Sin las debidas precauciones, el mejor viaje planeado puede convertirse en una tragedia. Consejos de Luchemos por la Vida.
El capacitador de la ONG Luchemos por la Vida, Alberto Gasparini dejó en claro que en primer lugar “todo conductor debe entender que no lleva a nadie más que a sus seres queridos, lo cual es un muy buen motivo para tomar las debidas precauciones a la hora de emprender un viaje”.
La partida. Gasparini aconsejó, en una charla con Info Región, que “lo más importante es considerar que el minuto 0 de todo viaje es cuando se sale de la casa”. “Es a partir de ahí que tenemos que comenzar a circular despacio, como si estuviéramos haciendo turismo a dos cuadras de distancia solamente”.
Si se tiene en cuenta que circular de noche “triplica los riesgos de accidentes de tránsito”, el miembro de Luchemos por la Vida calificó como “primordial” viajar durante el día, y que el conductos se sienta “relajado y descansado”.
El auto debe estar en condiciones, con la Verificación Técnica Vehicular al día, y el conductor debe limitarse a respetar la Ley Nacional de Tránsito (ley 24.449), ya que “es la que define claramente qué es lo que se puede hacer y lo que no”. “La velocidad está definida por los carteles; pero en caso de que no haya, todo conductor con registro debe saber que en la ruta la máxima es de 110 km/h, en la avenida 60 y en la calle 40. Es muy importante saberlo y cumplirlo”, enfatizó Gasparini.
Y advirtió: “De todas formas, esto no garantiza una seguridad total, ya que también hay que tener en cuenta a lo que haga el otro; anticipar cualquier acción que pueda ser riesgosa por parte de los demás conductores es esencial para evitar accidentes”.
En la ruta. Una vez en el viaje, el conductor debe adecuar la velocidad a las condiciones del camino. Más allá de lo que indiquen los carteles, se debe “tener en cuenta si el terreno es de barro o si sobre la calzada llovió, si hay neblina, si hay nieve; en estos casos, indefectiblemente se deberá disminuir la velocidad”, señaló el capacitador.
Otra aclaración es que no se debe circular con las balizas puestas. Gasparini explicó que “solo sirven para indicar la disminución de la velocidad antes de detener el auto”. Y recalcó la importancia de “avisar cualquier maniobras a los demás conductores”. “Para eso existen las luces: avisar si giramos, o si sobrepasamos a otro vehículo, que es de las maniobras más peligrosas”.
Las distracciones. El entorno del conductor dentro del vehículo también debe ser óptimo para que no haya distracciones perjudiciales para el viaje.
“En el coche, el conductor no debería hablar por teléfono, comer, tomar mate, cambiar la radio (si no está el mando en el volante), entre tantas otras cosas. Porque cualquier distracción, hasta un estornudo, puede ser grave”, avisó Gasparini a todos aquellos que estén por emprender un viaje de vacaciones.
“Cuando uno conduce, debe tener el cien por ciento de su atención a lo que está alrededor de él, chequeando el entorno permanentemente y ver qué pasa adelante. Cualquier cosa que distraiga al conductor puede ser una causa de accidente”, completó el miembro de la ONG que dedica su actividad a la prevención de los accidentes de tránsito en todo el país. (Inforegión).
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