Las cirugías, los trasplantes y las transfusiones pueden realizarse gracias a la generosa colaboración de los donantes de sangre. Con cada donación, se pueden salvar hasta tres vidas.
Disponer de sangre en cantidad, calidad y oportunidad; no es tarea sencilla. Se necesita convocar constantemente a personas que voluntariamente, deseen donar de manera voluntaria sangre para otra persona.
Los requisitos para la donación son muy sencillos. Se necesita tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 KG, concurrir con DNI, desayunar antes de donar y no haber sido intervenido quirúrgicamente.
Por su parte, enfermedades de la sangre pueden curarse con un trasplante de células progenitoras hematopoyéticas (médula ósea). Sin embargo, sólo el 25% de los enfermos cuentan con un donante entre sus familiares, el 75% restante debe recurrir a un donante sano, voluntario y no emparentado.
La médula ósea donada debe ser compatible en un 100% con la del paciente para evitar el rechazo, y eso sólo ocurre en una persona entre 40.000. Por eso, para buscar el donante existen registros que funcionan en todos los países y que actualmente reúnen a más de 18 millones de inscriptos.
“El donar sangre salva vidas. La sangre no es algo que uno pueda fabricar, no se consigue en la industria. La única manera de reponer sangre es con la donación de otra persona que acude ante un pedido de solidaridad”, desarrolla María Paula Chiocconi, del Servicio de Hemoterapia del Hospital Universitario Austral.
"Si todos donamos cuando no necesitamos, no vamos a necesitar donantes de urgencia", remarcó. (Asteriscos TV).
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