Durante el 2015, la “Coalición Cáncer Argentina” definió las prioridades para los pacientes, y las presentó a los referentes de salud de los diferentes espacios políticos. Una de las propuestas es generar la capacitación de médicos de atención primaria para mejorar el diagnóstico temprano del cáncer.
El cáncer comprende a un conjunto de enfermedades que afecta a todas las personas, de una u otra forma, por lo que es necesario, con la ayuda de todos, reducir la carga global de esta problemática.
Es por eso que el lema del Día Mundial Contra el Cáncer 2016, que se conmemora el próximo 4 de febrero, es “Nosotros podemos. Yo puedo”. Todos, de alguna manera, pueden contribuir. Con una prevención adecuada, un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, podrían evitarse entre un tercio y la mitad de las muertes por cáncer en el mundo.
En nuestro país, la Coalición Cáncer Argentina se une a este llamado mundial mediante una serie de propuestas de políticas públicas que apuntan a lograr, en un plazo perentorio, un diagnóstico temprano, acceso equitativo a la atención, y medidas de prevención.
La Coalición Cáncer Argentina está integrada por la Fundación Atención Comunitaria Integral al Paciente Oncológico (ACIAPO), la Asociación Civil de Lucha contra el Cáncer de Ovario (ACILCO), la Fundación Pacientes con cáncer de pulmón (FPCP), el Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (MACMA) y Linfomas Argentina (Linfomas, Mielodisplasias y Mielofibrosis). Este grupo de ONGs tras dos años de trabajo, sostiene que el cáncer debe ser un tema de agenda política y social.
El Lic. Ignacio Zervino, director de Relaciones Institucionales de Fundación ACIAPO, afirmó que “las nuevas autoridades sanitarias nacionales y provinciales han declarado que harán hincapié en fortalecer la atención primaria y la equidad en el acceso a la salud. Nosotros coincidimos con esa postura, aunque observamos que el cáncer no figura específicamente en ninguna de las medidas, pese a que se trata de una de las enfermedades de mayor impacto tanto en el sistema de salud argentino como en la población adulta”.
Irene Marcet, presidente de MACMA, declaró “desde nuestra ONG trabajamos para ayudar y contener a las mujeres con cáncer y sus familiares y desde la Coalición queremos aportar nuestro granito de arena para el control de la enfermedad desde una perspectiva más amplia, de políticas públicas. Queremos lograr que ningún paciente alcance un estadio lll de la enfermedad. Atajar antes el problema. Esto lo podemos solucionar con nuevas políticas públicas que trabajen en soluciones concretas sobre el sistema de salud argentino, como ayudar a capacitar a médicos de atención primaria para que no confundan los síntomas o como la realización de fuertes campañas que concienticen a la sociedad sobre la importancia de la detección temprana”.
Por su parte Haydée González, presidente de Linfomas Argentina, subrayó: “Nos conocemos desde hace años, coincidimos en nuestra visión sobre el sistema de salud, sus desafíos y las deudas pendientes con el cáncer, por eso creemos que juntos podemos realizar un aporte más plural y significativo a todo aquel que quiera escucharnos. En los países centrales, las ONGs son un actor más que se sienta a la mesa para compartir su visión, la voz del paciente; desde la coalición queremos participar de ese diálogo”.
La coalición elaboró propuestas de políticas públicas entre las que la atención primaria tiene un rol protagónico. Las poblaciones más vulnerables son las que sufren con mayor impacto al cáncer, en especial debido al diagnóstico tardío, cuando la enfermedad ya se encuentra en fase avanzada, lo que reduce enormemente las posibilidades de tratamiento. Temores, desconocimiento, falta de acceso a atención sanitaria y otros factores atentan contra la detección temprana en los sectores más desprotegidos. A menudo la atención primaria es el único momento de contacto del paciente con un profesional de la salud.
La peor ecuación es “enfermedad más pobreza”
El diagnóstico puede retrasarse por factores culturales y socioeconómicos. Un estudio realizado en el Reino Unido con más de 49.000 personas reveló que quienes viven en las zonas más pobres fueron 37% más propensas a pasar por alto los nueve signos y síntomas comunes del cáncer. Y tanto las personas que viven en dichas áreas como aquellas que cuentan con un bajo nivel educativo fueron más proclives a demorar la consulta al médico, ya fuera por vergüenza, temor o dificultades para trasladarse, en comparación con personas de zonas con más recursos o mayor educación.
En Argentina, datos de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo mostraron que se hacen más estudios de detección del cáncer las personas con obra social o prepaga que aquellas que sólo cuentan con cobertura pública. El contraste fue similar entre personas con mayor o menor nivel educativo, y entre quienes tienen más o menos ingresos totales en el hogar.
