La política energética del régimen kirchnerista fue un gran fracaso. Se perdió el autoabastecimiento histórico y se dilapidaron divisas clave para avanzar hacia el desarrollo
En lo que refleja el fracaso de la política energética kirchnerista, entre 2009 y 2015 Cristina Fernández avaló importaciones de energía por más de US$ 65.000 millones.
El ministro que arrancó con ese mecanismo -que provocó tal salida de dólares que llevó al Gobierno a instaurar el cepo cambiario para particulares- fue Julio De Vido, a cargo de Planificación. El grueso de esas compras afuera fue por gas natural líquido (luego se regasificaba para inyectarse a la red). Ni De Vido ni el ministro de Economía Axel Kicillof (desde fines de 2013 también participó en una parte del proceso) aportaron transparencia a esos millonarios desembolsos del Estado. Para conocer los datos de las importaciones, había que recurrir a registros de la Aduana, esperar a la balanza comercial del Indec -cuyos datos tampoco eran fiables- o recurrir a alguna consultora especializada.
La estatal Enarsa publicó la mayor cantidad de información pública sobre la importación de gas desde que se realiza.
Detalló la cantidad de gas que traerá cada uno de los 59 barcos, el precio pagado, las fechas de amarres anteriores, actuales y próximas, además del origen y el volumen importado. (Asteriscos TV).
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