que
llamar por un tema y a los dos minutos estaba la respuesta del
ministro.
- ¿Coincide con él en la necesidad de implementar las policías municipales en toda la Provincia?
-
Totalmente. Además, es el único camino. Hoy, la cúpula policial como
está no da resultados. Nadie sabe quiénes son, cuántos son, Granados
todavía debe estar trabajando y buscando a los 60 mil hombres que el
gobernador dice que tiene. Tiene una gran tarea por delante.
- ¿Con Scioli tiene relación?
-
No. Hace mucho tiempo que no hablamos. La verdad es que le estoy
reclamando una deuda importante que tiene con Malvinas, y creo que ha
tomado nota porque en estos días ha habido un intercambio de ministros
con secretarios municipales de distintas áreas para recomponer esa
deuda, esperando que lo haga efectivo.
- ¿Cómo lo ve a Scioli tratando de pilotear el proceso interno del kirchnerismo para ser el heredero de de Cristina?
-
Lo veo como el primer kirchnerista, defendiendo a ultranza el modelo
nacional y popular. A Scioli no lo niego como peronista, porque no es
nuestro estilo, pero no representa al peronismo. El peronismo somos
todos aquellos que venimos trabajando, nos autoconvocamos, vamos a los
congresos, debatimos propuestas e ideas. A Scioli más bien lo veo como
un hombre muy pegado a Cristina (Kirchner), al gobierno
nacional, y que tiene poco diálogo con la política, poco debate con los
temas centrales que le preocupan a la gente. Ese es el
peronismo-kirchnerismo que no nos permite sentirnos parte.
- ¿Generó tensión en el seno del Frente renovador el proyecto de Massa para limitar las reelecciones de los intendentes?
-
No. Todo lo contrario. Nosotros hemos tenido alguna charla sobre este
tema con Massa, en elecciones anteriores. Sí, por supuesto, creemos que
hay intendentes que son muy valiosos, y que la Provincia está hoy en
pie, en general, por los intendentes, que son quienes se hacen cargo de
la problemática de toda la gente: los buenos, los malos y los regulares.
En general, los intendentes valiosos son difíciles de conseguir. Eso
requiere de años. Eso no se aprende en la universidad, sino cuando uno
se sienta aquí y empieza a ver la demanda, la necesidad y cómo planifica
su territorio para los próximos 40 ó 50 años. Estos son proyectos de
largo plazo, para la municipalidad no es agarrar 10 pesos, ir al quiosco
y comprar.
- ¿Entonces?
- Ocho años es poco
tiempo, pero si está la descentralización de la Provincia y se pone en
práctica aquella reforma del ‘94, esos ocho años van a ser muy valiosos y
va alcanzar. Cuando se debatía esto, el senador Roque Cariglino acercó
un proyecto que tiene que ver con la descentralización y también con
mandatos de los legisladores -diputados, senadores, concejales y
consejeros escolares-, que no podían tener más de dos períodos cada uno.
Sergio lo tomó a bien y así se presentó ese proyecto de ley. Veremos
ahora cuál sale.
- ¿Hay intendentes del FpV que por lo bajo manifiesten intenciones de incorporarse al Frente Renovador?
-
Tengo charlas con algunos. Con el kirchnerismo, uno está con ellos o es
un traidor. Pero hay mucha disconformidad, no sólo de los intendentes
sino también de los legisladores, secretarios de Estado y segundas y
terceras líneas del Estado nacional y provincial, con sus gabinetes y
las políticas que viene llevando adelante. Lo harán por trabajo,
silencio o quizás porque muchos de ellos dependan del Estado nacional o
provincial y no se animan a decirlo. Cuando nos reunimos a tomar un café
en un ámbito que no es muy público, hablan.
- Usted fue el primero en dejar el FpV, antes de que existiera el massismo. ¿Se considera un pionero?
- Sí (risas). Fue a partir de 2009, había grandes enojos por la falta de cumplimiento deNéstor Kirchner de
las promesas que hacía a cada uno de los intendentes, y mucho más a
aquellos del interior, a quienes les prometía cosas que después nunca
cumplía. Además, veníamos arrastrando las promesas desde el 2003. Se
subía a un palco y anunciaba dos mil millones de pesos por día. Los que
tenemos experiencia sabemos que no hay tiempo físico para gastar dos mil
millones por día en hacer tanta cantidad de obras anunciadas.
Efectivamente, si uno busca los planes de vivienda que lanzaron, no va a
encontrar ni el 30 por ciento. Si busca rutas, seguramente va a
encontrar pedazos de rutas y los pedazos viejos. Y así ocurrió con todo
lo que lanzó.
Malvinas tuvo tres promesas incumplidas: un
convenio por 1800 viviendas y las obras en la calle Descartes y el
arroyo Darragueira. Aquellos municipios a los que les han prometido
hospitales hace 8, 9 ó 10 años, como Escobar, Ituzaingó y Morón, por
mencionar algunos, todavía están esperando. Quizás para 2040 puedan
hacer lo prometido desde 2003. No hubo seriedad en la política,
consultas, no se podía ni se puede opinar, y la gestión no funciona así,
sino con un Estado nacional respetando a las instituciones, convocando a
sus gobernadores e intendentes para ver cuáles son sus prioridades, y
ver lo que le pasa a nuestra gente. El mejor termómetro lo tiene el
intendente, podemos superar cualquier encuesta o visión del Estado a lo
lejos.
- Con el gobierno nacional tampoco hay relación.
- Gracias a Dios, con el gobierno nacional no tenemos relación. Hemos cortado los lazos.
- ¿Pero ni siquiera contacto con De Vido por alguna obra pública, por ejemplo?
- De Vido es un hombre al que le tengo mucho respeto, pero hace tiempo que no nos vemos.
- Si para las elecciones presidenciales de 2015 le diera a elegir entre Sergio Massa y José de la Sota, ¿qué me diría?
-
Me pone en un aprieto (risas). Estoy con el Frente Renovador. Sí espero
que haya grandeza en la política y que podamos juntar a los grandes
referentes. Los cuatro años que vienen van a ser muy duros para el
presidente que esté, los gobernadores e intendentes. Hay que tomar
decisiones sin que le tiemble el pulso a nadie, pagando costos
políticos, diciéndole a la gente en qué país estamos viviendo, cómo lo
ponemos en marcha y cómo hacemos para comprometer a la comunidad
educativa, a la policía, a la Justicia. En esto apuesto a un gran
frente, que todos los que están posicionados para ser presidentes se
sientan en una mesa y debatan un proyecto. (PrimeraSección.com).
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