Para vencer esta barrera y mejorar la detección temprana del cáncer, la Fundación ACIAPO, una de las integrantes de la Coalición, está llevando adelante un proyecto que comenzó en los municipios de San Isidro, Tigre y Pilar, en el Gran Buenos Aires, y continúa replicándose en otros municipios, con la intención de llegar a completar la región sanitaria v de la PBA.
La campaña consiste en entregar material informativo con los principales síntomas y factores de riesgo de cáncer en hospitales y centros de salud comunitarios, por un lado, y por el otro, capacitar a los médicos de atención primaria para que puedan detectar los signos tempranos del cáncer y así mejorar las chances de llegar a un diagnóstico oportuno. Las asociaciones ACILCO y SOSTÉN se sumaron a esta campaña entregando el material informativo en los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires.
El Lic. Zervino destacó que “por lo general hay un reclamo del primer nivel de atención sobre la necesidad de capacitación y acompañamiento. Tendemos un puente entre el servicio de oncología y la atención primaria, y es algo muy bien recibido por los profesionales de la salud; el feedback en general es muy bueno. Muchas veces la suerte que termina corriendo el paciente depende de cuándo es derivado”.
Además agregó “Creemos que es fundamental hablar no sólo de derechos, sino también de deberes de la población en general. Esto tiene que ayudar a las personas a entender que si tienen determinados antecedentes, factores de riesgo y síntomas, tiene que informarse y consultar a su médico.”
Por su parte María Alejandra Iglesias, presidenta de SOSTÉN y asesora de ACILCO agregó: “Creemos que es fundamental hablar no sólo de derechos sino también de deberes de la población en general. Esto tiene que ayudar a las personas a entender que si tienen determinados antecedentes, determinados factores de riesgo o síntomas, tiene que informarse y consultar a su médico”.
La dimensión del cáncer en Argentina
Según el Instituto Nacional del Cáncer (INC), Argentina se encuentra dentro del rango de países con incidencia de cáncer media-alta, es decir que cada año habrá 2 casos nuevos cada mil habitantes. La enfermedad causa en el país 60 mil muertes anuales, de las cuales más del 90% se produce en personas mayores de 44 años de edad. Esto demuestra la relevancia política que debería tener el tema, en el marco de las plataformas de los diferentes candidatos.
Aunque Argentina es un país con amplia cobertura de salud pública, y se han logrado avances como el Instituto Nacional del Cáncer (INC) de excelencia, los pacientes son cada vez más, y el acceso se dificulta debido a hechos tales como la excesiva distancia hasta el centro de atención, que conlleva el inconveniente de los traslados, los gastos de viaje y alojamiento o la falta de educación para comprender cómo seguir un esquema de tratamiento.
Menos controles en los más vulnerables
Entre las prácticas de detección de rutina recomendadas por las autoridades nacionales a nivel público se encuentran: mamografía cada dos años en mujeres asintomáticas de entre 50 y 70 años, PAP en mujeres de 25 a 65 años y tamizaje de cáncer de colon en adultos de 50 a 75 años (sangre oculta en materia fecal, colonoscopía o radiografía de colon por enema).
La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2013 concluyó que el 69,8% de las mujeres con obra social o prepaga se habían hecho una mamografía en los últimos 2 años, mientras que entre quienes sólo tenían cobertura pública, lo realizaron menos de la mitad (48%). Se han realizado una mamografía el 77,6% de quienes tenían al menos secundario completo, contra 52,7% de quienes tenían primario incompleto. En lo que hace a nivel de ingresos, casi el 80% de las mujeres de mayor nivel de ingresos se habían hecho una mamografía, versus 51,3% con menores ingresos.
En el caso del PAP, también fue más frecuente entre las mujeres de mayor nivel de instrucción (78,7% vs. 56,1%), entre aquellas con obra social o prepaga (76,4% vs. 60,4%) y entre las de mayor nivel de ingresos (79% vs. 62,9%)
Lo mismo ocurrió a la hora de analizar el tamizaje para cáncer de colon, donde apenas 24,5% de la población de entre 50 y 75 años afirmó haberse realizado alguna vez una prueba de rastreo para esta enfermedad. Fue mayor el indicador en aquellos con secundario completo (31,9% vs. 17,8%) y entre las personas con prepaga u obra social (27,5% vs. 11,2%), así como en aquellas con mayor nivel de ingresos (34,3% vs. 16,5%). (Asteriscos TV).
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