Algunos se fueron solos, y otros fueron acarreados por los intendentes que decidieron abandonar a Massa. Lo cierto es que en la Legislatura bonaerense, el Frente Renovador ya no es lo que era. La principal merma se dio en la Cámara de Senadores, donde a principio de año contaba con 21 voluntades y ahora apenas le quedan 12.
Las salidas más recientes fueron las de los olavarrienses Héctor Vitale y Carolina Szelagowsky, quienes, de la mano de José Eseverri, regresaron al Frente para la Victoria. Antes también se había ido el tercer senador que en 2013 ingresó por la Séptima sección: el hoy precandidato a intendente de San Miguel, Alfonso Coll Areco. Este, a diferencia de los dos primeros, aunque se muestra sciolista y kirchnerista, armó el monobloque “Buenos Aires de pie - 29 de septiembre”.
En tanto, siempre a partir del sangrado renovador, se conformó la bancada “Bloque Perón y Jauretche”, que
integran Patricia Segovia y Baldomero “Cacho” Alvarez de Olivera. La primera se fue del massismo empujada por el enojado Darío Giustozzi, hoy otra vez en las huestes kirchneristas. Por su parte, el ex intendente de Avellaneda, viejo zorro de la política del Conurbano, vio hace un tiempo que Massa venía en baja y, tras pegar el faltazo en un par de encuentros, decidió abrazarse nuevamente al gobernador Scioli.
Además, los intendentes de Merlo, Raúl Othacehé, y de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, se llevaron consigo a Alejandro Urdampilleta y Roque Cariglino, respectivamente. El merlense se plegó al FpV y el malvinense creó el bloque “PRO bonaernse”. El mandatario de San Isidro, Gustavo Posse, hizo lo propio: acarreó. Cuando dejó de ser renovador, también se alejó del bloque el radical Roberto Costa, quien junto a la macrista Nidia Moirano formó la bancada “Juntos por Buenos Aires”.
Así las cosas, en detrimento del Frente Renovador, el oficialismo consigue quórum propio: cuenta con 21 senadores del FpV y tres aliados (Alvarez de Olivera, Segovia y Coll Areco).
En la otra cámara, la de Diputados, las bajas no fueron tan sensibles, pero también las hubo. El primero en abandonar el barco en este 2015 fue Mariano San Pedro, hombre de Darío Giustozzi, quien enseguida dijo que iba a trabajar por la candidatura de Florencio Randazzo y regresó a la bancada que preside Fernando Navarro. Tiempo después, con el portazo de Giustozzi, también se fue del bloque massista Mario Giacobbe. Aún no confirmó si suma al FpV o arma un monobloque.
Además hay que agregar las partidas del possista Walter Carusso, quien, junto al radical Fernando Pérez, conformó el bloque “Espacio Abierto”. El último en salirse de la bancada renovadora fue el merlense Alfredo “Loby” Antonuccio, hombre de Raúl Othacehé, quien pegó la vuelta al FpV.
El oficialismo llega a los 44 miembros y que-da a sólo una voluntad de contar con el quórum propio. Hay que tener en cuenta a los dos aliados de Nuevo Encuentro, que, no obstante, tienen su propia bancada. El Frente Renovador, en tanto, terminó 2014 con 22 voluntades, y en la actualidad suma 18. (La Tecla).
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